Radio Mundo Real recogió el
testimonio de un campesino colombiano de la zona del Curvaradó donde
desde hace años la expansión palmicultora viene avasallando los derechos
campesinos.
El testimonio del campesino –cuya identidad
reservamos por razones de seguridad- fue levantado durante el II Foro
Público: Agrocombustibles en Colombia, convocado por organizaciones
sociales y no gubernamentales el pasado viernes 4 de noviembre en la
capital colombiana.
Precisamente Curvaradó y otras cuatro regiones colombianas fueron objetivo de la Misión Internacional de Verificación en julio de 2009 que comprobó las nefastas consecuencias del impulso a los agrocombustibles sobre la alimentación de la población rural, afro y originaria.
El foro es, de hecho parte de las actividades que dieron continuidad a tal misión, cuyo informe fuera presentado el viernes en la sede universitaria bogotana.
“La presencia de esta empresa (palmera) en la región está acabando con la fauna, la flora, nos quitan las tierras, se han apropiado de ellas. Nos sentimos amenazados en nuestra Zona Humanitaria”, dijo el campesino del Curvaradó.
Precisamente las “Zonas Humanitarias” han sido la estrategia de supervivencia de los campesinos que se ven cercados por los grupos militares y paramilitares.
“En estos momentos siguen las amenazas a nuestros líderes y la comunidad toda”, dijo el representante campesino.
Resultados
Un año y medio después de cumplida la Misión, continúa la expansión de los agrocombustibles pero, de otro lado, tiene frutos el trabajo permanente de las organizaciones sociales en defensa de su territorio.
En octubre de 2010, el grupo Daabon anunció que abandonaba su proyecto de cultivo de palma en la Hacienda Las Pavas, región del Magdalena Medio, luego de una intensa campaña de las familias campesinas apoyadas por organizaciones regionales y nacionales, que desenmascaró la manera en que las empresas palmeras se apropiaron indebidamente de tierras campesinas.
Asimismo, la Fiscalía General de la Nación dictó orden de captura contra 24 palmicultores que aliados con los paramilitares intimidaban y presionaban a las comunidades afrodescendientes del Chocó para comprar sus tierras a precios bajos.
Precisamente Curvaradó y otras cuatro regiones colombianas fueron objetivo de la Misión Internacional de Verificación en julio de 2009 que comprobó las nefastas consecuencias del impulso a los agrocombustibles sobre la alimentación de la población rural, afro y originaria.
El foro es, de hecho parte de las actividades que dieron continuidad a tal misión, cuyo informe fuera presentado el viernes en la sede universitaria bogotana.
“La presencia de esta empresa (palmera) en la región está acabando con la fauna, la flora, nos quitan las tierras, se han apropiado de ellas. Nos sentimos amenazados en nuestra Zona Humanitaria”, dijo el campesino del Curvaradó.
Precisamente las “Zonas Humanitarias” han sido la estrategia de supervivencia de los campesinos que se ven cercados por los grupos militares y paramilitares.
“En estos momentos siguen las amenazas a nuestros líderes y la comunidad toda”, dijo el representante campesino.
Resultados
Un año y medio después de cumplida la Misión, continúa la expansión de los agrocombustibles pero, de otro lado, tiene frutos el trabajo permanente de las organizaciones sociales en defensa de su territorio.
En octubre de 2010, el grupo Daabon anunció que abandonaba su proyecto de cultivo de palma en la Hacienda Las Pavas, región del Magdalena Medio, luego de una intensa campaña de las familias campesinas apoyadas por organizaciones regionales y nacionales, que desenmascaró la manera en que las empresas palmeras se apropiaron indebidamente de tierras campesinas.
Asimismo, la Fiscalía General de la Nación dictó orden de captura contra 24 palmicultores que aliados con los paramilitares intimidaban y presionaban a las comunidades afrodescendientes del Chocó para comprar sus tierras a precios bajos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario