1 La
censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de
mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una
hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan
a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado
libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.
El
primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la
acción del gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que
ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son
crímenes y lo que omiten son calamidades.
El 24 de
marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a
cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política
represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para
nueve meses más tarde.
2 Quince
mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles
de desterrados son la cifra desnuda de ese terror. Colmadas las
cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del
país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez,
abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los
procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a
la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin
límite y el fusilamiento sin juicio…
De este modo
han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el
detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez
días según manda una ley que fue respetada aun en las cumbres represivas
de anteriores dictaduras.
La falta de límite en
el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos,
retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las
articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares
quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos
verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de
los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la
picana y el “submarino”, el soplete de las actualizaciones
contemporáneas.
4 Entre mil
quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después
que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en
algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países,
por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias
fuerzas… En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha,
presuntas herederas de las 3A de López Rega, capaces de atravesar la
mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos
el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los
transportes de la 1ª Brigada Aérea, sin que se enteren el general
Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3A son hoy las 3
Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza
entre “violencias de distintos signos” ni el árbitro justo entre “dos
terrorismos”, sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y
sólo puede balbucear el discurso de la muerte.
6 Dictada
por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica
indistintamente a Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política
económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja
oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto
de monopolios internacionales encabezados por la itt, la Esso, las
automotrices, la u.s. Steel, la Siemens, al que están ligados
personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su
gabinete…
Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos
malvados, no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general
Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la
vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas
que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de
ganar una guerra que, aun si mataran al último guerrillero no haría más
que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de
veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán
desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la
revelación de las atrocidades cometidas.
Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles •
Rodolfo Jorge Walsh. – c. i. 2845022
Buenos Aires, 24 de marzo de 1977
vía:
http://semanal.jornada.com.mx/2017/04/30/carta-abierta-de-un-escritor-a-la-junta-militar-fragmentos-1510.html
http://semanal.jornada.com.mx/2017/04/30/carta-abierta-de-un-escritor-a-la-junta-militar-fragmentos-1510.html
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