Mike Patton, músico y poeta, integrante de una decena de proyectos sonoros y vocalista de Faith No More, sorprendió a todo Chile en el show de clausura de la Teletón 2010, llamando a don Francisco “Don Corleone”.
El artista vistiendo de impecable color rosa enlazó su canto con el de Violeta Parra en un claro y sentido homenaje al pueblo Mapuche, pero eso no sería todo, concluída su presentación y al preguntarle don Francisco por Chile, Patton le dijo que este era un país especial para Fatih No More, un país “muy soportable”. Kreutzberger le daría luego las gracias por la presentación y Patton tomaría la mano del animador, besándola y diciéndole en su rostro “Gracias a ti don Corleone”.
Patton sin duda se convertía en ese entonces en un Marcelo Bielsa que no le dio la mano a Piñera, en la María Música
que le arrojó el jarro de agua a la Ministra de Educación, en un héroe
popular que educada e irónicamente, ocupó su histrionismo para decirle a
Kreutzberger: usted es el padrino.
Y es que Mike, sin duda, logró romper el
cerco informativo interpuesto por los mass media, a la crítica del
lavado de imagen que hacen las grandes empresas por medio de la Teletón.
Fue su irreverencia tema en todos los medios y noticieros centrales,
quienes sin embargo se hicieron los desinformados del por qué de las
palabras de Patton… fue su valentía tema mundial en Twitter.
Puede ser que el que fuera compañero de estudios de Alberto Fuguet, haya visto el video clip del tema de Subverso + Estigma, “El Padrino”, referente a la Teletón y don Francisco. Puede ser que hayamos tenido el honor de que El Ciudadano y su edición crítica del show caritativo “Negociado tras un solo Corazón”, haya llegado a sus manos.
Pero ya terminadas las “27 horas de
amor”, y con la cuenta 24500-03 del Banco de Chile con casi 40 millones
de dólares, lamentablemente mañana continuarán las injusticias
laborales y la contaminación de las grandes empresas auspiciadoras…
habrá que ver si los centros de rehabilitación prometidos se construyen,
pues la plata está y no se deja a la ciudadanía en largas esperas como
ha pasado en Calama.
Vivimos desde el 3 al 4 de diciembre una
larga y mediática jornada donde los grandes capitales mantuvieron en
suspenso y con un nudo en la guata a toda la nación esperanzada en
lograr la meta. “La vaca sagrada” daba la pena y decía “veo que esta
será la segunda vez en la historia de la Teletón en que no alcanzaremos
la meta”, para que finalmente sucediera lo mismo de siempre, donaciones
millonarias de las familias más ricas de Chile, como el caso de los
1.000 millones de pesos entregados por los Luksic, los que se sumaron a aportes hechos por otras empresas del grupo económico como las del Banco de Chile y Antofagasta Minerals (en serio conflicto con familias en Caimanes por relave contaminante El Mauro).
Finalmente hay que destacar el talento y
dedicación de los disitntos artistas comprometidos que se entregaron
por completo con su canto y actos, quedando incluso animadores afónicos
llamando a ir al banco y la meta se logró. No obstante cabe hacer la
reflexión si con los impuestos que descuentan las empresas por la Ley de Donaciones
al hacer estos aportes, sumado a la cantidad de ventas que lograron al
condicionar a ellas sus aportes y gracias a la preferencia de la
ciudadanía de los productos marcados por la Teletón ¿dieron realmente
una suma de dinero significativa? Creemos que no, simplemente recursos
marginales y una vez más la solidaridad del pueblo fue la que permitió
que los niños discapacitados puedan tener la atención que se merecen,
ante la desidia de protección social por parte del Estado de Chile para estas y otras materias.
¡Viva Patton, viva la sinceridad!
El Ciudadano
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