Uno tras otro los
Estados de la Unión están impulsando políticas de ajuste neoliberal
ortodoxo y esta semana el propio presidente Barack Obama dio a conocer
detalles de su plan para recortar drásticamente las regulaciones
económicas, como parte del esfuerzo para eliminar todas las
restricciones a la actividad de las grandes empresas.
El
esquema desregulatorio de la Casa Blanca forma parte del giro hacia la
derecha de la administración demócrata iniciado a raíz del resultado
electoral del año 2010.
El jefe de la Oficina de la Oficina de
Información y Ajustes Regulatorios, Cass Sunstein, se convirtió en el
vocero de esta política, apelando a todo el léxico disponible de la
ultraderecha americana. Sostuvo que su trabajo tiene el objetivo de
"salvar los dólares del sector privado y desbloquear el crecimiento
económico mediante la eliminación de regulaciones injustificadas".
Uno de los aspectos de la política desregulatoria del gobierno
demócrata tiene su epicentro en la Occupational Safety and Health
Administration ( OSHA), la oficina del gobierno federal que se encarga
de la supervisión de los accidentes de trabajo. Sunstein dijo que las
nuevas normas "eliminarán más de 1.9 millones de horas anuales de carga
redundante de información a los empleadores y ahorrarán más de $ 40
millones en costos anuales. Las empresas ya no cargarán con la
obligación de llenar formularios [de accidentes de trabajo] innecesarios
del gobierno".
El informe 2011 de la AFL-CIO llamado “Dead on
the job" señala que "en el 2009, según datos preliminares de la Oficina
de Estadísticas Laborales, 4.340 trabajadores murieron en el lugar de
trabajo, un promedio de 12 trabajadores todos los días, y se estima que
50.000 murieron a causa de enfermedades profesionales. Se informaron más
de 4,1 millones de lesiones relacionadas con el trabajo y las
enfermedades, pero este número subestima el problema. La cifra real de
lesiones en el trabajo es de dos a tres veces mayor -cerca de 8 a 12
millones de lesiones y enfermedades laborales cada año”.
Como
se detalló en la reciente investigación sobre el desastre minero de
Upper Big Branch, donde 29 operadores de carbón murieron en abril de
2010, las empresas violan rutinariamente las precauciones básicas de
seguridad, poniendo diariamente en peligro la vida y la seguridad de los
trabajadores.
La Casa Blanca no hace más que sumarse a la
oleada de ajustes presupuestarios que recorre todo el país y que,
contradictoriamente con la política de ataque directo a los trabajadores
que manifiesta Cass Sunstein, hacen un recorrido lateral y se dirigen
primariamente contra el sistema educativo.
El 1° de julio
próximo comienza el nuevo año fiscal y las legislaturas estatales están
trabajando a toda velocidad para alcanzar acuerdos bipartidistas
alrededor de nuevos presupuestos ajustados, con el argumento de reducir
los déficit que abruman las economías interiores, cuando en realidad
solo buscan establecer un marco estratégico de políticas que les permita
aumentar el margen de ganancias de las empresas en medio de la crisis.
En Texas el acuerdo bicameral se alcanzó el 16 de mayo imponiendo
drásticos recortes a la educación, la salud y otros servicios sociales.
Hay preocupación en los sectores de la clase política texana porque la
alternativa de imponer despidos masivos y cierre de colegios, hospitales
y hogares de ancianos, dejaría sin tocar una suma considerable de
dinero en efectivo del Rainy Day Fund, el fondo estatal para prevención
de tornados, que asciende a 9 mil millones de dólares. El gobernador
republicano Rick Perry, un desacomplejado agente de los
multimillonarios, ya anunció su oposición a cualquier proyecto de ley
que incluya gastos del Fondo de Reserva, a pesar de haber utilizado
previamente dinero del fondo en sus propios proyectos.
Si bien
ambas cámaras de la legislatura estatal están dominada por los
republicanos, los demócratas no han puesto ninguna oposición seria al
recorte de los programas sociales.
Muchos distritos escolares
locales están anticipando recortes de fondos estatales de miles de
millones y han propuesto despidos del personal y otras reducciones en
los programas. Algunos distritos escolares se quejan de que están siendo
forzados a efectuar tantos despidos que están cerca de sobrepasar la
cantidad máxima de estudiantes por maestro permitida por la ley.
En cuanto a la educación superior, los recortes a los subsidios a la
universidad, a las becas y a otros programas de ayuda supondrán una suba
en las matrículas. La Universidad Tecnológica de Texas, una de las más
grandes universidades del Estado, ya dijo que efectuará 800 despidos
este año, cerca del 5% de su plantilla total, como resultado de los
recortes de fondos. Otras universidades también anunciaron despidos y
aumentos de matrículas.
Por su parte el presupuesto del
gobernador demócrata de Nueva York, Andrew Cuomo, prevé un recorte de $
1.3 mil millones a la educación, al mismo tiempo que elimina la llamada
“sobretasa” a los millonarios, reintegrando 5 mil millones de dólares a
los bolsillos de los grandes empresarios.
La Unión de Maestros
del Estado de Nueva York ha dicho que habrá 13.500 empleados despedidos.
La Alianza para la Calidad de la Educación reportó que el 88% de los
700 distritos está despidiendo a personal escolar, como consejeros,
bibliotecarios y ayudantes y profesores.
Por su parte, el
Estado de Nevada lidera los indicadores estadounidenses de desempleo,
bancarrotas y ejecuciones hipotecarias y tiene un déficit presupuestario
que asciende al 54% del presupuesto total del Estado, el porcentaje más
alto de la nación.
Brian Sandoval, el recientemente asumido
gobernador republicano ha propuesto un presupuesto de $ 5.8 mil millones
para los próximos dos años, una partida idéntica a la del período
2007-2008. Planea reducir la educación K-12 (inicial, primaria y
secundaria) en $ 270 por estudiante y también la educación superior por
un monto total de $ 162 millones de dólares.
Este recorte de $
162 millones de dólares propuesto por Sandoval implica dos opciones: si
se efectúa a través de despidos supone la eliminación de 1.850
profesores y otros puestos de trabajo del personal; para cubrirlo
mediante aumentos de matrícula habría que incrementar, en el caso típico
de la Universidad de Nevada, Las Vegas (UNLV), las cuotas de los
estudiantes desde los actuales $ 6.574 a $ 10.744, un incremento de más
del 60%.
Ya se han hecho recortes importantes a la educación
superior en Nevada. El presupuesto de la Universidad de Nevada en Reno
se ha reducido en $ 44 millones, un 20% desde el año 2009, resultando en
el despido de más de 100 profesores y empleados y la eliminación
definitiva de 400 puestos, más la clausura de veintitrés programas de
licenciatura y el aumento del 28% en el valor de la matrícula. Con la
nueva propuesta de presupuesto deberán eliminarse los programas de
teatro y danza, así como el programa de licenciatura en francés.
El déficit presupuestario en Nevada ha hecho salir reiteradamente a los
trabajadores y a los estudiantes a las calles para reclamar contra los
ataques a su nivel de vida. Desde el pasado mes de marzo las protestas
se suceden a diario.
En las últimas semanas, los
administradores de las Escuelas comunitarias del condado de Plymouth, al
oeste de Detroit, han enviado a los maestros 269 notificaciones de
despido. Algunos de ellos podrían ser recontratados después de una
reestructuración masiva, pero cientos de personas se quedarán sin
trabajo.
La Fiegel Elementary School, la escuela con mayores
posibilidades de enfrentar un cierre, es el hogar de muchos estudiantes
de familias de bajos ingresos que viven cerca. Si la institución se
cierra, los padres y los educadores se verán obligados a encontrar
maneras de transportar a los niños a una de las cuatro escuelas del área
circundante. Las relaciones de larga data entre los estudiantes,
padres, maestros y el personal quedarán divididas.
En la
cercana Ann Arbor, sede de la Universidad de Michigan, el distrito
escolar enfrenta recortes de presupuesto por $ 15.1 millones para el año
escolar 2011-2012. La administración planea despedir a alrededor de 70
maestros, eliminar el transporte para estudiantes de secundaria, cortar
la financiación de los programas deportivos, unificar varios trabajos de
administración y despedir a los custodios.
Según el plan del
gobernador de Michigan, Rick Snyder, el presupuesto de educación
reduciría el gasto por alumno de las escuelas K-12 por un monto total de
$ 470 dólares cada uno -una combinación de $ 300 dólares en cortes
estatales y $ 170 dólares en fondos federales. Esto equivale a un
descenso del 8 al 10% de la financiación para la mayoría de los
distritos en el Estado. La Cámara de Representantes de Michigan propone
hacer recortes aún mayores. Bajo ese plan la financiación total federal y
estatal se reduciría hasta en 501 dólares por estudiante.
Los
legisladores demócratas han planteado algunas objeciones a los recortes
que se están preparando, pero se unen a sus colegas republicanos en que
las reducciones deben ser hechas. Lo mismo que el partido a nivel
nacional los demócratas de Michigan apoyan la "reforma educativa", es
decir, a la introducción de salarios basados en el mérito, la revocación
de los estatutos de antigüedad docente y la implementación de
evaluaciones que permitan identificar las escuelas “fallidas”, que serán
cerradas o sufrirán despidos masivos de personal o se transformarán en
escuelas “charter”.
El Partido Demócrata, que controla el
Ayuntamiento de Detroit, hizo una convocatoria a nuevos recortes. El
Consejo propone recortar otros $ 65 millones en el gasto que se agregan a
la reducción de 200 millones dólares que figura en el presupuesto
presentado en abril por el alcalde David Bing.
Entre las áreas
seleccionadas se encuentran el transporte público, los bomberos y la
policía. El presupuesto también contiene enormes reducciones de
financiación a las instituciones culturales de Detroit como el Instituto
de Artes de Detroit (DIA), el Museo Histórico de Detroit y el Museo
Charles H. Wright de Historia Afroamericana.
Los demócratas de
Illinois, que controlan ambas Cámaras de la Asamblea General, están de
acuerdo en que el déficit del Estado se ejecutará principalmente a
través de recortes al sistema de salud, a la educación, sobre la
indemnización de los trabajadores y en la ayuda a los municipios.
La Cámara también intenta reducir los pagos a los hospitales de
Medicaid por un monto de $ 463 millones, lo que tendrá un efecto
devastador en muchos hospitales. También se prevé, aunque es parte de
otro proyecto de ley, la reducción de los honorarios pagados a los
proveedores médicos para el tratamiento compensatorio de las lesiones de
los trabajadores.
El vocero demócrata de la Cámara, Michael
Madigan, despreciando a los muchos trabajadores que se lesionan en sus
tareas, dijo: "hoy en día la compensación a los trabajadores es un club
entre los médicos, los abogados y a veces los sindicatos que no está
trabajando en el mejor interés del trabajador lesionado. Creo que debe
ser cambiado".
Por su parte los legisladores de Florida votaron
el viernes 13 de mayo a favor de poner un tope a los pagos a Medicaid,
proveedores del sistema de salud, reemplazando el actual sistema de
reembolsos de pagos por servicio. La legislación va a modificar
profundamente la calidad y disponibilidad de la atención médica de 2,9
millones de beneficiarios estatales de Medicaid.
Esta medida es
el plan más radical propuesto por cualquier Estado hasta ahora,
articulado por la élite dirigente con la finalidad de liquidar a
Medicaid, el programa de seguros de salud para los pobres financiado por
la articulación de las instancias estatal y federal. Los defensores del
proyecto de ley afirman absurdamente que el nuevo sistema ahorrará al
Estado $ 1.100 millones de dólares sin afectar la calidad o la
disponibilidad de la atención.
En Pennsylvania, a raíz de la
brutal propuesta de presupuesto 2011-2012 del gobernador Tom Corbett,
que elimina $ 1.2 mil millones de dinero de la educación pública, el
distrito escolar de Filadelfia debe enfrentar ahora un déficit de 629
millones dólares.
El Distrito Escolar ha respondido que deberá
aumentar la cantidad de alumnos por clase, redimensionar las clases de
arte y humanidades, sustituir los programas de kindergarten de día
completo por programas de medio día y despedir a 3.820 empleados. El
transporte en autobús y también desaparecerán los pases SEPTA para
45.000 estudiantes de las escuelas públicas y privadas.
El
distrito entregó algunos de sus edificios a los operadores de escuelas
"charter" y varias de ellas se transformaron en "Academias Promesa"
(Promise Academies) que reciben fondos adicionales para pagar por
jornadas escolares más largas, más años de escuela y trabajar los
sábados. Sin embargo, incluso estas escuelas se verán afectadas por
recortes de $ 200 por estudiante.
Al mismo tiempo el gobernador
concesionó más tierras estatales a la expansión de la industria del gas
natural e incluso ha sugerido que para compensar los recortes a las
universidades estatales éstas abran sus sedes a las empresas de gas
natural. Seis de las 14 escuelas del sistema estatal se encuentran en
terrenos sobre la pizarra Marcelo, la formación de roca subterránea que
es el foco de desarrollo energético en Pennsylvania. Corbett ya recibió $
1 millón de dólares en fondos de campaña de la industria del gas
natural.
El 16 de mayo, Jerry Brown, gobernador demócrata de
California, dió a conocer su proyecto de presupuesto conocido como “la
revisión de mayo”, donde se esfuerza por cerrar el déficit mediante
medidas fiscales regresivas contra la clase obrera por un monto de $ 9,1
mil millones.
El gobernador amenazó con poner en práctica miles
de millones más en recortes a la educación K-12 y a otros servicios
sociales si sus propuestas fiscales no son aprobadas. Al mismo tiempo
plantea miles de millones de dólares en reducciones de impuestos a las
corporaciones.
Estas nuevas medidas se suman a los más de $ 8
mil millones en recortes ya aprobados por la legislatura en lo que va
del año. Estos recortes, aprobados con el apoyo de los demócratas del
Senado en marzo pasado, incluyen: $ 1 mil millones de CalWorks, el
programa de bienestar de California para el trabajo; 1,7 mil millones
dólares de prácticas médicas, el programa estatal de seguro de salud
para los residentes pobres y $ 1.4 mil millones en educación superior.
La mano de obra estatal también se redujo en 5.500 empleos y 70 parques
estatales fueron cerrados.
En este desolador panorama solo
sobresale Vermont que se convertirá en el primer estado en ofrecer un
sistema de salud de pagador único, lo cual deja fuera a las empresas de
seguros de salud, la principal causa del aumento de los costos de salud
en Estados Unidos. En un sistema de pagador único pueden operar tanto
proveedores de salud públicos como privados, como siempre lo han hecho.
Pero en lugar de que el paciente o la empresa de seguro de salud del
paciente pague por el servicio, lo hará el Estado. Básicamente significa
que habrá Medicare para todos: se extiende ese derecho a toda la
población.
Se puede hacer, incluso en medio de la crisis, incluso
dentro del capitalismo. Porque el objetivo de los planes de ajuste que
recorren todo Estados Unidos no es reducir el déficit fiscal, sino
asestar un golpe político estratégico contra la clase obrera americana, a
fin de preservar e incrementar su tasa de ganancia en cualquier
escenario posible.
Fuente, vìa :
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=129447
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=129447
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