lunes, 28 de marzo de 2011

Chile : “El sobrepeso es el precio que está pagando la sociedad con este sistema” Juan San Cristóbal

comidaLa realidad nutricional de la población confirma las sospechas sobre una salud cada vez peor, amenazada por
una alimentación deficiente, escasa actividad deportiva y el cigarro o la bebida. Incluso surgen análisis paralelos que señalan la obesidad como un aspecto de status que nos compara con países modernos, "a diferencia de la desnutrición que es síntoma de pobreza y que Chile supo atacar en un corto período" señaló la doctora Raquel Burrows.




El diagnóstico es irrefutable: más de un millón 700 mil niños presentan problemas de sobrepeso u obesidad. Sumado a poco más de ocho millones de adultos significa un 65 por ciento de la población chilena con problemas de nutrición y salud, una cifra abismante de personas que no se alimentan bien y la cifra no tiene atisbos de detenerse o disminuir.
Raquel Burrows, médico de la Universidad de Chile y experta en obesidad infantil,  apunta a la conciencia de los padres como el principal factor sobre un índice tan alto de niños con sobrepeso. “Los padres saben perfectamente cuáles son los alimentos de la comida chatarra, hay ofertas de actividad física al alcance de todos los bolsillos y los supermercados comienzan a destacar las opciones saludables, pero no es del interés de los consumidores. Los padres no valoran la comida sana como un aporte al crecimiento, están preocupados de la tecnología, pasan horas trabajando pero no por salud o educación, están buscando un mejor auto, televisión o celular. El sobrepeso es el precio que está pagando la sociedad con este sistema económico” apunta.
A su juicio, los niños son los principales perjudicados con este sistema de alimentación, ya que no existen esperanzas de cambio y el proceso formativo implica mayores consecuencias. Burrows explica que “los niños que hoy son obesos serán los futuros diabéticos, hipertensos y con problemas cardiovasculares, mucho más que sus padres y abuelos por estar gordos por más tiempo y producto de una alimentación más chatarra. Una amenaza para este grupo es que no forman músculos, y son los músculos los que reciben el golpe alimenticio, entonces no solamente no oxidan los alimentos sino que llenan su cuerpo de grasas y azúcares”.
La especialista explica que es un tema conocido en la población, es decir, se sabe cuáles son los alimentos que hacen daño y cuáles son las alternativas saludables, pero se distingue además una variante socioeconómica, ya que “cuando las familias no entregan las condiciones básicas de desarrollo, el Estado debe hacerse cargo, y hoy los niños no pueden confiar en sus padres por una alimentación sana, pero eso no lo podemos decir”.
Respecto a las políticas públicas, Burrows va más allá y argumenta que “la obesidad es una enfermedad de países desarrollados, lo que da un poco de status mundial, a diferencia de la desnutrición que es un síntoma de pobreza que Chile atacó rápidamente, pero en el afán de compararnos con grandes potencias es que asimilamos la obesidad como algo normal que conlleva el desarrollo, y ahí es el Estado quien tiene la responsabilidad”.
Elige Vivir Sano: la respuesta de gobierno
En febrero de 2010, la Primera Dama de Estados Unidos, Michelle Obama, lanzó el programa “Let’s Move” (A moverse) en su país para combatir la obesidad de niños y adolescentes, la que afecta la mitad de la población en este grupo etéreo. Coincidentemente, pocos días antes de la visita de la familia Obama a Chile, el gobierno local lanzó la campaña “Elige vivir sano”, encabezada por la Primera Dama Cecilia Morel, la que contempla un sitio web (www.eligevivirsano.cl) con información práctica, además de la coordinación de cien corridas y cien ciclovías en distintas ciudades del país, las que comienzan con una cicletada masiva para este 10 de abril en el Parque Forestal.
El programa tiene un costo de 3 mil 600 millones de pesos, contempla el trabajo de distintos ministerios y gira en torno a cuatro puntos básicos: alimentación sana, actividad física, entorno natural y recreación familiar. Si bien el sitio está en marcha blanca, hay datos que es difícil asimilar, como considerar dos panes como ración saludable diaria. Los expertos han valorado la iniciativa de gobierno. Nutricionistas y otros especialistas han señalado que la población requiere información rápida y atractiva para comenzar un cambio. No obstante, la doctora Raquel Burrows descarta un cambio drástico al indicar que “es un programa político, como lo hace cualquier gobierno. Si quisiéramos un cambio real, es necesario modificar las políticas públicas a nivel macro, cuyas medidas sean divididas a corto y largo plazo con proyectos de al menos una década. La intención de gobierno ayuda, pero es insuficiente ante la gravedad del problema”.
La experiencia Fitbook
Fitbook es un programa de monitoreo saludable forjado desde el Centro de Nutrición Molecular de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica. Basta con inscribirse (www.alimentatesano.cl) y responder un cuestionario respecto a cantidad de alimentos, frecuencia de consumo y actividades físicas para recibir un diagnóstico sobre el estado saludable de cada persona, el cual puede completarse semanalmente para evaluar los cambios y considerar una visita al nutriólogo.
A la fecha el programa cuenta con casi 31 mil inscritos, de los cuales tres cuartas partes registran estudios superiores. Del universo general, el 60 por ciento son mujeres, mismo porcentaje para inscritos de región Metropolitana, con 21 mil inscritos entre 20 y 39 años.
Sus balances permiten una importante radiografía del público adulto: el 55 por ciento de los hombres registra un sistema de alimentación deficiente, pero las mujeres sorprenden con un 63 por ciento. En niveles malos, los hombres lideran con 38 por ciento contra un 30 por ciento femenino, y con ello llegamos al 93 por ciento en ambos géneros.
Federico Leighton, director del programa Fitbook, apunta al desayuno como la primera y más importante batalla diaria. A juicio del experto, “el desayuno es la comida más importante donde cada persona debe privilegiar alimentos sanos que favorezcan saciedad para el resto del día”. En este punto subraya sobre tres pecados capitales: El pan blanco, la mantequilla y el azúcar, por lo que destaca las alternativas del mercado a disposición: “Chile es un país rico en alimentos y puede acercarse a una dieta mediterránea, esto significa que al desayuno reemplacemos el pan blanco por integral, que eliminemos la mantequilla y usemos verduras, ojalá palta, y que el azúcar sea reemplazada por miel u otros endulzantes. Cambiar de cuatro cucharadas a una pizca de azúcar es un paso intermedio que permite acostumbrarse a ello”.
Respecto a los hábitos alimenticios, Leighton reconoce que la situación laboral implica acomodar la situación del almuerzo. El estudio PAL (Programa de Alimentación Laboral) investigó sobre empresas que cuentan con casino y modificó la dieta hacia una orientación mediterránea. En el caso de trabajadores y estudiantes que comen por su cuenta, el especialista indica que “las mujeres saben cuidarse y almorzar una merienda sana, nutritiva, en cambio los hombres van por el completo, la hamburguesa y alimentos chatarra que cargan con el sobrepeso que hoy afecta a los chilenos”. La actividad física consiste en correr al local más cercano por el perfecto acompañamiento de las papas fritas.
Qué alimentos consumir
Todos se preguntan qué alimentos son los más saludables y es sabido qué alimentos son los que debemos evitar. No obstante, Federico Leighton apunta a un análisis médico que permita diagnosticar una dieta según requerimientos personales. El experto destaca que no es razonable medir una dieta según calorías y asegura que “en la dieta mediterránea hay un 40 por ciento de calorías que provienen de grasas, lo que supera la norma, pero vienen del pescado y el aceite de oliva, entonces no es la caloría un elemento para juzgar el beneficio de los alimentos, es necesario analizar el índice glicémico de cada alimento y el contexto en que se ubica su consumo”.
Es necesario insistir que el pescado y las frutas son productos destinados a mejorar las condiciones de salud de una persona y Chile es un país productor mundial de ambos sin que su consumo sea el indicado en la población. Por otro lado, las gaseosas y los locales de comida chatarra mantienen al país en lo alto de los rankings internacionales.
David S. Ludwig es endocrinólogo de la Universidad de Harvard y visitó Chile en marco del simposio de Índice Glicémico organizado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA). Considerado por la influyente revista TIME como “el guerrero contra la obesidad”, Ludwig ha señalado que la alimentación que orienta el sobrepeso tiene factores clave, como el índice de azúcar que contienen, el cual sube y baja rápidamente en la sangre una vez consumido, lo que implica recuperar el apetito en poco tiempo y con ello, perder la concentración buscando sólo saciar el apetito, relacionando una conducta alimentaria con estrés o rendimiento laboral.
El experto aconseja preferir alimentación de lenta digestión que permita un mayor beneficio de los alimentos, quien ha señalado seis puntos clave en el cambio de hábitos alimentarios:
- Eliminar bebidas azucaradas y jugos. En niños, disminuir el alto consumo de jugos y adultos no consumir bebidas alcohólicas mezcladas con gaseosas.
- Reemplazar la harina refinada por harina integral en pan, pastas y similares.
- Reemplazar el pan al desayuno por frutos secos, cereales y aumentar consumo de semillas.
- Privilegiar el consumo de frutas y verduras entre comidas durante el día.
- Reemplazar mantequilla y productos grasos por aceite de oliva o paltas y verduras.
- Privilegiar el consumo de pescados y frutos secos por sobre carnes rojas.
Fuente, vìa :
http://radio.uchile.cl/noticias/108029/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

free counters

Datos personales

Mi foto
Malas noticias en los periòdicos, asesinatos, enfermedad, pobreza, dolor, injusticias, discriminaciòn, guerras, lo grave es que nos parece normal.

Ecologia2