(Ape).- Sin luz, sin agua. Sin esperanzas. Los vientos y las aguas
arremetieron contra la pobreza eterna. Los hombres y mujeres de los
barrios más precarizados de Merlo salieron a la calle a clamar ayuda. La
respuesta fue veloz. Infantería disparó con balas de goma y arrojó
gases lacrimógenos. Ahí están. En sus casitas ya sin techo y la
oscuridad que cae como amenaza cada noche. Con los brazos abiertos y el
alma en pena. Esperando. Siempre esperando.
Foto: gentileza Clarín
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