Sociedad : La sociedad ansiosa . Me obsesiona esto. En realidad me obsesiona todo comporta­miento colectivo que se deja arrastrar por pautas invisibles e interesadas que llevan a la sociedad por donde unos pocos quieren. Jaime Richart

Y por eso respondo a esta tendencia cuantas veces sea necesario y cuantas veces la detecto. Hoy ha sido Obama el que -dicen los periódicos de allí- que ya está empe­zando a pensar en su reelección cuando apenas lleva dos años en la Casa Blanca…
  Y es que la sociedad occidental está cada vez más lejos de la ar­monía, del equilibrio, del ritmo y del kairós (el momento oportuno), que ha configu­rado hasta ahora la geometría pedagógica de toda la cultura greco­latina y judeocristiana.
  Hoy no se comprenden, ni se quieren, ni se buscan ninguno de esos tres pilares sobre los que se levanta el ser y el deber ser áti­cos. La inestabilidad y el desequilibrio como regusto depravado que condu­cen directamente a la ansiedad, son los signos de estos tiem­pos. No hay sosiego, y cada vez hay menos personas que lo valo­ran, lo desean y lo transmiten.
  Posiblemente convergen muchas causas, pero, a mi juicio, desta­can por en­cima de todas las demás el tedio “técnico” que, paradóji­camente, deviene de la afortunada circunstancia que no sabe valo­rar, de no estar en guerra los países occidentales en 75 años (un lapsus de tiempo desacostum­brado de todo punto en la historia),  cuya “hartura” de paz conduce a la huida de "lo apolíneo" hacia "lo orgiás­tico", tal como habla el inefable Nietzsche. Hasta el mismo cambio climático insufla tremendos desequilibrios colectivos. Tam­bién la visión fractal de la cosmología que abandona la más tra­dicio­nal, y también la hybris (desmesura) por contraste con el me­tron (medida) griego, sustituido por la estadística cambiante. Todo, en conjunto, se va apoderando rápidamente del espíritu colectivo en un frenesí cons­tante que propicia la ansiedad patológica (toda an­siedad lo es) del "ser para la muerte" que es el hombre, según el pensa­miento de Heidegger.
  La relación de pareja es especialmente inestable. Se diría que tanto el macho como la hembra, la mujer como el hombre, desde el momento que copulan o se emparejan ya están pensando en la si­guiente cópula y en la otra posible pareja. Los políticos, desde que son elegidos en los correspondientes comicios, ya están pensando en la reelección. No han terminado de completarse muchas co­sas tratadas habitualmente por los me­dios, y ya están los periodistas especulando de manera desmedida con lo que haya o no haya de venir después... Y así suce­sivamente.
  La impaciencia se ha convertido en la madre de toda la existencia. Me decía un científico de prestigio que trabaja allí, que en la Nor­teamérica anglosajona (no fomentemos al hablar que hay un solo país en Norteamé­rica) se abandonan numerosos proyectos científi­cos sin haberse apenas iniciado y pese a haberse desem­bolsado ya cifras millonarias, sin motivo. Lo que sirve hoy, ya no sirve mañana. Lo que se oye hoy, mañana es inaudible. De poco o nada sirven las previsiones de los políticos, de los educadores, de los empresarios. A todo le afecta eso de que nada hay más viejo que un periódico de ayer...
  El "todo fluye" de Heráclito ha sido tomado al pie de la letra y a lo bestia, por la sociedad occidental. Así es que ni se te ocurra ir a un estante o sección de supermercado o de grandes al­macenes al mismo sitio donde lo cogiste la semana pasada. Se habla del artilu­gio de última generación, cuando los de la generación pre­ce­dente murieron, como la mosca, el mismo día que nacieron.
  La ansiedad va a acabar con un mundo que se derrumba len­ta­mente si tomamos como referencia la historia, y rápidamente si to­mamos como referencia el tiempo de una vida humana. Y va a lle­gar un momento en que no habrá técnicas de autoayuda ni fármaco ca­paces de contenerla, sencillamente porque la ansiedad es parte consustancial de la generación que actualmente or­dena y manda como mutante que es.

Fuente, vìa :
http://www.kaosenlared.net/noticia/la-sociedad-ansiosa