Si el martes se presentaba delante del Parlamento de Cataluña la Plataforma Basta de recortes!
que aglutina diferentes entidades sociales y sindicales con el objetivo
de denunciar los presupuestos y proponer una consulta popular para que
los ciudadanos decidan sobre el modelo de servicios públicos que
quieren, ayer 20 de julio las 23 asambleas de barrio y pueblos del área
metropolitana de Barcelona convocaban una manifestación unitaria bajo el
lema Paremos los recortes. La manifestación, que
agrupó unas 30.000 personas (5.000 según la Policia Local) se inició a
las 19 h. en la Plaza Cataluña, cuna y símbolo del movimiento, que en
tono festivo pero reivindicativo y con las ya extendidas consignas de
"nadie nos representa", "le llaman democracia y no lo es", transcurrió
por delante de los diferentes centros de poder que han generado la
crisis y que según los indignados, están haciendo pagar su factura a la
mayoría de la ciudadanía: la Bolsa de Barcelona, una sede del Banco
Santander y Fomento del Trabajo para terminar delante de la puerta del
Parlamento de Cataluña donde CiU y el PP estaban en ese mismo momento
aprobando los presupuestos para el 2011. Sin embargo, fue imposible
llegar gracias a un considerable despliegue de los Mossos d’Esquadra que
lo impedía la vez que comunicaban por megafonía que la manifestación no
estaba comunicada y que por tanto, no podía continuar. Entonces, de
forma espontánea, los manifestantes se fueron agrupando en pequeñas
asambleas en los alrededores de la Estación de Francia a la espera de
que llegara la larga comitiva y poder empezar así la asamblea del
movimiento.
Entre cazuelas y batucadas, se hacían sentir los diferentes colectivos de inmigrantes que pretenden desenmascarar la rumorología racista y xenófoba que los señala como chivo expiatorio ante la crisis, pensionistas, parados, médicos, profesores o trabajadores de la empresa privada que ven peligrar su puesto de trabajo, como los del Hospital Dos de Mayo fruto del recorte presupuestario, o los de Telefónica, que con el ERE aprobado por el gobierno central, pretende reducir plantilla en unos 6.000 efectivos. Pero sobre todo, los jóvenes, muchos de ellos, altamente cualificados que ven precarizadas sus vidas negando así cualquier perspectiva de futuro. Las proclamas de "Botín dimisión", "le dicen recortes y no lo son, son privatizaciones", "mi despido es mi desahucio" o la ya clásica "Puig dimisión" fueron repetidas durante el transcurso de la marcha, que era encabezada por un camión con un potente equipo de megafonía y una pancarta que decía "La calle es nuestra. No pagaremos su crisis". Pero la motivación inmediata era clara: la denuncia de unos presupuestos antisociales que entienden, pretenden ser la primera piedra para el desmontaje del estado del bienestar en Cataluña.
Los indignados constataban en los corros espontáneos que iban formándose que el movimiento se está fortaleciendo, y que es fundamental mantener el trabajo de barrio y las acciones descentralizadas cotidianas, que en estos últimos días se han repartido entre las llamadas "acciones sanitarias" habituales de los miércoles en diferentes centro hospitalarios en conflicto como el Dos de Mayo, el Hospital del Mar o Bellvitge así como ante aquellos CAPs que amenazan en reducir o eliminar algún servicio, o las concentraciones para evitar desahucios. Hoy mismo están convocadas las acciones descentralizadas del # OP21J nuevamente contra los recortes.
Vìa :
http://tercerainformacion.es/spip.php?article27094
Entre cazuelas y batucadas, se hacían sentir los diferentes colectivos de inmigrantes que pretenden desenmascarar la rumorología racista y xenófoba que los señala como chivo expiatorio ante la crisis, pensionistas, parados, médicos, profesores o trabajadores de la empresa privada que ven peligrar su puesto de trabajo, como los del Hospital Dos de Mayo fruto del recorte presupuestario, o los de Telefónica, que con el ERE aprobado por el gobierno central, pretende reducir plantilla en unos 6.000 efectivos. Pero sobre todo, los jóvenes, muchos de ellos, altamente cualificados que ven precarizadas sus vidas negando así cualquier perspectiva de futuro. Las proclamas de "Botín dimisión", "le dicen recortes y no lo son, son privatizaciones", "mi despido es mi desahucio" o la ya clásica "Puig dimisión" fueron repetidas durante el transcurso de la marcha, que era encabezada por un camión con un potente equipo de megafonía y una pancarta que decía "La calle es nuestra. No pagaremos su crisis". Pero la motivación inmediata era clara: la denuncia de unos presupuestos antisociales que entienden, pretenden ser la primera piedra para el desmontaje del estado del bienestar en Cataluña.
Los indignados constataban en los corros espontáneos que iban formándose que el movimiento se está fortaleciendo, y que es fundamental mantener el trabajo de barrio y las acciones descentralizadas cotidianas, que en estos últimos días se han repartido entre las llamadas "acciones sanitarias" habituales de los miércoles en diferentes centro hospitalarios en conflicto como el Dos de Mayo, el Hospital del Mar o Bellvitge así como ante aquellos CAPs que amenazan en reducir o eliminar algún servicio, o las concentraciones para evitar desahucios. Hoy mismo están convocadas las acciones descentralizadas del # OP21J nuevamente contra los recortes.
Vìa :
http://tercerainformacion.es/spip.php?article27094
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