miércoles, 15 de junio de 2011

Sociedad : ¿ES POSIBLE UNA REVOLUCIÓN GLOBAL? Yann Moulier Boutang

Desde el movimiento estudiantil griego, que precedió un año al principio de la crisis desencadenada por el riesgo de quiebra del país entero, desde la revolución tunecina y las convulsiones desde Siria a Yemen, los medios de comunicación mundiales, y en particular los del establishment septentrional, han tomado la costumbre de mirar al Sur para algo más que las vacaciones de lujo al sol de la miseria.
Ciertamente, el poco éxito de las primeras tentativas de ocupar plazas en Francia muestran que no es posible una transposición al pie de la letra. Francia no se ve amenazada por un riesgo de quiebra inminente y, sobre todo, está entrando en las grandes maniobras de las próximas presidenciales, que tienen un efecto anestesiante en toda la vida política. Por suerte, actualmente Francia está reducida a su mínima expresión en el ectoplasma europeo del que dependemos todos.
En el siglo XIX en Europa se preguntaban: “¿Qué noticias hay de París?”. Hoy aprendemos el nombre de capitales de países de la orilla sur y este del Mediterráneo. Lo que sucede allí es nuestra propia historia. Pero, en tanto no avancemos en la orilla norte en asuntos fundamentales como las libertades del ciberciudadano frente a proyectos liberticidas como el ACTA, como los auténticos espacios de libertades sociales, creando protecciones para precarios y jóvenes, adelantando soluciones radicales en el ámbito ecológico, estaremos bloqueando las posibilidades de transformación profunda del mundo árabe. España constituye una señal de la dirección que debemos tomar si queremos convertir la alternancia ya ritual en algo más que una farsa cada vez más amarga, que conduce al caos.
Después de la explosión del mundo árabe, la amplitud y la simultaneidad del movimiento español ha dado la razón a los que llevan años constatando la profundización de las desigualdades entre las generaciones, entre los contratados con derechos y los precarios, entre los pobres y los riquísimos. La temperatura sube inexorablemente en la caldera del volcán.
Las burbujas financieras estallan en una lava fluida, y los volcanes de tipo hawaiano no son los más peligrosos: desde la crisis mexicana de 1985, ha habido cada tres o cuatro años una miniexplosión financiera. Los volcanes sociales y políticos, en cambio, son más viscosos. Se acumulan lentamente, pocos los perciben, y explotan de manera imprevisible, como el Vesubio. Estudiantes ingleses que de repente abuchean a la monarquía, una oleada imprevisible en Italia (onda anómala), los indignados españoles, etc.
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Sara Prestianni
Lo que resulta increíble es que las instituciones no tengan respuestas. Que se limiten a proponer incansablemente las mismas combinaciones y soluciones. El exceso de deudas rima con hacer más precarios a los jóvenes y proteger los patrimonios financieros, que se han convertido en un estabilizador de ingresos para las viejas clases medias. La moral sería imposible; las primas a los traders son necesarias, aunque hagan estragos inmensos en la legitimidad, ya endeble, del poder.
Nadie puede prever lo que hará el cisne negro de la política europea, pero el movimiento español del 15M es una de las señales de que hemos abandonado definitivamente el ciclo político Kondratief 1975-2008 de fase B para entrar en una fase A en la que todo vuelve a ser posible y nada es sólidamente previsible. Que aproveche, señores gobernantes de provincia en Europa y en el Mediterráneo. La wiki política os saluda.
El destello optimista en el carácter contagioso de esta revolución en el mundo árabe es la profunda homogeneidad productiva del “precariado” con el “cibertariado” y el “cognitariado”. No me sorprendería en absoluto que asombrara al mundo con un transinternacionalismo.

Fuente, vìa :
http://diagonalperiodico.net/El-comienzo-de-nuestra-historia.html

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