Guadalupe Cruz Jaimes (CIMAC)
Ixmucané Solórzano, de la Organización de
Mujeres Tierra Viva, con sede en Guatemala, informó que en esa nación
cada año se practican 65 mil abortos, de los cuales 22 mil requieren
atención médica de urgencia, ya que muchos de ellos se practican de
forma insegura.
En el país centroamericano “no se habla del aborto, es un
tema tabú, muy penalizado moralmente, aunque en las leyes el aborto no
sea punible”, cuando se trate de salvaguardar la vida de las
guatemaltecas.
Cuando las mujeres llegan a los centros de salud con un
diagnóstico médico que indica que el embarazo pone en riesgo su vida, el
personal está obligado a brindar la atención. Sin embargo, la mayoría
desconoce la ley y teme la sanción moral, “no hay detenidas por aborto,
pero hay discriminación en los centros de salud, que también representa
una violación a sus derechos humanos”, enfatizó Solórzano.
Las guatemaltecas que no llegan a los centros de salud
públicos y tienen recursos suficientes para costear una clínica
particular interrumpen un embarazo de forma segura, pero quienes son
pobres recurren a servicios inseguros.
A decir de Ixmucané Solórzano, el aborto es un problema
que refleja la “injusticia social”, pues “las que mueren son las mujeres
pobres, indígenas, campesinas”, se trata entonces de una violación a
sus derechos reproductivos.
Dicha transgresión comienza con la falta de educación
sexual y de acceso a métodos anticonceptivos, que afecta casi dos veces
más a las mujeres indígenas que a las mestizas, mientras para las
primeras la necesidad insatisfecha de anticonceptivos es de 45 por
ciento, para las segundas es de 25 por ciento.
La disparidad en el acceso a métodos anticonceptivos se
traduce en la desigual tasa de fecundidad. El promedio de hijas e hijos
que tienen las mestizas es de 4 y el de las indígenas de 7.
Esta disparidad tiene que ver con la barrera del
lenguaje, ya que no hay una educación sexual en la lengua de las
indígenas que les permita conocer los métodos anticonceptivos.
Otra causa de esta brecha es la visión de algunos hombres
que toman actitudes violentas al ver que sus cónyuges no se embarazan.
Entonces, “ellas tienen que sopesar entre la violencia o embarazarse”,
ejemplificó la integrante de Tierra Viva.
Añadió que en la prevención de embarazos no deseados y en
consecuencia de abortos eventuales, es preciso que el acceso a
anticonceptivos sea universal, pero también se requiere que los hombres
“asuman su responsabilidad en el proceso” y también utilicen algún
método.
“Más allá del aborto, se trata del derecho de las mujeres
a decidir si queremos ser madres o no. Lo que está en tela de juicio
alrededor del aborto es la maternidad obligatoria y naturalizada
impuesta socialmente para las mujeres, la cual representa una violación a
nuestros derechos pues nos remite a ser para otros y no para nosotras
mismas”, explicó.
Por ello, dijo, “abogamos por una maternidad libre y
voluntaria”, que en el contexto actual de Guatemala está amenazada por
las “tendencias derechistas que pretenden echar atrás el aborto
terapéutico (cuando la vida de la mujer peligra)”.
El año pasado, ejemplificó, “tuvimos una amenaza por
parte de ‘grupos antiderechos’ que salieron a decir que la pastilla de
anticoncepción de emergencia (contenida en el protocolo de atención a
mujeres que sufrieron violencia sexual) era abortiva”, en respuesta al
embate las organizaciones se unieron y argumentaron científicamente que
la función de la pastilla es anticonceptiva y no abortiva.
Además de los grupos de derecha, Solórzano alertó sobre
el adverso panorama que se prevé en las siguientes elecciones
presidenciables, que se llevarán a cabo el próximo 11 de septiembre,
pues el partido de las mayorías (Partido Patriota) “amenaza con tener
mano dura”, por lo que vislumbran que los derechos humanos, entre ellos
los derechos sexuales y reproductivos, estarán en riesgo.
La integrante de Tierra Viva consideró que su prioridad
es evitar que haya un retroceso, por lo que defenderán los derechos
conquistados como el aborto terapéutico y el programa de atención post-
aborto, que brinda servicio médico a las mujeres que acuden por aborto
incompleto, entre otras leyes y programas a favor de la salud sexual y
reproductiva de las guatemaltecas.
Vía :
http://www.argenpress.info/2011/08/temen-retroceso-por-llegada-de.html
http://www.argenpress.info/2011/08/temen-retroceso-por-llegada-de.html
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