Ni las autoridades de Boston ni el gobierno federal
se pronunciaron oficialmente sobre los motivos y los autores del
atentado, y dijeron que hasta ahora ninguna organización se había
atribuido la colocación de las bombas. Desde la Casa Blanca, el
presidente Barack Obama prometió que los culpables serán hallados y
sentirán "todo el peso de la Justicia". Con el recuerdo aún vivo de los
atentados de Al Qaeda a las Torres Gemelas, en 2001, autoridades de
Nueva York, Los Angeles, San Francisco y Washington anunciaron un
reforzamiento de la vigilancia en distintas partes de esas ciudades.
En la edición 117 de la Maratón de Boston, considerada la más
antigua del mundo, participaron 26.839 atletas de 96 países, entre ellos
24 argentinos, informó la página web del evento.Las dos primeras detonaciones ocurrieron casi simultáneamente con una distancia de unos 100 metros entre sí, mutilando miembros de varias personas, haciendo caer a varios espectadores y al menos a un corredor, rompiendo ventanales y creando una gran nube de polvo que se elevó hacia el cielo.
Los estallidos se registraron a las 15 (las 16 en Argentina), unas dos horas después de que los ganadores hubieran cruzado la meta, en la parte norte de la calle Boylstone, a la altura del Hotel Fairmount Copley, donde estaba armada la línea de llegada. El Departamento de Policía de Boston confirmó, a través de un comunicado, al menos dos personas murieron en el doble ataque. Fuentes médicas citadas por CNN informaron de al menos 82 heridos, entre ellos ocho en condición crítica.
El jefe de la policía de Boston, Edward Davis, dijo que ninguna persona fue detenida en relación con los ataques, que según señaló causaron "múltiples víctimas", aunque no dio una cifra precisa. Davis agregó que una tercera bomba estalló una hora más tarde frente a la Biblioteca John F. Kennedy, a varias cuadras del lugar, pero sin causar víctimas. El jefe policial pidió a la población que se quedara en sus casas o volviera a sus hoteles mientras la policía registraba bolsos y otras pertenencias que fueron abandonadas en el trayecto de la carrera.
Mientras, la Administración Federal de Aviación prohibió todos los vuelos a baja altura en un radio de unos seis kilómetros desde el sitio de las explosiones, Obama dijo que su gobierno aún no sabe quién cometió los ataques ni cuáles fueron sus motivaciones, pero agregó que los culpables serán hallados y sentirán todo el rigor de la Justicia. "Todavía no sabemos quién hizo esto ni por qué", dijo Obama, quien agregó rápidamente: "No tengan dudas: llegaremos al fondo de esto". Los responsables, quien quiera que sea, "sentirán todo el peso de la justicia", aseguró. El presidente demócrata añadió que se comunicó con las autoridades de Boston y del estado de Massachusetts para poner a su disposición toda la ayuda que sea necesaria de parte del gobierno federal.
La explosión se produjo mientras miles de corredores finalizaban la maratón más antigua del mundo y una de las cinco más importantes del calendario, que suele atraer hasta 500.000 espectadores.
Vía,fuente:
http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-218069-2013-04-15.html
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