La foto del Chile actual tiene siempre aspecto de vieja, y desde el lado que se la tomen y como se ponga… no cambia.
Los mismos rostros de pobreza, siempre en los mismos sectores
instalada, en los mismos lugares el hacinamiento, la falta de agua
potable y también el pan duro. Chile un país con tantos/miles de lugares
donde la miseria se mantiene para sencillamente poner al servicio de
algunos pocos… un país entero.
La poca dignidad de los presidentes, la falta de respeto con los
ciudadanos hace que solo se hagan pública las grandes cifras que
muestran lo bien que funciona el modelo, NUNCA en un discurso oficial
se ha conocido a una autoridad mostrando una foto del Chile/país
concreto, a este país con foto color sepia, donde se reparten
“mediaguas”, “soluciones temporales”, que solo prolongarán la pobreza
para sus futuras generaciones.
Chile un país con eternas poblaciones de emergencia…
Las verdaderas cifras de los millones de chilenos con salarios bajos,
trabajos precarios, chilenos viendo pasar los remedios para sus
enfermedades por la vereda del frente. Los dueños de la comida vendida
en supermercados instalados en las nubes. Un país con kilómetros de
caminos sin pavimentar, los miles de kilómetros sin luz eléctrica, esas
cifras no se aparecen en los informes pero son la gran realidad, la foto
real de Chile pobre.
No se puede hoy y desde siempre la existencia de un territorio que se
construye sobre la diferencia social extrema, entre los sectores ricos y
pobres, y esto sucede sencillamente porque los sectores que son dueños
de una parte enorme de la riqueza del país, que les/nos pertenece a
todos, así lo condicionan, así lo exigen.
Nada debe asombrar en la derecha especialmente su servilismo para con
las grandes transnacionales, para las empresas extranjeras que son
dueños de los recursos que posibilitarían repartir de mejor manera los
beneficios entre los millones que aparecen en la foto color sepia… que
es Chile….
Salir por los cuatro puntos del planeta mostrando cifras y cuadros
estadísticos, repartiendo mentiras, porque de eso se trata, esa es la
verdad, cuando la realidad del Chile real es dura y violenta. Nada tiene
que ver las cifras con los agredidos por el hambre y la falta de
perspectivas, duro insulto condenar a los que pasan por esta vida sin
poder llegar al mínimo exigido.
Chile es un país donde constantemente se le dice a miles de una generación, que hasta aquí no más…. se puede llegar.
La derecha sostiene majaderamente que el actual modelo institucional
asegura la estabilidad política y la democracia. Nada más alejado de la
realidad, justamente es la derecha política UDI/RN, los que menos
conocen los naturales caminos de la participación popular. La derecha
actual batalló sola durante los años de la dictadura. No tuvieron que
defender sus ideas, sencillamente dejaban que a los opositores se les
reprimiera, se les condenara, se les asesinara y sean hasta hoy
detenidos desaparecidos. Esos fueron los caminos de la mayoría UDI/RN en
el escenario político chileno. Esa es la estabilidad de la que hablan
regular y permanente, y esa estabilidad es la que justamente más
contradicción genera. No logran comprender que los pasos hacia caminos
nuevos se construyes con participación, y si las condiciones de
participación son coartadas, cercenadas por largos periodos, entonces
los pasos deberán retomar iniciativas que el tiempo no borra, que se han
aprendido y conocen perfectamente los mecanismos de la multiplicación.
La derecha equivocó el camino no en el momento en que gana las
elecciones del 2010, equivocó cuando engañó con su discurso de cambio a
una población aburrida y que también fue engañada durante veinte años.
Los dos bloques usando la mentira, el engaño, sumando páginas tras
páginas de traición y abuso de poder.
Y hoy irrumpe el Chile real con su pobreza eterna sin respuestas, y
claro empiezan lentamente a mostrarse los responsables de la
postergación. Aparecen los que claudicaron, los que pasaron de
inspirados a mendicantes del modelo, serviles a la mano ajena, lobos con
zapatos de plásticos.
Todo hace asegurar que el actual bloque no pasará a la historia con
dos periodos continuados, pero tampoco se asegura que al destrozado
bloque 1990-2010 se les estén dando todas las condiciones. No son las
manifestaciones regalos y agua para sus viejos molinos, con todos los
dientes gastados.
No son relevantes los pasos que está dando la izquierda tradicional
antigua. Lo que debe ser prioritario es empezar a dar pasos en la
construcción de un bloque, de un frente o de una plataforma, que coloque
los grandes problemas que tiene a Chile amarrado a un modelo que genera
justamente causales de justas protestas, que hace cada vez mas profunda
la diferencia entre los tantos y tantos, de este lado y por pocos
exclusivos de la vereda del frente.
Se debe tomar nota de las verdaderas aspiraciones en las nuevas
generaciones. El mundo de indignados que son solamente la nueva
izquierda. Los justos indignados no nacen solamente haciendo la justa
crítica al modelo, sino que se construyen conspirando para el poder, de
ser y convertirse en los actores indispensables para los nuevos tiempos.
Los opositores al modelo neoliberal, los que sostienen de manera
correcta que es el actual sistema el generador de miseria, y el
responsables de que futuras generaciones se queden en mitad del camino,
no teniendo las posibilidades y alternativas, las continuarán exigiendo
en el tiempo, y esto al margen de quienes sean los posibles nuevos
inquilinos en La Moneda.
Justamente de eso se trata, es allí donde radica el poder que se está
construyendo en los nuevos actores sociales, los protagonistas en las
manifestaciones, los encuentros en el debate y las propuestas para el
Chile que se necesita. Un país como Chile, vestido constitucionalmente
estrecho, está recibiendo la mejor lección de democracia conocida en
muchos años…y en la calle.
Se acercan tiempos en que hay que juntar las nuevas voluntades, las
nuevas corrientes de propuestas, construcción y anhelos, desde el
pensamiento progresista hasta los herederos de las viejas luchas de
pobladores, estudiantes, el volver a incitar a los pobres del campo y de
la ciudad. Es verdad también que hay aspectos que no se pueden
abandonar, que no se pueden olvidar. No se le puede permitir la eterna
alegría de la derecha y… sus serviles.
Si la clase política hace la lectura que en el siguiente periodo se
puede llegar para hacer lo mismo, la mismas practicas, con los mismos de
siempre, o con algunos rostros nuevos, se equivoca y para confirmarlos
en su error, en los próximos tiempos, no tan lejanos los harán
comprender que, en ciertas ocasiones no se puede vivir sacando cuentas
alegres, ni hacer del sacar las castañas con las manos del gato,
política/ejercicio concertacionista, o como se llamen.
Y este listado de urgencias no se olvida…nueva constitución, energías
renovables, otro sistema previsional, nuevo modelo educativo, con
memoria, renacionalización de las riquezas básicas, y hacer de Chile un
país más cercano. Para empezar.
Vìa,fuente :
http://radio.uchile.cl/opiniones/145052/
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