Ya lo habíamos dicho en diversas ocasiones: el señor Diego Hernández y otros ex ejecutivos de transnacionales mineras, llegaron a Codelco a
cumplir el objetivo que siempre persiguieron: su privatización. Pero
como para ello se requiere una reforma constitucional y un quórum que es
imposible alcanzar en la actualidad, se recurre entonces a una “gestión
preparatoria” o “propiciatoria” de una opinión que vaya en ese sentido.
Ello consiste en crear tales dificultades financieras y económicas en
la Corporación, que se llegue a la “conclusión” que para salvarla ya no
queda otro camino que su privatización en su totalidad, o por partes,
como ya se está haciendo con la venta de Edelnor, del yacimiento Inca de Oro, y se preparan las condiciones para la venta de Ventanas, El Salvador y Potrerillos.
Esta aseveración se está verificando más
rápido de lo que yo mismo pensaba. En efecto, en la presentación de su
primer año de gestión en Codelco, en una conferencia de prensa el 25 de
marzo pasado, el señor Hernández presenta su gestión como un gran éxito
en razón que las utilidades de la Corporación aumentaron en 2.020
millones de dólares el 2010, un 16,6%, en relación a 2009. Pero una
mirada atenta a las cifras permite decir que es una curiosa manera de
presentar las cosas.
En primer lugar, lo que el señor
Hernández olvidó comparar es el precio promedio del cobre, que el año
2010 fue de 3,42 dólares la libra, con un aumento de 46,2% en relación a
los 2,34 dólares la libra de 2009. Si proyectamos la producción de 2009
al precio de 2010, los ingresos por ventas de Codelco en 2010 debieron
superar los 15 mil millones de dólares, es decir alrededor de 800
millones de dólares más que los realmente obtenidos. La relación
ingresos/producción de cobre del año 2010, es de lejos el peor ejercicio
desde el 2004 a la fecha.
En segundo lugar, en 2010 hubo un
aumento de los costos de 1.231 millones de dólares, es decir 20,6% más
que el año 2009, y también los más elevados desde el año 2004.
En consecuencia, entre disminución de
las ventas y aumento de costos, el ejercicio 2010 fue peor que el 2009
en a lo menos 2 mil millones de dólares, y eso que el año 2009 era ya
uno de los peores resultados de Codelco de los últimos cinco años.
Comparemos lo malo que fueron los
resultados de Codelco el 2010 en relación al año 2006 por ejemplo. Ese
año, el precio promedio del cobre fue de 3,05 dólares la libra, es decir
12,1 % menos que el 2010. Sin embargo, el año 2006 las ventas de
Codelco alcanzaron a 15.825 millones de dólares, es decir 1.657 millones
de dólares más que el 2010 con similar producción. Si los parámetros de
2006 los proyectamos a la producción y precio del 2010, los ingresos
por venta hubieran sobrepasado 17 mil millones de dólares. Sin embargo,
los ingresos de Codelco el año 2010 alcanzaron solamente a US$14.068
millones, US$3 mil millones por debajo de lo que se debió obtener. No
existe nada que pueda justificar esta considerable caída de los ingresos
de Codelco el año 2010 en relación al 2006, porque fuera del cobre, en
el año 2010 los precios del oro y la plata son casi el doble que el
2006, y solo el precio del molibdeno es inferior. Si a esta caída de los
ingresos le sumamos 1.176 millones de dólares de aumento de costos en
relación al 2006, nos arroja que los resultados de 2010 son peores que
los del año 2006 en más de 4 mil millones de dólares. ¿Dónde está
entonces el profesionalismo del Directorio y de las nuevas autoridades
de Codelco?
Comparando precio y producción, los
ingresos por ventas de Codelco el año 2010, son de lejos los peores de
los últimos siete años. ¿Por qué bajaron tanto los ingresos por venta de
Codelco con la gestión del señor Hernández? Ya sabemos, y lo hemos
escrito antes, el señor Hernández es experto en perder dinero en los
mercados de futuro del cobre, que es un mercado especulativo donde no se
transa cobre físico. En 1995 Minera Mantos Blancos (hoy Anglo American Norte),
dirigida entonces por el señor Diego Hernández, perdió el 25% de sus
ingresos operacionales en los mercados de futuro del cobre.
“Curiosamente”, el señor Hernández fue premiado por la casa matriz Anglo
American. ¿Por qué? Pues porque fue una empresa relacionada la que
percibió las ganancias que perdió Mantos Blancos que –además- no pagó
impuesto a la renta en Chile porque perdió todas sus ganancias de ese año. Magia pura: perder para ganar más.
La misma magia parece estar ocurriendo
en Codelco, puesto que no se explica que con el precio del cobre
observado en 2010, Codelco haya tenido una caída tan considerable en sus
ingresos por venta en relación al año 2009, y sobre todo en relación a
los años 2006 y 2007. Esta inexplicable caída de las ventas, que supera
largamente los 3 mil millones de dólares en relación a los años 2006 y
2007, solo puede ser explicado por pérdidas en los mercados de futuro
del cobre, puesto que este tipo de pérdidas son contabilizadas como
disminución “extracontable” de los ingresos por ventas, lo que permite
disfrazarlas y ocultarlas y que no aparezcan en la contabilidad. Sólo
nos falta conocer quiénes o qué empresas “ganaron” o que fueron
favorecidas con estas pérdidas de Codelco en los mercados de futuro del
cobre.
Ahora bien, si estas pérdidas, o
técnicamente disminución de los ingresos por ventas, no se produjeron en
los mercados especulativos de derivados, entonces se perdieron en la
venta de cobre físico. Es decir Codelco debió haber vendido varios
barcos cargados con barras de cobre a precios muy inferiores al mercado.
Nuevamente cabe la pregunta: ¿quiénes fueron los favorecidos con estas
ventas a menor precio? Solo cabe esperar que los favorecidos no sean
filiales de empresas “amigas” como BHP Billiton, Anglo American o Xtrata, la otra socia mayoritaria de Collahuasi.
Evidentemente que los primeros interesados en investigar esta
situación, debiera ser el nuevo, muy profesional y calificado directorio
de Codelco, en el que participa el señor Fernando Porcile,
ex alto ejecutivo de varias transnacionales mineras y que conoce a la
perfección el negocio minero. Pero no se oye padre, el directorio parece
no haberse dado cuenta de esta colosal caída de los ingresos de la
empresa que dirige.
CONTROLADORES AUSENTES
El segundo interesado en sacar conclusiones sobre este tema debiera ser el ente fiscalizador de Codelco que es Cochilco, pero este organismo nunca ha fiscalizado en el pasado y ahora lo hará menos que nunca. Por su parte, la Contraloría puede
fiscalizar a través de Cochilco, e incluso lo puede hacer de oficio
aunque no exista queja o solicitud de parte de alguna persona o
institución. Pero estas enormes pérdidas significan una menor
recaudación tributaria de a lo menos 1.500 millones de dólares, por lo
que el S.I.I. debiera estar altamente interesado en
investigar esta situación. Finalmente, como estas pérdidas son muy
superiores a los 170 millones de dólares que perdió Juan Pablo Dávila en 1994, con mayor razón la Cámara de Diputados debiera designar una Comisión Investigadora, independientemente, y que además entren a tallar nuestros tribunales de justicia.
Cuando fue designado el señor Diego
Hernández como Presidente Ejecutivo de Codelco, tanto las autoridades de
gobierno como el directorio de la empresa, se felicitaron de su
elección por su indudable capacidad técnica y experiencia de alto
ejecutivo de transnacionales mineras, y que a la vez se designara como
Vicepresidente de Administración y Finanzas al señor Thomas Keller,
ex Presidente Ejecutivo de Minera Collahuasi. En consecuencia, esta
colosal caída de los ingresos de Codelco, no puede deberse a
inexperiencia o incapacidad técnica de estos ejecutivos, por el
contrario, tienen demasiada experiencia en la minería del cobre. ¿Por
qué entonces su primer año de gestión en Codelco es un fracaso, cuando
en principio venían para aumentar la competitividad de la empresa?
La respuesta no puede ser otra que la
que siempre sostuve: llegaron para ir generando las condiciones para
privatizar Codelco, y los resultados de 2010, están ahí para
demostrarlo.
La metodología está clara: se presentan
éxitos maquillando cifras. Al cabo de algún tiempo, “se constata” que en
realidad la situación está francamente mala y se necesitan medidas
“extremas” que, por supuesto, no impliquen que el presupuesto del
Estado, tan “preocupado” o “focalizado” en las necesidades urgentes de
la gente, sea distraído en salvar una empresa. No queda otra solución
que la venta.
Por Julián Alcayaga O.
Economista
Vìa :
http://www.elciudadano.cl/2011/04/14/codelco-a-la-deriva-y-el-como-se-prepara-su-privatizacion/
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