(apro).- Mientras la Corte Penal Internacional estudia la posibilidad de
fincar responsabilidades al régimen de Moammar Gadafi por crímenes de
guerra y lesa humanidad, este jueves el líder libio reanudó la ofensiva
contra la zona petrolera de Brega, en el este del país.
El fiscal de la CPI, Luis Moreno-Ocampo, aseguró en Bruselas que investigará a Gadafi, a sus hijos y a colaboradores de alto rango por crímenes contra la humanidad, pues, consideró, “nadie tiene el derecho de masacrar civiles”.
De acuerdo con fuentes opositoras, miles de personas han muerto en la represión contra las protestas y subsiguiente revuelta contra el régimen de Gadafi iniciadas el pasado 15 de febrero.
Este jueves, la fuerza aérea volvió a bombardear la estratégica ciudad de Brega, en el este del país, tomada por los insurgentes, en una operación que no dejó víctimas, según un médico del hospital local.
Poco antes, un grupo opositor a Gadafi salió de Ajdabiya, a 70 kilómetros de Brega, para defender esta localidad que los hombres del dictador intentaron tomar la víspera con apoyo de la aviación y de la artillería pesada. Ese ataque fue rechazado tras violentos enfrentamientos que dejaron 12 muertos, nueve rebeldes y tres atacantes.
Brega y Adjabiya son dos puntos estratégicos para cualquier avance hacia la capital.
Por otra parte, la OTAN señaló hoy que no tiene "ninguna intención" de intervenir en Libia, pero que sus autoridades militares se preparan para "cualquier eventualidad".
De acuerdo con la Liga Libia de Derechos Humanos, la represión de la rebelión dejó unos seis mil muertos, incluyendo tres mil en Trípoli y dos mil en Bengasi. Ese balance de víctimas en esta última ciudad es muy superior al de fuentes médicas y al del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que refieren entre 220 y 250 fallecidos.
La comunidad internacional busca también una respuesta al éxodo masivo de personas –más de seis mil extranjeros-- que huyen del conflicto. En tal sentido, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) pidió el envío de centenares de aviones para evacuar a la multitud que se agolpa en la frontera con Túnez.
En otro orden, se informó que Gadafi prácticamente aceptó la mediación propuesta por el presidente venezolano Hugo Chávez y que consistiría en enviar a Libia una misión internacional, con representantes de países de América Latina, Europa y Medio Oriente para encontrar una solución a la crisis que enfrenta la nación africana desde el pasado 15 de febrero.
El gobierno de Francia, en tanto, criticó la propuesta de Chávez y rechazó cualquier iniciativa encaminada a mantener a Gadafi en el poder, quien lo ostenta desde 1969. “Cualquier mediación que le permita permanecer en el poder no es, obviamente, bienvenida”, dijo el recién nombrado ministro de Relaciones Exteriores francés, Alain Juppé, en respuesta a una pregunta sobre la oferta venezolana.
El presidente estadunidense, a su vez, consideró en Washington que al perder la legitimidad para liderear su país, Barack Obama debe irse.
El fiscal de la CPI, Luis Moreno-Ocampo, aseguró en Bruselas que investigará a Gadafi, a sus hijos y a colaboradores de alto rango por crímenes contra la humanidad, pues, consideró, “nadie tiene el derecho de masacrar civiles”.
De acuerdo con fuentes opositoras, miles de personas han muerto en la represión contra las protestas y subsiguiente revuelta contra el régimen de Gadafi iniciadas el pasado 15 de febrero.
Este jueves, la fuerza aérea volvió a bombardear la estratégica ciudad de Brega, en el este del país, tomada por los insurgentes, en una operación que no dejó víctimas, según un médico del hospital local.
Poco antes, un grupo opositor a Gadafi salió de Ajdabiya, a 70 kilómetros de Brega, para defender esta localidad que los hombres del dictador intentaron tomar la víspera con apoyo de la aviación y de la artillería pesada. Ese ataque fue rechazado tras violentos enfrentamientos que dejaron 12 muertos, nueve rebeldes y tres atacantes.
Brega y Adjabiya son dos puntos estratégicos para cualquier avance hacia la capital.
Por otra parte, la OTAN señaló hoy que no tiene "ninguna intención" de intervenir en Libia, pero que sus autoridades militares se preparan para "cualquier eventualidad".
De acuerdo con la Liga Libia de Derechos Humanos, la represión de la rebelión dejó unos seis mil muertos, incluyendo tres mil en Trípoli y dos mil en Bengasi. Ese balance de víctimas en esta última ciudad es muy superior al de fuentes médicas y al del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que refieren entre 220 y 250 fallecidos.
La comunidad internacional busca también una respuesta al éxodo masivo de personas –más de seis mil extranjeros-- que huyen del conflicto. En tal sentido, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) pidió el envío de centenares de aviones para evacuar a la multitud que se agolpa en la frontera con Túnez.
En otro orden, se informó que Gadafi prácticamente aceptó la mediación propuesta por el presidente venezolano Hugo Chávez y que consistiría en enviar a Libia una misión internacional, con representantes de países de América Latina, Europa y Medio Oriente para encontrar una solución a la crisis que enfrenta la nación africana desde el pasado 15 de febrero.
El gobierno de Francia, en tanto, criticó la propuesta de Chávez y rechazó cualquier iniciativa encaminada a mantener a Gadafi en el poder, quien lo ostenta desde 1969. “Cualquier mediación que le permita permanecer en el poder no es, obviamente, bienvenida”, dijo el recién nombrado ministro de Relaciones Exteriores francés, Alain Juppé, en respuesta a una pregunta sobre la oferta venezolana.
El presidente estadunidense, a su vez, consideró en Washington que al perder la legitimidad para liderear su país, Barack Obama debe irse.
Fuente, vìa :
http://proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/88797
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