Desde Lima
Con un inusitado escenario de cinco candidatos peleando el pase a
segunda vuelta, el debate entre ellos realizado el domingo en la noche
en el céntrico Hotel Sheraton de Lima estuvo rodeado de una gran
expectativa. Transmitido en directo por todos los canales de televisión,
el debate paralizó a buena parte del país. Ollanta Humala, el candidato
de la izquierda que encabeza las encuestas; el ex presidente Alejandro
Toledo; Keiko Fujimori, la hija del encarcelado ex dictador Alberto
Fujimori; el neoliberal ex ministro de Economía Pedro Kuczynski y el
derechista ex alcalde de Lima Luis Castañeda debatieron durante dos
horas y media sobre lucha contra la pobreza, generación de empleo,
seguridad ciudadana y narcotráfico, los temas acordados por los
protagonistas. De política internacional no se dijo nada.
Humala, con la ventaja del primer lugar, jugó a evitar la confrontación y no se apartó un milímetro del guión que llevó escrito y que leyó en cada una de sus intervenciones. Incluso cuando le tocó el turno de responder las críticas de sus oponentes siguió leyendo sus propuestas. Toledo fue el más punzante, confrontó permanentemente con sus rivales, especialmente con Humala y Keiko Fujimori, pero por momentos se mostró algo nervioso y errático. Keiko exhibió aplomo y soltura, reivindicó el gobierno autoritario de su padre –terminó su intervención diciendo que se sentía orgullosa de ser hija de Alberto Fujimori–, pero eludió los temas de corrupción y violaciones a los derechos humanos por los cuales su padre cumple condena de 25 años de prisión. Kuczynski se movió en la intrascendencia y no se destacó como necesitaba para ganar los puntos que le faltan para pasar a la segunda vuelta. Castañeda, que entró al debate con una tendencia a la baja en las encuestas, estuvo opaco y se fue dejando la sensación de ser el primero de los cinco en quedar fuera de carrera.
El debate tuvo por un lado a Humala con sus propuestas de cambio del modelo económico neoliberal, aunque con una intensidad más baja de lo que ha sido su discurso anterior, y por el otro lado a los otros cuatro candidatos defendiendo la continuidad del neoliberalismo. El candidato de la izquierda, sobre el cual los medios han desatado una campaña de miedo, se esforzó por mostrarse lo más moderado posible. Acusado de radical, habló de “cambio gradual” para mejorar la redistribución de los ingresos; señalado como estatista, se comprometió a respetar la inversión privada.
“Creo que Humala ha sido el gran ganador del debate porque fue a consolidarse y lo consiguió. Humala, que tiene cautivo el voto de izquierda, fue absolutamente fiel al libreto de correrse al centro que ha venido manejando en este último tiempo para aplacar los temores de las clases medias. Es cierto que estuvo muy rígido porque llevó todo por escrito y leyó todo el tiempo, le faltó espontaneidad, mostró incapacidad de ser él mismo al depender de un texto escrito, pero en términos del contenido de lo que dijo consolidó su corrida al centro y por eso digo que es el ganador. El suyo fue un mensaje tranquilizador para los sectores medios, urbanos y empresariales”, le señaló a Página/12 Carlos Monge, antropólogo, historiador e investigador del Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo-Desco.
Humala reservó los pocos dardos que lanzó para Toledo, como cuando, en clara alusión al ex presidente, dijo que quienes habían gobernado ahora ofrecen lo que no hicieron. “En el debate quedó claro que la estrategia de Humala es no cuestionar a Keiko Fujimori porque quiere pasar a la segunda vuelta con ella, porque sabe que con ella tiene mayores posibilidades de ganar que con Toledo”, asegura el analista Carlos Monge.
Sobre la disputa por el segundo lugar, Monge estima que Toledo puede haber sacado más ventaja a Fujimori, y ambos se colocaron en mejor situación sobre Kuczynski y Castañeda. “Toledo fue el que le puso ají al debate, pero se lo veía desesperado en concentrar la atención en él, en golpear a sus rivales y polarizar las cosas entre Humala y él. Su presentación no fue estelar ni especialmente buena, pero creo que en la disputa por el segundo lugar sale ganando frente a Keiko Fujimori, porque si bien ella se manejó con mucha soltura, su mensaje fue muy cerradamente fujimorista. Ese mensaje le permite a Keiko consolidar su 20 por ciento, pero no se abre ni un poco hacia otros sectores y con eso no sé si pueda ganar votos entre los indecisos o capitalizar algo de la caída de candidatos como Castañeda, que en el debate estuvo muy mal. Monge agrega: “Creo que Kuczynski es el gran perdedor, por no haber aprovechado el debate para dar el salto que necesitaba”.
Fuente, vìa :
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-165575-2011-04-05.html
Humala, con la ventaja del primer lugar, jugó a evitar la confrontación y no se apartó un milímetro del guión que llevó escrito y que leyó en cada una de sus intervenciones. Incluso cuando le tocó el turno de responder las críticas de sus oponentes siguió leyendo sus propuestas. Toledo fue el más punzante, confrontó permanentemente con sus rivales, especialmente con Humala y Keiko Fujimori, pero por momentos se mostró algo nervioso y errático. Keiko exhibió aplomo y soltura, reivindicó el gobierno autoritario de su padre –terminó su intervención diciendo que se sentía orgullosa de ser hija de Alberto Fujimori–, pero eludió los temas de corrupción y violaciones a los derechos humanos por los cuales su padre cumple condena de 25 años de prisión. Kuczynski se movió en la intrascendencia y no se destacó como necesitaba para ganar los puntos que le faltan para pasar a la segunda vuelta. Castañeda, que entró al debate con una tendencia a la baja en las encuestas, estuvo opaco y se fue dejando la sensación de ser el primero de los cinco en quedar fuera de carrera.
El debate tuvo por un lado a Humala con sus propuestas de cambio del modelo económico neoliberal, aunque con una intensidad más baja de lo que ha sido su discurso anterior, y por el otro lado a los otros cuatro candidatos defendiendo la continuidad del neoliberalismo. El candidato de la izquierda, sobre el cual los medios han desatado una campaña de miedo, se esforzó por mostrarse lo más moderado posible. Acusado de radical, habló de “cambio gradual” para mejorar la redistribución de los ingresos; señalado como estatista, se comprometió a respetar la inversión privada.
“Creo que Humala ha sido el gran ganador del debate porque fue a consolidarse y lo consiguió. Humala, que tiene cautivo el voto de izquierda, fue absolutamente fiel al libreto de correrse al centro que ha venido manejando en este último tiempo para aplacar los temores de las clases medias. Es cierto que estuvo muy rígido porque llevó todo por escrito y leyó todo el tiempo, le faltó espontaneidad, mostró incapacidad de ser él mismo al depender de un texto escrito, pero en términos del contenido de lo que dijo consolidó su corrida al centro y por eso digo que es el ganador. El suyo fue un mensaje tranquilizador para los sectores medios, urbanos y empresariales”, le señaló a Página/12 Carlos Monge, antropólogo, historiador e investigador del Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo-Desco.
Humala reservó los pocos dardos que lanzó para Toledo, como cuando, en clara alusión al ex presidente, dijo que quienes habían gobernado ahora ofrecen lo que no hicieron. “En el debate quedó claro que la estrategia de Humala es no cuestionar a Keiko Fujimori porque quiere pasar a la segunda vuelta con ella, porque sabe que con ella tiene mayores posibilidades de ganar que con Toledo”, asegura el analista Carlos Monge.
Sobre la disputa por el segundo lugar, Monge estima que Toledo puede haber sacado más ventaja a Fujimori, y ambos se colocaron en mejor situación sobre Kuczynski y Castañeda. “Toledo fue el que le puso ají al debate, pero se lo veía desesperado en concentrar la atención en él, en golpear a sus rivales y polarizar las cosas entre Humala y él. Su presentación no fue estelar ni especialmente buena, pero creo que en la disputa por el segundo lugar sale ganando frente a Keiko Fujimori, porque si bien ella se manejó con mucha soltura, su mensaje fue muy cerradamente fujimorista. Ese mensaje le permite a Keiko consolidar su 20 por ciento, pero no se abre ni un poco hacia otros sectores y con eso no sé si pueda ganar votos entre los indecisos o capitalizar algo de la caída de candidatos como Castañeda, que en el debate estuvo muy mal. Monge agrega: “Creo que Kuczynski es el gran perdedor, por no haber aprovechado el debate para dar el salto que necesitaba”.
Fuente, vìa :
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-165575-2011-04-05.html
Imagen Efe
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