Artículo publicado en Amauta con permiso de Radio 8 de Octubre
El pasado jueves 11 de abril, en la provincia de Alajuela, Costa Rica, cientos de manifestantes tomaron las calles y parques de diversos cantones alajuelenses y bloquearon diversos puntos de la carretera Interamericana, sobre el tramo que se conoce como “carretera Bernardo Soto” para manifestar su repudio absoluto contra la concesión de esta vía.
Hace poco más de un mes, el gobierno de Laura Chinchilla anunció que 58 kilometros de la carretera Bernardo Soto -de la capital, San José hasta la altura de San Ramón de Alajuela-, fue concesionada por un plazo de 30 años a una empresa constructora, la transnacional brasileña OAS; esto, a cambio de que la transnacional realizara los trabajos de ampliación y mantenimiento de la vía por un monto de 523 millones de dólares, incluido el mantenimiento.
Actualmente, la carretera Bernardo Soto es una vía pública, y para transitar desde San José hasta San Ramón de Alajuela, hay que pasar por una única caseta de peaje y pagarle 75 colones ($0,15) al Estado costarricense, por vehículo liviano.
Según los anuncios del propio gobierno,la empresa OAS instalará 5 peajes sobre ese mismo tramo (San José- San Ramón de Alajuela) y cada vehículo liviano tendrá que pagar 4000 colones ($8) para llegar hasta San Ramón; es decir, el negocio que hay detrás de esta concesión es millonario y claramente favorece a la compañia extranjera, que ya ha sido cuestionada en otros países de América Latina.
Por la carretera Bernado Soto, transitan miles de vehículos diariamente, pues gran cantidad de personas se trasladan de la provincia de Alajuela hasta la capital (San José) para trabajar, vender sus productos agrícolas y manufacturados, etc. Además, por esta carretera se accede a gran parte del territorio norte y pacífico del país, por lo que la entrega de esta vía a intereses privados -por 30 años- se ha convertido en la venta de una de las carreteras más importantes para la economía nacional. Varios abogados han señalado irregularidades en el contrato, posible tráfico de influencias por parte de los políticos implicados y un entregusimo de lo público muy claro.
A pesar de las absurdas declaraciones del Ministro de Transportes Pedro Castro -en las que defendía el derroche de dinero y la concesión por 30 años a la empresa extranjera a cambio de una carretera de “primer mundo”-, desde hace más de 6 meses, los y las pobladoras de las regiones que se ven directamente perjudicadas con la concesión de esta carretera empezaron a organizarse y visibilizar los vicios en el contrato y las irregularidades con el empresa OAS.
El pueblo organizado ha denunciado que, en realidad, el monto millonario que cobra la empresa por la reconstrucción de la carretera, los montos de peaje establecidos para pagar la inversión, y el tiempo concesionado a la empresa OAS, NO justifican las pocas obras que construirá la concesionaria, NI reconocerán los trabajos que actualmente realiza el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) en la vía, NI tampoco mejorará sustancialmente el tránsito por la carretera, sino que más bien provocará mayor atascamiento.
En las últimas dos semanas, la movilización popular en contra de esta concesión ha ido creciendo, y ya se anuncian nuevas acciones para frenar por completo este contrato con OAS, por lo que se ha convertido en tema nacional. Incluso, líderes comunales rechazan los acuerdos y reunions entre gobierno y los alcaldes cantonales de Alajuela.
El jueves 11 de abril,en la provinicia alajuelense, durante los actos cívicos y de gobierno en conmemoración de una fecha en que la historia oficial costarricense recuerda la derrota a los intentos estadounidenses de invadir y tomar el territorio centroamericano en 1856, el gobierno de Costa Rica, una vez más, le dio la espalda al pueblo y tiro cientos de policías a defender -su sucia conciencia- de un pueblo en las calles, muy enojado con el rumbo que está tomando el país.
Cientos de personas del pueblo organizado de cantones alajuelenses como San Ramón, Naranjo, Palmares, Atenas,Sarchí y muchos otros rincones del país, tomaron las calles y carretera de Alajuela para mostrarle al gobierno de Laura Chinchilla su total repudio ante la corrupta concesión de la carretera Bernardo Soto.
La respuesta de Chinchilla fue cercar la ciudad de Alajuela, detener el ingreso de buses al centro de la ciudad y tirar cientos de policías a las calles para intentar contener la rabia popular, rabia que cada día que pasa aumenta.
A continuación, compartimos un audio con algunas de las voces de cientos de personas que participaron en las manifestaciones del día 11 de abril en Alajuela.
A menos de un año para las próximas elecciones presidenciales, en Costa Rica, cada vez más, el pueblo se siente más disconforme con el gobierno de Laura Chinchilla y con la política nacional. Altos precios en la canasta básica, reducción de salarios, alzas constantes en servicios básicos, mayor pobreza y aumento de los conflictos por la tierra y la identidad indígena, mayor presencia policial especializada; y para rematar, empiezan a profundirzar un modelo de concesión y privatización de los recursos que no favorece en nada a los sectores populares y la gente lo empieza a comprender.
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http://www.semanario.ucr.ac.
Vía,fuente:
http://revista-amauta.org/2013/04/movilizacion-popular-contra-la-privatizacion-de-la-carretera-bernardo-soto/
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