Desde Santiago
“Perdón, porque no fuimos capaces de mostrarte otro mundo, perdón
por esa oscuridad a la que nuestra indiferencia y falta de interés te ha
arrastrado. Perdón por nuestros niños, porque siguen la senda
establecida de la burla, donde los gordos, los feos, los fletos (gay),
los cojos, los tuertos, las putas, los narigones, las solteronas, los
culones, los indios de mierda y los comunistas asquerosos que habitan
esta incómoda costumbre chilena de encasillar y despreciar.” Lo anterior
es un fragmento de una carta anónima dejada en la posta central, lugar
donde el martes murió tras 25 días de agonía, Daniel Zamudio, un joven
homosexual golpeado y torturado en un parque público por cuatro
neonazis, sólo por su opción sexual. Ahí, entre manifestaciones
espontáneas, velas y oraciones, la misiva recogida por un medio de
comunicación sintetizó el sentir de buena parte de la ciudadanía que vio
con horror la muerte del joven de 24 años, al cual incluso se le tatuó a
sangre y dolor una esvástica en su cuerpo.
El hecho causó conmoción. Desde el presidente Piñera, la Iglesia,
las comunidades gay y hasta miles de anónimos repudiaron el crimen. De
hecho, el gobierno informó ayer que pondrá carácter de suma urgencia a
la ley antidiscriminación que se tramita hace siete años en el Congreso.
Pero ese gesto político no alcanza para tapar en nada el sentir
ciudadano. De hecho, abrió flancos entre parlamentarios. “El gobierno se
ha hecho el distraído en esta materia, porque está marcado por los
sectores conservadores de la UDI”, sostuvo el senador opositor Jorge
Pizarro, en alusión al ultraderechista partido Unión Demócrata
Independiente (UDI), reacio a debatir temas como el matrimonio
homosexual o el aborto terapéutico, por ejemplo.
En ese sentido, el líder del Movimiento de Integración y Liberación
Homosexual, Rolando Jiménez, se mostró confiado en que la muerte del
joven y el dolor de su familia no serán en vano. “El se ha convertido en
un símbolo de la lucha por la dignidad, por los derechos fundamentales
de las personas que tenemos una orientación sexual distinta”, resaltó.
De paso, Jiménez criticó a la Iglesia Católica por visitar a un pedófilo
y a un abusador como el influyente sacerdote Fernando Karadima (acusado
de abuso a menores) y que no se haya pronunciado sobre la agresión en
contra de Daniel Zamudio.
La Iglesia, en boca del monseñor Ricardo Ezzati, respondió. “El
ataque que causó la muerte a este joven, como tantas otras expresiones
de violencia contra personas, no puede dejar indiferente a nuestra
sociedad”.
El perfil xenófobo y homofóbico de los cuatro sospechosos de la
agresión mereció el repudio de la Justicia que quiere dar una lección
ejemplar. Tanto así, que el fiscal nacional, Sabas Chahuán, aseguró que
“se ejercerá una persecución penal más fuerte en cualquier caso en que
haya discriminación”. Confirmó además que los imputados –de entre 20 y
26 años– serán procesados por el delito de homicidio calificado
consumado. En la misma línea, el presidente Sebastián Piñera, a través
de su cuenta de Twitter, sostuvo que “su muerte no quedará impune y
refuerza el compromiso total del gobierno contra toda discriminación
arbitraria y con un país más tolerante”.
Habrá que ver cómo esta oleada de iniciativas e ideas se concretan
primero en proyectos reales y luego en acciones preventivas o sanciones
que efectivamente bajen los índices de criminalidad que van en aumento y
no ocurra lo que la carta a Zamudio sostiene en sus últimos párrafos:
“Perdón, porque inexplicablemente volveremos a idiotizarnos con el
fútbol y la farándula televisiva de turno. Y tu muerte será una
cronología más de este Chile de mierda. Perdón a tu madre por no estar
en sus internos desgarrándonos con su dolor. Perdón, porque hemos creado
un Dios a nuestro antojo y conveniencia”.
Vìa,fuente :
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-190689-2012-03-29.html
Imagen afp
No hay comentarios:
Publicar un comentario