Tras las amenazas de muerte y asesinatos de dirigentes sindicales
casi siempre está la mano de los empresarios. Ellos toman la decisión de
a quienes amenazar o asesinar, dan las órdenes y pagan a los grupos de
sicarios.
Declaración del PST ante atentado y amenazas de muerte a dirigentes sindicales
¡Organizar la lucha y movilización
contra las amenazas y asesinatos!
contra las amenazas y asesinatos!
¡Respondamos con paros de la producción!
Tras las amenazas de muerte y asesinatos
de dirigentes sindicales casi siempre está la mano de los empresarios.
Ellos toman la decisión de a quienes amenazar o asesinar, dan las
órdenes y pagan a los grupos de sicarios.
Es conocida nacional e
internacionalmente, habiendo llegado incluso a los tribunales, la
relación de empresas como Coca-Cola, Drummond, Oxy, Chiquita Brands,
Union Fenosa, entre otras, con bandas paramilitares para amenazar y
asesinar a dirigentes sindicales. Muchos empresarios consideran este
costo más bajo que satisfacer las reivindicaciones y demandas de mejoras
salariales, estabilidad en el empleo y diversos derechos cuando la
dirección sindical las defiende consecuentemente, sin venderse ni
entregarse; cuando no se cede ante el chantaje económico, el soborno a
los dirigentes o las campañas de intimidación y confusión ideológica a
todos los trabajadores no les rinden frutos.
¡Ha llegado a tal extremo la vocación
asesina de una parte del empresariado colombiano que no se limitan a
amenazar o mandar a asesinar al dirigente sindical! ¡Amenazan y atentan
contra su indefensa familia, contra sus hijos y esposas!
A las organizaciones sindicales y a los
dirigentes a los cuales no pueden comprar y corromper los acusan de
“atentar contra el desarrollo empresarial” cuando se reclaman por las
vías legales y constitucionales justos derechos y reivindicaciones de
todos los trabajadores. Están decididos a mantener a sangre y fuego los
astronómicos niveles de ganancia que obtienen a costa del sudor de los
trabajadores.
El actual y los anteriores gobiernos son
a la vez responsables políticos de esta situación. Algunos de ellos,
con la estigmatización de que tras las luchas obreras y populares se
esconde el accionar de grupos armados insurgentes, llegaron a
convertirse en la práctica en agentes directos de la masacre. Otros,
como el actual, con un discurso más cuidadoso, aceptando en forma
hipócrita compromisos hasta con el imperialismo norteamericano para que
le validaran el TLC, no adopta ninguna medida para frenar la mano
asesina de los empresarios que, desde sus clubes y ante unos vasos de
whisky, dan las órdenes de asesinar. ¡El gobierno sabe quiénes son y
dónde están! ¡Sólo que son burgueses, de su misma clase, y entonces
aplica la política de “hagámonos pasito”!
Los comités y entidades creados para
garantizar la “protección” de los dirigentes no son más que entramados
burocráticos que con papeleo dilatan cualquier medida efectiva que
permita preservar su integridad. Ese es el más fiel reflejo de la
ausencia de voluntad política del gobierno, sólo cubriendo las
apariencias.
La mal llamada justicia, encabezada por
la Fiscalía, tampoco hace nada. Las denuncias se archivan una tras otra y
sólo alguna alharaca de una “investigación exhaustiva” se da cuando ya
nada hay que hacer, sobre el cadáver del dirigente asesinado. Pocos días
después la “investigación exhaustiva” termina en lo mismo que todas las
anteriores: ¡Nada! ¡Ni un detenido! ¡Ni un condenado! O si acaso, un
sicario detenido –tal vez un chivo expiatorio–pero nunca se avanza hacia
la ratonera de quienes han dado las órdenes, de quienes han pagado el
precio: los empresarios y ejecutivos de las grandes empresas.
¡Tomemos en nuestras manos la defensa de los amenazados!
El movimiento obrero y sindical del
país, en conjunto con las organizaciones democráticas, con los partidos
de izquierda y con las organizaciones populares, tiene la capacidad para
asumir en sus manos su propia defensa y la de los dirigentes
amenazados. ¡Sólo falta la decisión de hacerlo!
¡Ante esta situación hay que romper el
círculo de rutina y burocratismo! El asesinato y la amenaza de muerte a
dirigentes y a sus familias no tienen que ser el precio que pagamos por
defender nuestros derechos. Tampoco son el costo de una guerra que ni
hemos declarado ni de cual somos parte, como falsamente nos acusan para
intentar justificar nuestra muerte.
Tenemos que dotarnos de un plan de
defensa, del cual se sientan partícipes todos los trabajadores y con el
cual, en forma unificada, nos comprometamos todos los dirigentes,
independientemente de las divergencias que sobre cualquier otro punto
–político o sindical– puedan existir.
Cada organización sindical, desde la más
alta dirección de las centrales obreras, en sus juntas directivas y en
asambleas de base de todos sus afiliados debe discutir democráticamente
una resolución y un compromiso al cual no se fallará. ¡A las amenazas y
atentados y asesinatos de dirigentes obreros y sindicales responderemos
paralizando la producción en la fábrica, en las fábricas vecinas, en la
ciudad y a nivel nacional!. Sólo una respuesta como esta golpea
directamente el corazón de los que ordenan los asesinatos, es decir, sus
ganancias y puede obligarlos a retroceder.
¡Y el gobierno, que ha sido incapaz de
impedir las amenazas y asesinatos, que se haga al lado! ¡Que no vengan
con el cuento que estas huelgas serán ilegales! Si tal hacen los
señalaremos como cómplices directos de los asesinos pues serán huelgas
por la defensa del más sagrado derecho: la vida. Ante este gobierno y
ante el Estado, que por su incapacidad y negligencia son responsables
políticos de los miles de asesinatos anteriores, más que medidas de
protección le reclamamos abierta y públicamente que reconozca nuestro
legítimo derecho a defendernos. Que obligue a los empresarios a
brindarnos plenas garantías para esa defensa, lo que incluye otorgar
permisos sindicales permanentes y remunerados al grupo de trabajadores
que sean delegados para ser escolta personal de los trabajadores
amenazados. Que gratuita y masivamente nos entregue el armamento
necesario para nuestra defensa, asumiendo las organizaciones sindicales
el compromiso que sólo lo utilizarán para eso. Se ha demostrado decenas
de veces que los organismos armados del Estado y agentes de ellos son
cómplices de las bandas de asesinos, fue la prueba de esto lo que llevó a
que se liquidara el DAS; no es para nadie secreto que Jorge Noguera,
ex–director del DAS entregó a los grupos paramilitares las listas de los
dirigentes sindicales y populares para que los asesinaran. ¡No podemos
confiar en ellos, sólo en nuestras propias fuerzas, organizadas y
disciplinadas!
Hacemos un llamado público a la más
amplia unidad de acción de todas las organizaciones y dirigentes
sindicales, de partidos de izquierda, organizaciones democráticas, para
lograr un acuerdo en torno a una política que impida realmente que la
amenaza y el asesinato de los dirigentes y sus familias sea la cuota a
pagar por el sólo hecho de defender los derechos de mejor salario,
seguridad industrial, estabilidad en el empleo y vida digna.
La convocatoria a un Encuentro Nacional
de Dirigentes Sindicales y Populares Amenazados podría ser un paso
inicial de trascendental importancia para avanzar en la perspectiva que
señalamos. De ese encuentro deben salir planes de acción que incluyan
que en las Juntas Directivas se aprueban los paros de producción, la
realización de asambleas de trabajadores en los que se discutan las
medidas efectivas a seguir para proteger a los dirigentes sindicales. El
Partido Socialista de los Trabajadores expresa su más decidido
compromiso para actuar unificadamente con todas las organizaciones
sindicales, populares, democráticas y con los partidos y dirigentes
políticos que en ello se comprometan.
¡Basta de amenazas y asesinatos de dirigentes obreros, sindicales y populares!
¡Por la defensa de nuestra vida y los derechos de organización, ante las amenazas y asesinatos: paro de la producción!
Cartagena, 26 de abril de 2013
Partido Socialista de los Trabajadores
Partido Socialista de los Trabajadores
Vía:
http://kaosenlared.net/america-latina/item/54798-colombia-%C2%A1ante-atentado-y-amenazas-de-muerte-paros-de-la-producci%C3%B3n.html
http://kaosenlared.net/america-latina/item/54798-colombia-%C2%A1ante-atentado-y-amenazas-de-muerte-paros-de-la-producci%C3%B3n.html
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