El apoyo decidido del gobierno federal al programa empresarial “El Buen
Fin” , anunciado como el fin de semana más barato, no tiene ningún
precedente y contribuye a poner en riesgo la situación financiera de los
consumidores, generando un entorno que puede promover el
sobreendeudamiento. El programa, que tiene una gran similitud con el
Black Friday en los Estados Unidos o el Boxing Day en Canadá, Australia y
el Reino Unido, se diferencia de ellos por el apoyo decidido del
gobierno federal al liberar parte del aguinaldo.
El objetivo central de este programa es aumentar las ventas y reducir
los inventarios de las empresas, más que beneficiar a los consumidores.
La propia Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios
de Servicios Financieros (Condusef) ha advertido del riesgo de
sobreendeudamiento que este programa puede provocar señalando que ha
encontrado promociones de venta a 40 meses sin intereses de suéteres,
generando así en el consumidor una deuda por casi cuatro años por un
producto que seguramente será inservible cuando se termine de pagar.
El programa se desarrolla en medio de un repunte del saldo vencido en
tarjetas de crédito que ya alcanza alrededor de un usuario entre cada
20. Hay que destacar que entre 2009 y 2011 el crédito personal creció
26.7% y la cartera vencida en tarjeta de crédito alcanzó el 5.5%.
“Ante la actual crisis económica, la perdida de empleo y el deterioro
de los salarios, el gobierno federal ha decidido dar un respaldo enorme,
nunca antes visto, a las empresas involucradas en el programa “El Buen
Fin”, generando un entorno que promueve el endeudamiento de los
consumidores. La propia Profeco ha reportado, de acuerdo a una encuesta,
que uno de cada siete trabajadores sabía en qué gastaría su aguinaldo,
de los cuales la mitad tenía pensado destinarlo a los festejos de fin de
año. Uno de cada cinco personas pensaba gastarlo en ropa y zapatos. Un
18% ahorrarlo. Y un 16% dijo que lo destinaría al pago de deudas. Con
‘El Buen Fin’, se introduce una nueva fecha de compra, presentándose con
las mayores promociones en el año, sin que desaparezcan las fechas
tradicionales de compra, esto provocará un fuerte cambio en los planes
de los consumidores, las gangas provocaran compras no programadas y el
riesgo de sobreendeudamiento aumentará”, señaló Alejandro Calvillo Unna,
director de El Poder del Consumidor.
El Poder del Consumidor considera que si el objetivo fuera favorecer la
economía familiar el gobierno federal debería de haber impulsado un
programa que acortara las cadenas de comercialización para llevar
artículos a menor precio a los consumidores dentro de los calendarios en
los que ya tienen programados realizar sus gastos y no aumentar las
fechas de compra. Consideramos que con este programa se desatarán los
gastos no programados, disminuirán los inventarios de las empresas y
aumentará el endeudamiento de los consumidores.
Información difundida por el Área de Comunicación y Visibilidad de Cencos
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