¡Libertad al soldado Bradley Manning!
De
ser cierta la historia que cuenta el periodismo, Bradley Manning, de 22
años, “analista de inteligencia categoría 35F”, hizo un gran servicio a
su pueblo, al pueblo afgano y a la humanidad toda, al entregar al
periodismo 91.000 documentos electrónicos secretos que revelan decenas
de miles de crímenes de la ocupación en Afganistán.
El
joven Manning está preso y lo quieren juzgar por “alta traición”. Pero,
aunque para los genocidas que mandan en Washington sea un “traidor”, es
en realidad un héroe, y así debe ser reconocido. “Quería convertirse
en un héroe denunciando el cinismo occidental”, dice el periodista, como
si su acción enormemente valiente y arriesgada persiguiera sólo un
mezquino interés individualista personal de ser “famoso”. El periodista
también habla de sus relaciones familiares, problemas con el padre y la
madre… No conocemos a Bradley y no podemos adivinar sus motivaciones
personales, pero, por la inteligencia que denota la función que ejercía y
la acción que realizó, es imposible que creyera que el ejército
genocida norteamericano le fuera a dar una medalla.
En el desierto iraquí
En
el desierto iraquí, en una base militar a 60 kilómetros de Bagdad, el
soldado Bradley Manning, de 22 años, se la pasaba, siete días a la
semana, frente a una pantalla, analizando información sobre el enemigo
para incluirla en las bases de datos clasificadas del Ejército
estadounidense. Dice el diario El País “En aquellas interminables
jornadas, rodeado por otros soldados, un calor de 43 grados y tormentas
de arena, en una batalla que no sentía como suya, descubrió en su
interior el desapego que sentía hacia su país y sus guerras. No tenía
una relación especialmente cercana con su padre, que fue soldado como él
y vivía en Oklahoma. Ni con su madre, que se había mudado tiempo atrás a
Gales. En aquellas estancias militares se sentía un don nadie y soñaba
con cambiar el mundo. De ser Manning, un soldado más, a ser Manning, el
héroe que dejaría en evidencia el cinismo occidental. En noviembre de
2009, vio clara su oportunidad. Como analista de inteligencia, categoría
35F, usaba unos ordenadores conectados a dos redes ultrasecretas del
Pentágono: SIPRNet y JWCIS. Los documentos que por allí transitaban
mostrarían los abusos bélicos de su país. Por motivos de seguridad, no
tenían puertos USB. Pero por un error del Ejército, sí disponían de
reproductores y grabadores de CD. Manning orquestó entonces una
operación de película. Y le funcionó. Rotuló un CD virgen: "Lady Gaga".
Entró a su puesto. Se sentó ante la pantalla. E inició un largo playback
de la canción Telephone, de la mencionada cantante. Como en una
película de espionaje, actuaba como un doble agente: fingía escuchar
música mientras descargaba documentos críticos para la seguridad
nacional. Ya tenía el material. El siguiente paso era darle una salida,
hacer de aquellos documentos el pasaporte a una vida de gloria y
heroísmo para el soldado Bradley Manning. En una serie de conversaciones
que el soldado tuvo entre el 21 y el 25 de mayo con el pirata
informático estadounidense Adrián Lamo, de 29 años -famoso por haberse
infiltrado en 2002 en redes como la del diario The New York Times y por
haberse entregado finalmente al FBI- Manning le dijo que le había
entregado todos esos documentos al portal de documentos clasificados
Wikileaks.
"Era información muy vulnerable. Y, bueno, se la
mandé a Wikileaks. Dios sabe lo que sucederá a partir de ahora. Espero
que haya una gran discusión mundial, debates, reformas. Si no es así,
estamos condenados como especie", le dijo, según las transcripciones de
esas conversaciones que obran en poder de Lamo. Este le preguntó qué
haría si el Pentágono le descubría: "Intentaría contar mi versión de los
hechos antes de que lo manipularan todo para retratarme como Nidal
Hasan (el soldado que mató a 13 compañeros en una base yanqui).
Lamo delató a Manning y ahora deberá testificar en contra del soldado. Lamo es el verdadero traidor de esta historia.
No olvidemos su nombre
Bradley
Manning, no olvidemos nunca su nombre, es un auténtico héroe para los
oprimidos de este mundo. Hay que reclamar su inmediata libertad. Los que
tendrían que estar presos son sus jefes responsables de esa carnicería y
no el joven soldado que se jugó entero por denunciarla. Recordemos que
entre los papeles revelados por Manning, fugura una lista de 2000
personas a ser asesinadas por “sospechosos” de colaborar con la
resistencia Afgana. Gran parte de ellos fueron efectivamente asesinados.
Figuran también bombardeos a pueblos que resultaron arrasados y
asesinada la mayor parte de su población, matanzas de niños y muchas
otras horrendas “hazañas” lo las tropas norteamericanas y de la OTAN en
Afganistán.
Sabemos que será difícil liberar al soldado Manning
de las garras de los imperialistas. Porque su dedo acusador incrimina a
toda la clase capitalista yanqui como cínicos despreciables criminales.
Pero su nombre y la exigencia de su libertad, debe ser de ahora en más,
una bandera de lucha antiimperialista, que nos recuerde que aún entre
los soldados del imperio también hay jóvenes valientes fieles a su clase
y no a los genocidas capitalistas.
El ejemplo de Manning debe
ser un estímulo para la lucha antiimperialista y en particular para la
solidaridad con el heroico pueblo afgano que está enfrentando al mayor
imperio del mundo con armas en mano.
Miguel Lamas
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