Con gusto a poco y sin llegar a ningún
punto de encuentro, los estudiantes secundarios e universitarios se
retiraron ayer de la histórica reunión que mantuvieron con el Presidente
Sebastián Piñera en la casa de gobierno. Más de tres horas reunidos
debatiendo sobre los 12 puntos en conflicto en materia educacional, no
rindieron frutos y apenas sirvió, dicen ellos, para sincerar la defensa
del lucro y del modelo actual por parte del Ejecutivo. El Martes,
después de recibir un cronograma para seguir discutiendo los puntos, se
sabrá si el desayuno en el segundo piso sirvió para comenzar a darle una
solución al conflicto.
A las 10:15 de la mañana, con todos los actores listos en el segundo piso de La Moneda, a un costado del pasillo de Los Presidentes, comenzó la histórica reunión que juntó por primera vez después de casi cuatro meses de movilizaciones, a los dirigentes estudiantiles con el Presidente Sebastián Piñera. Una larga jornada muy lejana a un “acercamiento positivo” que, a juicio de los propios estudiantes, sirvió exclusivamente para sincerar posturas y compartir un café con galletas en la sede de gobierno.
Con la atención de la mayoría del país en el accidente aéreo ocurrido ayer por la tarde en el archipiélago Juan Fernández y un grupo de estudiantes secundarios excluidos del diálogo oficial con el Ejecutivo, los representantes de universitarios, secundarios, profesores, rectores y gobierno tuvieron su primer cara a cara, detallando punto por punto los petitorios de cada uno de los presentes. Una oportunidad en la que todos expusieron sus ideas y el Presidente se encargó de explicar su postura uno por uno de los 12 puntos requeridos por los estudiantes para destrabar el conflicto.
Con la participación de Bulnes como una especie de moderador del debate, Piñera recibió en la misma mesa a nueve dirigentes de la Confech (Camila Vallejo, Giorgio Jackson, Laura Palma, Sebastián Farfán, Alexis González, Patricio Contreras, Gastón Urrutia, David Urrea y José Ancalao); cuatro estudiantes secundarios (Freddy Fuentes, Rodrigo Rivera, Roberto Toledo y Cristián Pizarro); tres rectores (Víctor Pérez, Ignacio Sánchez y Juan Manuel Zolezzi) y el representante del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo.
Por el gobierno, acompañaron al Presidente -además del ministro Bulnes- el ministro vocero, Andrés Chadwick; el subsecretario de Educación, Fernando Rojas; el jefe de Educación Superior del Mineduc, Juan José Ugarte; y el jefe de gabinete de Bulnes, Germán Subercaseux. La gran mayoría de ellos, meros espectadores del primer diálogo directo entre los estudiantes y la máxima autoridad del país.
Pero lejos de las expectativas que algunos de los dirigentes se habían hecho, en la reunión no escucharon respuestas nuevas. “Fue como escuchar la propuesta que nos había hecho Lavín y después Bulnes, pero de la boca del Presidente”, dijo uno de los representantes universitarios al salir de Palacio.
Sin embargo, el único momento en que todos los presentes coincidieron vino de la tragedia que mantenía en vilo a millones de chilenos. A media hora de empezar la reunión, el ministro Chadwick ingresó al salón donde estaban reunidos y le comunicó al Presidente que ya habían cuatro cuerpos recuperados del accidente aéreo de Juan Fernández.
Ante esto, el Presidente hizo un aro en la conversación y les comunicó la noticia a los presentes, diciendo que a la luz de los hechos “lo más probable es que los demás pasajeros hayan corrido la misma suerte”. Con esa información dejó helados a los presentes y les pidió un minuto de silencio en honor a los caídos. Horas más tarde el ministro de Defensa Andrés Allamand confirmaría la noticia en una nota del noticiero central de TVN y la ratificaría el vocero de gobierno en el SML.
En la reunión, el diálogo siguió con cada uno exponiendo sus posturas, pero dicen no haber recibido nuevas respuestas ni mucho menos ánimo a dialogar antes de tomar una decisión que afecte directamente las demandas que vienen gritando en las calles hace ya casi cuatro meses. De hecho, el mismo Presidente les confirmó que no tenían mucho tiempo para dialogar porque los proyectos de ley ya prometidos se enviarán sí o sí el 30 de septiembre al Parlamento.
Así, a pesar de que en cada uno de los puntos discutidos Piñera los iniciaba explicando “en esto estamos de acuerdo con ustedes”, para los dirigentes la defensa del lucro y el aseguramiento de entregar más aportes a las universidades públicas a través de convenios de desempeño, por ejemplo, fueron las mismas que vienen escuchando hace varios meses.
Cada uno de ellos, sin embargo, fue rebatido por los estudiantes y en varias ocasiones el Presidente no tuvo mucho más que decir. Incluso, le fueron leídos y enrostrados algunos compromisos internacionales ratificados por Chile, que a juicio de los estudiantes no se están cumpliendo. Por ejemplo, el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU o el Convenio 169 de la OIT, que el representante de la Federación Mapuche de Estudiantes puso sobre la mesa.
De hecho, en un momento el jefe de Estado fue inquirido por uno de los presentes diciéndole que tenía “la oportunidad histórica de arreglar el problema”, a lo que el Presidente asintió, sin dar mayores compromisos que los que explicó después el ministro Bulnes: un cronograma para una mesa donde participen todos estos actores, sin los compromisos que durante la semana pidieron los propios estudiantes.
Al salir, cada uno de ellos destacó la instancia, sin detallar las impresiones de una conversación que se prolongó por más de tres horas, pero no les dejó ninguna miga de esperanza. Desilusionados, sólo se limitaron a decir que valoraban la instancia y que esperarían la propuesta que el propio Piñera, al terminar la reunión, le pidió a Bulnes enviar a los actores a más tardar el lunes.
Durante la tarde, reunidos en la sede de la Fech, los universitarios comentaron la reunión sin sacar muchas cosas en limpio. El martes tendrán una nueve asamblea de la Confech en Talca, y sólo ahí se sabrá cuál será la postura a la nueva propuesta del gobierno para instalarse a conversar sobre los puntos en discordia. En definitiva, un debate sin conclusiones claras que dejó con mucho gusto a poco a los participantes de la, sin embargo, histórica jornada en la casa de gobierno.
Fuente, vìa :
No hay comentarios:
Publicar un comentario