1. Miles de personas, en su mayoría jóvenes, se movilizaron ayer día
15 de mayo, en 50 ciudades españolas para repudiar a políticos,
empresarios y banqueros; denunciar los estragos que provocan en la gente
común y corriente –entre los más jodidos- las medidas financieras de
gobiernos y organismos internacionales; reclamar “democracia”, rechazar
la llamada economía neoliberal y el actual modelo de “dictadura
partidocrática”. Los jóvenes españoles parecen no aceptar más las
mentiras del PSOE, el PP y demás partidos que sirven a la burguesía ni a
los herederos del fascista Francisco Franco. Por ello esta gran
manifestación unitaria plantea ser el inicio de una larga lucha.
2. Todas las protestas, en más de 10 ciudades españolas, fueron pacíficas, pero al final de algunas movilizaciones se produjeron violentos choques con la policía nacional cuando ésta comenzó a dispersar con balas de goma, gases lacrimógenos y macanazos a ciudadanos más indignados que detuvieron el tránsito de algunas calles importantes, como la madrileña Gran Vía. “Sin pan no hay paz”, “no les votes”, “no somos mercancías en manos de políticos y banqueros”, “contrato basura, esclavo libre”, fueron algunas de las consignas dirigidas al conjunto de la “dictadura partidocrática” y de quienes llevan el timón de las políticas económicas y financieras.
3. La realidad es que después de morir Franco en 1975 –después de gobernar cono dictador fascista desde que aplastó el gobierno de la República en 1939- las cosas no cambiaron mucho. A principios de los ochenta se pensó en el mundo que España se iba a destapar (como una olla de presión) y convertirse en uno de los países más libres del mundo; creímos que se convertiría en la vanguardia de las luchas libertarias y que mucho tenían que ensañarnos a los pueblos de América Latina. La realidad es que el rey heredero de Franco siguió actuando como tal; los gobiernos de PSOE y PP acordaron la alternancia y que la partidocracia seguiría aplastando cualquier rebelión.
4. Los gobiernos de españolitos franquistas no han dejado de perseguir y encarcelar a los independistas vascos que llevan medio siglo luchando en procesos electorales y con las armas en la mano; han apoyado a los yanquis y países imperiales en guerras de invasión como Irak; han acentuado su desprecio hacia los migrantes africanos, asiáticos y latinoamericanos que buscan trabajo o simplemente son turistas pobres. Su políticas internas –que deben responder a 47 millones de españoles- siguen favoreciendo a un puñado de grandes poderes empresariales y haciendo a un lado a altos porcentajes de trabajadores; los jóvenes no encuentran perspectivas de desarrollo libre.
5. Por las consignas enarboladas en las manifestaciones de los jóvenes, se puede ver que el anarquismo español heredado de las grandes batallas de la década de los años 30 no solo sigue vivo sino que se fortalece. No puede borrarse de la sangre de los obreros, de la llamada sociedad civil, de los artistas, de los estudiantes españoles que insisten con terquedad por ser libres y que no están dispuestos a venderse por un plato de lentejas ni por nada. La guerra civil española fue una de las experiencias autogestivas y libres más importantes del mundo y sus batallas no podrán olvidarse mientras existan las clases y las luchas sociales. Los españolitos de cabeza hueca deben estar temerosos.
6. Aunque los aristócratas españoles –herederos del asesino Franco- nos sigan despreciando a los latinoamericanos porque en sus cabecitas huecas solo puedan seguir viéndonos como sus esclavos conquistados y sometidos durante tres siglos por sus soldados, nosotros –los que logramos liberarnos a principios del XIX- seguimos esperando que las rebeliones en ese país peninsular europeo continúen hasta expulsar a esas clases dominantes y se establezca una nueva edición de la República Española que convierta a los trabajadores españoles en dueños del poder. Imaginen nada más una España sin monarcas, gobiernos y parlamentos que no consuman miles de millones de euros del erario nacional.
7. Así que esa enorme movilización ciudadana, al surgir de un pequeño conglomerado de organizaciones y ciudadanos anónimos como Juventud sin Futuro, Ecologistas en Acción, ATAAC o Intermon Oxfam, debe ser aplaudida y apoyada. Han creado una plataforma Democracia y buscan convocar más protestas en las 50 principales ciudades españolas para expresar su profundo malestar ante la situación actual y para denostar la campaña electoral en pugna, en la que se decidirán los gobiernos municipales, forales y autonómicos de la mayoría del país, justo en una semana, el día 22. Las redes sociales fueron vitales, tanto en mensajes como en citas. ¿Viva la tecnología del Internet?
2. Todas las protestas, en más de 10 ciudades españolas, fueron pacíficas, pero al final de algunas movilizaciones se produjeron violentos choques con la policía nacional cuando ésta comenzó a dispersar con balas de goma, gases lacrimógenos y macanazos a ciudadanos más indignados que detuvieron el tránsito de algunas calles importantes, como la madrileña Gran Vía. “Sin pan no hay paz”, “no les votes”, “no somos mercancías en manos de políticos y banqueros”, “contrato basura, esclavo libre”, fueron algunas de las consignas dirigidas al conjunto de la “dictadura partidocrática” y de quienes llevan el timón de las políticas económicas y financieras.
3. La realidad es que después de morir Franco en 1975 –después de gobernar cono dictador fascista desde que aplastó el gobierno de la República en 1939- las cosas no cambiaron mucho. A principios de los ochenta se pensó en el mundo que España se iba a destapar (como una olla de presión) y convertirse en uno de los países más libres del mundo; creímos que se convertiría en la vanguardia de las luchas libertarias y que mucho tenían que ensañarnos a los pueblos de América Latina. La realidad es que el rey heredero de Franco siguió actuando como tal; los gobiernos de PSOE y PP acordaron la alternancia y que la partidocracia seguiría aplastando cualquier rebelión.
4. Los gobiernos de españolitos franquistas no han dejado de perseguir y encarcelar a los independistas vascos que llevan medio siglo luchando en procesos electorales y con las armas en la mano; han apoyado a los yanquis y países imperiales en guerras de invasión como Irak; han acentuado su desprecio hacia los migrantes africanos, asiáticos y latinoamericanos que buscan trabajo o simplemente son turistas pobres. Su políticas internas –que deben responder a 47 millones de españoles- siguen favoreciendo a un puñado de grandes poderes empresariales y haciendo a un lado a altos porcentajes de trabajadores; los jóvenes no encuentran perspectivas de desarrollo libre.
5. Por las consignas enarboladas en las manifestaciones de los jóvenes, se puede ver que el anarquismo español heredado de las grandes batallas de la década de los años 30 no solo sigue vivo sino que se fortalece. No puede borrarse de la sangre de los obreros, de la llamada sociedad civil, de los artistas, de los estudiantes españoles que insisten con terquedad por ser libres y que no están dispuestos a venderse por un plato de lentejas ni por nada. La guerra civil española fue una de las experiencias autogestivas y libres más importantes del mundo y sus batallas no podrán olvidarse mientras existan las clases y las luchas sociales. Los españolitos de cabeza hueca deben estar temerosos.
6. Aunque los aristócratas españoles –herederos del asesino Franco- nos sigan despreciando a los latinoamericanos porque en sus cabecitas huecas solo puedan seguir viéndonos como sus esclavos conquistados y sometidos durante tres siglos por sus soldados, nosotros –los que logramos liberarnos a principios del XIX- seguimos esperando que las rebeliones en ese país peninsular europeo continúen hasta expulsar a esas clases dominantes y se establezca una nueva edición de la República Española que convierta a los trabajadores españoles en dueños del poder. Imaginen nada más una España sin monarcas, gobiernos y parlamentos que no consuman miles de millones de euros del erario nacional.
7. Así que esa enorme movilización ciudadana, al surgir de un pequeño conglomerado de organizaciones y ciudadanos anónimos como Juventud sin Futuro, Ecologistas en Acción, ATAAC o Intermon Oxfam, debe ser aplaudida y apoyada. Han creado una plataforma Democracia y buscan convocar más protestas en las 50 principales ciudades españolas para expresar su profundo malestar ante la situación actual y para denostar la campaña electoral en pugna, en la que se decidirán los gobiernos municipales, forales y autonómicos de la mayoría del país, justo en una semana, el día 22. Las redes sociales fueron vitales, tanto en mensajes como en citas. ¿Viva la tecnología del Internet?
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