La administración de Barack Obama ha resultado ser una de las más agresivas hacia la Revolución Cubana. Aprieta un bloqueo económico que data de hace más de 50 años. En los próximos meses el gobierno del demócrata estadunidense podría criminalizar todo intercambio con Cuba, incluso los estrictamente culturales y educativos
Jorge V Jaime/Prensa Latina
La Habana, Cuba. La administración del presidente Barack Obama
eleva el tono de sus represalias contra Cuba y las empresas que se
atreven a comerciar con la isla, mientras que oprime los límites de un bloqueo económico con medio siglo de vigencia.
El poderoso banco de Estados Unidos JP Morgan Chase llegó
recientemente a un acuerdo con el gobierno y accedió a pagar una multa
de 88.3 millones de dólares por violar restricciones instituidas por la
Casa Blanca para tratados comerciales con Cuba, Irán y Sudán.
Un comunicado de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC,
por su sigla en inglés) del Departamento del Tesoro señala que JP
Morgan encausó 1 mil 711 transferencias que involucran a personas
físicas o jurídicas cubanas por un valor cercano a 176 millones de
dólares. Las transacciones relacionadas con La Habana ocurrieron entre
el 12 de diciembre de 2005 y el 31 de marzo de 2006. Se trata de la
segunda sanción relacionada con Cuba que anuncia la OFAC durante este
mes.
El 16 de agosto pasado, la división estadunidense de CMA CGM –la
tercera mayor naviera de contenedores del mundo– recibió una sanción en
pago monetario equivalente a 374 mil 400 dólares por presuntamente
transportar mercancías y realizar convenios financieros con el
archipiélago antillano.
La sentencia contra el JP Morgan Chase es la cuarta mayor impuesta
por Washington desde la presidencia de George W Bush, cuando fueron
reforzados los controles relacionados con el bloqueo económico,
financiero y comercial impuesto a Cuba hace 51 años. En diciembre de
2008, el banco Credit Suisse acordó pagar 536 millones para ampararse en
un pacto que borraría una acusación de haber ayudado a Irán, Cuba y
otras naciones.
El bloqueo decretado por Estados Unidos en 1960, y reforzado varias
veces en años posteriores, ha ocasionado un daño económico directo al
pueblo cubano que, calculado a precios corrientes, equivale a una cifra
superior a 100 mil 154 millones de dólares. Una jueza de Florida batió
el récord mundial en cuanto a otorgamiento de indemnizaciones
personales, destaca este mes un comentario de Radio Miami, a la luz del
veredicto que concede una cantidad millonaria de dólares a un reclamante
cubano. “Cualquiera pudiera pensar que se trata de una broma el fallo
que acaba de dictar una jueza de Miami, con una sentencia que le
adjudica a un reclamante cubano exiliado la suma de 2 mil 800 millones
de dólares”, reseña la columna de El Duende en la emisora sureña.
Tal cantidad de dinero se confiere como recompensa por supuestas
torturas a las que estuvo sometido en Cuba el exagente de la Agencia
Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) Gustavo Villoldo
en 1959, se explica en la página digital de Radio Miami. En sus
alegaciones ante la jueza Beatrice Butchko, Villoldo afirma que lo
torturaron por cinco días y en varias ocasiones lo trataron de asesinar
después de su salida de Cuba.
Sobre este caso, el diario cubano Granma señala que Estados
Unidos no sólo alberga a terroristas, sino que también los recompensa,
aunque se trate de un mercenario de la CIA que se jacta de haber
capturado al mítico guerrillero Ernesto Che Guevara.
Como una medida adicional de coerción dentro del bloqueo
estadunidense contra Cuba debe considerarse la reciente propuesta de un
congresista republicano, quien sugirió limitar todavía más los viajes
familiares de inmigrantes hacia la isla. En una iniciativa sensiblemente
polémica para la comunidad cubana en Estados Unidos, el parlamentario
David Rivera presentó un proyecto legislativo que impediría a estos
ciudadanos regresar a Cuba en un plazo de cinco años.
La enmienda de Rivera cuestiona supuestas brechas existentes en la
Ley de Ajuste Cubano, que permite a emigrantes establecer su estatus
legal al año y un día de llegar a Estados Unidos, y luego viajar sin
restricciones a su país de origen. La versión final del proyecto
legislativo aparece identificada como HR 2774. Un texto preliminar de la
legislación fue presentado en la Cámara de Representantes de Estados
Unidos el pasado 1 de agosto, precisó el diario Sun Sentinel.
De acuerdo con el representante del 25 distrito congresional de
Florida, su plan pretende preservar el sentido original de la Ley de
Ajuste Cubano –vigente desde 1966– e impedir que una ley
concebida para proteger a perseguidos sea desvirtuada para amparar a
personas que son en rigor emigrados económicos.
Igualmente la congresista estadunidense de origen cubano Ileana
Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la
Cámara de Representantes, pidió a la Casa Blanca tomar medidas para
impedir supuestas violaciones de leyes sobre el turismo a Cuba. Además
de Ros-Lehtinen y Rivera, a los esfuerzos para recrudecer el cerco
contra Cuba se sumó el representante republicano Mario Díaz-Balart, con
una enmienda que fue agregada a una ley de asignaciones del Tesoro y
certificada por un comité legislativo en votación oral.
Tanto la proposición de Rivera como la de Díaz-Balart restaurarían
las regulaciones de viajes a Cuba que estaban vigentes durante la
presidencia de George W Bush, antes de que Obama las redujera a inicios
de este año.
A finales de julio pasado el gobierno Barack Obama despejó algunas
dudas mediáticas y corroboró por medio de un comunicado oficial la
política históricamente restrictiva de Washington en relación con los
viajes turísticos de estadunidenses a Cuba.
En una nota pública –que se puede leer todavía en la página web del Departamento del Tesoro (www.treasury.gov)–,
Estados Unidos advierte que “la flexibilización para viajes educativos y
culturales de ciudadanos estadunidenses a Cuba no puede interpretarse
como una promoción del turismo hacia la isla”. La OFAC, adscrita a este
ministerio del gobierno estadunidense, decidió aclarar lo que llamó
“interpretaciones erróneas aparecidas en medios de comunicación”.
En algunos diarios se sugiere que los estadunidenses podrían viajar
prácticamente sin restricciones al país vecino. Las actividades
autorizadas en las últimas decisiones del presidente Obama no son
actividades turísticas, subrayó la agencia en el aviso. “La Oficina de
Control de Bienes Extranjeros está consciente de interpretaciones
erróneas [...] Al sugerir que la política exterior de Estados Unidos
permite ahora viajes de grupos a Cuba, prácticamente sin restricciones”,
se indica en el texto.
“La OFAC específicamente otorga licencias a organizaciones que
patrocinan ciertos programas de intercambio educativo [...] Los viajeros
autorizados están sujetos a los límites de gastos diarios y se les
prohíbe el ingreso de souvenirs o de otros bienes cubanos”, apunta el Departamento del Tesoro.
En Estados Unidos, una ley de 2000 prohíbe a la OFAC otorgar
licencias para actividades turísticas en Cuba. En enero pasado –por
resolución de Obama– se solucionaron algunas regulaciones, pero
continuaron en vigor restricciones significativas sobre los viajes hacia
Cuba. Los cambios menores únicamente benefician los motivos académicos,
religiosos, culturales o deportivos, que cumplan con ciertas pautas y
sobre todo con una política que Washington denomina “promoción del
contacto persona a persona”.
“Sanciones civiles y penales pueden aplicarse como consecuencia de
una violación de los reglamentos vigentes [...] Las actividades
autorizadas a los grupos de contacto persona a persona no son
actividades turísticas”, recalca la OFAC al final de su comunicado.
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