En un bonito patio del Centro Nacional
de las Artes pueden apreciarse estos días los trabajos ganadores del
Concurso Nacional de Fotógrafos México Sin Hambre, convocado por la
Secretaría de Desarrollo Social. Se agrega un buen número de
imágenes seleccionadas por el jurado. Decenas más pueden
contemplarse en Internet. No son las fotografías en sí, algunas de
buena factura aunque escasamente originales, lo que vuelve repelente
la muestra, sino el conjunto. Esto es, el mensaje que se les impone
dar, el concepto propagandístico que pervierte la respetable
atención de cada autor hacia sus sujetos (retratados con
¿curiosidad, simpatía, benevolencia, lástima, pena, asco?) No se
puede culpar a los concursantes, ni a un jurado de reconocidos
profesionales de la fotografía documental mexicana, por el patético
resultado.
(Cutzi Itzé Salgado García, con
“Pepenadora”. 1er lugar Categoría Exposición)
El monumental fantoche gubernamental
llamado Cruzada Contra el Hambre parte de malos entendidos
conceptuales que, deliberadamente, permiten la construcción de un
andamiaje de distribución de ayuda que pretende paliar el hambre, y
sobre todo publicitar cuán social, solidario y generoso es el Estado
mexicano con el pobrerío seleccionado.
(José Guadalupe García Guerrero, de
Guanajuato, con “Una para todos”. 2do lugar Categoría Exposición)
Una de estas interpretaciones fallidas
reside en confundir campesino (preferentemente indígena) con pobre.
Y pobre con famélico. Vivir en y de la tierra ¿equivale a vivir en
el cochinero y ser muertos de hambre? Para la abultada burguesía,
vastas capas medias y muchas zonas de la clase trabajadora, por ahí
va la cosa.
(Arturo Alejandro Albarrán Padilla, de
Jalisco, con “Portal”. 3er lugar Categoría Exposición).
Naturalmente, las fotos exhibidas dicen mucho de sus
autores. En su mayoría jóvenes, son reflejo de la generación
Teletón y la tolerada suplantación de los derechos sociales de
origen juarista y revolucionario por la filantropía y la donación a
ciegas en bancos y cadenas comerciales para juntar limosna: los
arroces, la educación, la salud. A ver niños, pongan su mejor cara
de hambrientos. Click. O simplemente vivan en el monte, en la milpa,
recojan flores del fango, jueguen con marranos o mapaches silvestres.
Click.
(Abel Saldaña, de Tamaulipas, con “El
Pórtico”. 4to lugar Categoría Exposición).
Lo bueno de los niños y púberes pobres es que son bonitos.
Los viejos de preferencia aparecerán encorvados, arrugadísimos,
harapientos, desfigurados; ni quién piense en ayudar a cruzar la
calle a esos ancianos.
(Mariela Coello Córdova, de Chiapas,
con 4 fotografías de la serie “La Familia”. 5to ,lugar Categoría
Exposición)
La muestra carece de registro cultural,
anula cualquier consideración de que sean rarámuri, wixaritari,
chamulas, migrantes, desplazados, limosneros, trabajadores de la
construcción, comerciantes informales. Si uno retrata a una familia
rural en su ranchito, piso de tierra, paredes de tabla, ¿se están
retratando automáticamente el hambre y la pobreza, como si fueran
los bebés mosqueados en Somalia de Sebastiao Salgado?
(Mariela Coello Córdova, de Chiapas,
con 4 fotografías de la serie “La Familia”. 5to ,lugar Categoría
Exposición)
Aquí el público tiene la doble
oportunidad de sentir algo por los hambrientos y acceder a una
experiencia estética. Ojo: siempre fueron sambenitos de la
fotografía documental su estetización del sufrimiento, la
limitación folclórica, la curiosidad colonialista, su registro
funerario de mundos que se desvanecen.
(Mariela Coello Córdova, de Chiapas,
con 4 fotografías de la serie “La Familia”. 5to ,lugar Categoría
Exposición)
No obstante, se le debe uno de
los conjuntos de obras y expresiones de la realidad más ricos y
notables del entero siglo XX, cargado de sustancia artística,
lucidez, inquietud moral. De Brehme a Turok, México fue pródigo en
esta clase de fotografía-postales-arte-reportaje.
(Mariela Coello Córdova, de Chiapas,
con 4 fotografías de la serie “La Familia”. 5to ,lugar Categoría
Exposición).
Ahora: la pobreza (y su corolario el
hambre). Son, siempre han sido, instrumentos del poder. Al
considerado pobre se le percibe un peldaño más abajo en la escala
humana y se le aplaca con migajas. Funciona publicitariamente. No
existe en las cruzadas redentoras un verdadero nervio ético, y
menos, comprometido.
(Abelardo Etson Cisneros Martínez, de
Chiapas, con la fotografía “Felicidad en medio de la pobreza”.
2do lugar Categoría Online)
Eso que los lectores de La Jornada tienen el
privilegio de encontrar cada semana en el trabajo de Julio Boltvinik,
dotado economista que ha evolucionado a un serio pensamiento
filosófico y, dicho spinozianamente, ético: la economía moral, en
los términos del columnista, trasciende las reflexiones anteriores
sobre la pobreza y el hambre de, por ejemplo, Amartya Sen.
(Diego Reynoso Orozco, de Jalisco, con
“Niños 2”. 1er lugar Categoría Online)
El fondo del problema es uno solo: la
desigualdad presente significa un crimen de la cúpula capitalista, y
como cualquier criminal, gobernantes e inversionistas responsables,
en un mundo más justo, estarían en la cárcel y no en palacios,
torres ni juntas directivas.
(Lauro Alberto Victoria Coello, de
Chiapas, con “Los pies”. Categoría Online.)
La muestra exhibe a la Sedeso.
Cuatrocientos cincuenta y seis autores de todo el país. Mil 507
fotos en dos categorías: exposición y on line.
(Iván Sánchez Castro, de Michoacán,
con “Presa de los Reyes”. Categoría Online).
Una de las ganadoras
presenta cuatro familias chiapanecas en sus casas: no indican
pobreza, ni hambre, sólo guadalupanismo, formalidad, ruralidad. Otra
es un precarista a la Magnum (impresionante se supone) en Tamaulipas.
Dos más son escenas infantiles en casas sin televisión a la
redonda. Y la reina: una pepenadora sinaloense encapuchada recoge
basura en un tiradero, sobrevolada y rodeada por zopilotes que
parecen venir por ella; la titular de Sedeso contemplándola con
satisfecho interés, en una foto de la inauguración divulgada por la
dependencia, es la cereza del pastel: voyeurismo interesado,
pornografía pura.
(Luis Camacho González, del Estado de
México, con “Dentro del Fango”. Categoría Online)
Vía:
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2013/07/22/1709486-pornografia-de-la-pobreza
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