1.
Ya se aprobó en el Legislativo la “reforma educativa” enviada por el
Ejecutivo. El legislativo vale un carajo porque ningún partido o
político analiza, discute, todo se aprueba porque PRI, PAN, PRD (que son
partidos cascarón) han firmado un pacto para que todo se apruebe en
caliente. Se espera que en estos días, en unas cuantas horas, se apruebe
la privatización total de PEMEX, la ley del fisco y lo mejor sería la
prohibición de todas las manifestaciones, plantones y concentraciones;
así estaríamos completos y como tontos listos para escuchar a Televisa y
demás medios de enajenación. Los jóvenes reprimidos y encarcelados por
el gobierno Federal y del DF, deben pedir perdón y arrastrarse ante sus
carceleros para que aprendan quienes mandan y los profesores de la CNTE,
los estudiantes, los electricistas deben someterse.
2.
Esther Gordillo es una gran cacique sindical que ha hecho proclamarse
dirigente vitalicia del sindicato (SNTE); recibe 200 millones de pesos
mensuales en cuotas sindicales; tiene dominados a por lo menos un millón
de maestros; ha sabido navegar junto al PRI y al PAN; desde 1989,
negociando a su favor, ha tenido a los presidentes de la República y
secretarios de Educación como tontos; ha acumulado mucho dinero y
propiedades. Se dice que los hombres son superiores y por eso ha habido
en México miles de caciques políticos, sindicales, campesinos con todos
los vicios; pero esta mujer ha sido insuperable hasta hoy; nuestros
máximos caciques: Fidel Velázquez, Morones, Jesús Yurén, Madariaga,
Pérez Ríos, Beltrones y Gamboa, quedan chicos ante la enorme habilidad
de esa mujer para acomodarse a todas la circunstancias.
3.
Pero la Gordillo, confrontada con los privatizadores de la educación,
con los destructores de la escuela pública, y diciendo: “A mí pueden
hacerme lo que quieran pero a mis maestros los respetan” o bien
exigiendo que “las evaluaciones no pueden tocar a los maestros con
plaza”, la Gordillo aparece como una “blanca palomita” que se enfrenta a
los halcones legisladores del PRI, PAN, PRD, que quieren acabar con el
SNTE con el pretexto de que el Sindicato deje de ser un poder fáctico.
Pienso como el líder chino: “El golpe principal debe darse contra el
enemigo principal” y ese enemigo es el sistema de explotación
capitalista y quienes determinan sobre él; la Gordillo –con toda su
nefastez- sólo es un eslabón de la cadena que aunque desaparezca nos
sigue atando con ella. No es consecuente, pero aparece menos nefasta que
los otros.
4.
La bronca es que la Coordinadora (la CNTE), que viene luchando desde
1979 contra el charrismo y el espuriato sindical, ve a la Gordillo como
enemigo principal y llega a ser tan dogmática la visión que se piensa
que si se logra derrocarla todas las cosas van a cambiar, tal como si se
conociera alguna experiencia interesante dentro del sistema
capitalista. Por mi que se vaya Gordillo y que la entierren parada, pero
el asunto es que la burguesía gobernante no va a dejar al garete a un
sindicato de un millón 700 mil afiliados repartidos en todos los
rincones de la República representando una gran fuerza política. La
burguesía va a imponer a otro dócil del SNTE o negociar a su favor con
los progresistas. Ni modo, así tiene que ser mientras el nivel de
conciencia de los profesores siga estando por los suelos o totalmente al
servicio del sistema.
5.
Yo digo que mientras los profesores sigan siendo “correa de transmisión
de la ideología de la clase dominante”, es decir, sigan enseñando a
obedecer, a disciplinarse a las órdenes, a cantar el himno nacional, a
los conocimientos memorísticos, a los exámenes y las calificaciones,
vamos a estar el pueblo siempre subordinado y jodido. Desde que conocí
en 1971 –hace más de 40 años- a Paulo Freire (Educación como práctica de
la libertad y Pedagogía del oprimido) y comencé a poner en práctica su
método educativo- comprendí que en mis once años anteriores como
profesor había sido un pinche autoritario aprendiz de dictador porque
creía que yo era el que sabía y mis alumnos unos ignorantes y porque yo
decidía lo que había que estudiar y los alumnos sólo deberían obedecer.
6.
Desde entonces –pensando que el respeto era otra cosa y se ganaba por
el servicio a los demás, eliminé de mi lenguaje cualquier pinche frase
como “señor presidente”, “señor profesor” “santo papa” o todo lo que
tenga que ver con el “usted” para sentirme cómodo. La relación
estudiante profesor tiene que ser igualitaria y cada uno de los
problemas deben ser analizados y discutidos buscando siempre la
igualdad. Esto es lo interesante entre los profesores de la CNTE donde
no existe presidente ni secretarios y sólo comisionados de prensa y
demás que tienen funciones rotativas; pero también es funesto en los
sindicatos –como el SNTE- donde aún existen jerarquías piramidales como
secretario general, tesorero, que luego son terribles burocracias
autoritarias. Y este tipo de jerarquías se han convertido en diques que
es necesario romper.
7.
Así que para acabar con el sindicalismo corrupto y, peor aún con los
tres poderes del sistema capitalista que dominan la educación, es
necesario que también los profesores –los profundamente relacionados con
la educación nacional- rompan con esa ideología que convierte a los
estudiantes en un eslabón más del sistema capitalista. La Gordillo forma
un eslabón muy fuerte de la cadena de opresión. Pero encima de ella
están los tres poderes del Estado, el gobierno, los empresarios, los
famosos poderes fácticos y todo el poder. Esa “reforma educativa”
aprobada debe ser combatida por los profesores, al mismo tiempo que el
caciquismo sindical; pero no debemos olvidar que mientras los profesores
sigan enseñando lo que el Estado les ordena, la liberación estará
siempre muy lejos. Necesitamos formar un pensamiento radical, crítico y
reflexivo. (20/XII/12)
Pedro Echeverría V.
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