- Para las empresas extractivas las comunidades son “un estorbo que hay que sacar del camino” indicó.
Servindi- El desafío
que enfrentan los indígenas en Colombia y en todo el continente es “un
proyecto gigantesco de exterminio a la mayoría de las comunidades ya
sea físicamente o culturalmente” afirmó Manuel Rozental, miembro del
colectivo Pueblos en Camino.
Rozental brindó sus declaraciones en una
entrevista que le realizó el Tejido de Comunicación de la Asociación de
Cabildos Indígenas del Norte del Cauca para el informativo Kueta Susuza
de Radio Pa´yumat.
“Uno no es indio porque tenga cara de
indio, o porque hable el idioma. Uno es indio porque vive con la tierra
colectivamente y tiene muy claro que el proyecto de muerte de ellos no
puede reemplazar el Plan de Vida” remarcó el entrevistado.
Desafíos para seguir defendiendo la vida y la madre tierra
Por Tejido de Comunicación de la Acin
Entrevista a Manuel Rozental, colombiano, acompañante de pueblos indígenas e integrante del colectivo Pueblos en Camino
quién presenta una mirada sobre los desafíos que tenemos los pueblos
indígenas y las luchas de base que se vienen adelantando en el
continente frente al Plan de Muerte. A continuación presentamos la
entrevista que le realizó el Tejido de Comunicación a Manuel Rozental
para el informativo Kueta Susuza de Radio Pa´yumat.
Un negocio y una forma de acumular que
cada vez es mayor que la producción de mercancías es la transformación
del dinero en mercancías, es decir, ellos venden dinero y después lo
compran mucho más caro. Esto es a lo que llaman inversión, en realidad
esto no es una inversión por ejemplo: ellos dan dinero para comprar una
montaña en el Cauca, digamos que el Cerro de la Teta porque tiene oro.
Ellos invierten una plata y deben garantizárseles que después de un
tiempo esa plata que invirtieron les va a dar más dinero y esto el
estado colombiano se los garantiza.
En conclusión este sistema del capital,
tanto en la producción de mercancías explotando riquezas y el trabajo de
la gente como el sector financiero que invierte recursos e invierte
plata para ganar más plata, está en crisis debido a la escasez de
recursos naturales. A ellos les falta el agua, les falta oxígeno, les
faltan riquezas, porque las están agotando, es tal la explotación de
riquezas que han hecho en el planeta que lo están destruyendo.
Todos los días mueren especies, hay una
escasez de agua global increíble, la escasez de energía es tan grave en
el planeta en cuanto a fuentes de energía como: el petróleo, el producto
del agro-negocio, la caña de azúcar, la palma, la soya. La escasez de
energía y la necesidad de energía del sistema son tan altas que para el
final de este siglo vamos a tener entre la mitad y el 40% de la energía
que hoy se produce cuando las necesidades van a ser mucho mayores que
ahora. Se va a necesitar mucho más energía de la que ahora produce el
petróleo y otras fuentes, pero, todas esas fuentes se van a ver
reducidas a la mitad y en consecuencia va a haber un déficit profundo de
los recursos para mantener este sistema que beneficia a unos pocos y
los enriquece. Este es un problema que tiene el capital.
El otro problema y que nos debe
preocupar mucho es que frente a la falta relativa de recursos es que va a
sobrar gente, va a haber mucha más gente de la que el sistema necesita.
La razón: Por una parte no tenemos la capacidad de consumir, de comprar
porque estamos cada vez más pobres; por otra parte porque nos van a
necesitar cada vez menos para producir porque ellos producen con
máquinas o ganan dinero sin necesidad de producir, debido a la compra y
venta del dinero. La crisis del capital en este momento consiste en que
le falta naturaleza a ellos y les sobramos nosotros. Para resolver su
crisis, el capital tiene que hacer dos cosas: tiene que quedarse,
privatizar los territorios y la riqueza ponerla en pocas manos y por
otro lado tiene que eliminar de todas las maneras el excedente de
población.
Lo que estamos viviendo en Colombia y en otros países del continente:
Vemos grandes megaproyectos
extractivistas: la minería, el petróleo, el agronegocio, la
privatización de la biodiversidad para su explotación y la construcción
de grandes represas. En Cajamarca, Tolima hay represas como el Quimbo
que se van a construir para darle energía a las mineras con el proceso
extractivo que destruye montaña para sacar el mineral. Al ver el efecto
combinado de los proyectos extractivistas, nos damos cuenta que donde
sea que lleguen estos proyectos, sacan a la gente de los territorios,
destruyen la naturaleza, contaminan el agua.
En el norte del Cauca después de
llevarse a cabo los proyectos de la locomotora minero-energética, del
agro negocio, lo que queda al final solo son grandes huecos donde se
aposentó la minería, la destrucción de los ojos de agua, donde se
patentó y privatizó la fauna y la flota y el conocimiento de la
comunidad. En el valle del Cauca y norte del Cauca, a causa de los
monocultivos, sólo quedan desiertos verdes, en donde no crece nada más
que caña y donde no vive gente, ni pájaros, ni nada más porque todo eso
se convirtió en caña.
Con todo esto logran el propósito de
acabar con el excedente de población ya sea porque desplazan
masivamente, lo matan de hambre o porque matan a causa de la guerra y
delincuencia y de esta manera se quedan con el territorio y las riquezas
para enriquecerse ellos. El capital resuelve su crisis precisamente,
despojándonos, desplazándonos de los territorios. De esta manera sólo
unos pocos se quedan y acumulan las riquezas. Este es el desafío que
enfrentamos en Colombia y en todo el continente, el cual es un proyecto
gigantesco de exterminio a la mayoría de las comunidades ya sea
físicamente o culturalmente, en donde las comunidades son para las
empresas extractivas un estorbo que hay que sacar del camino, se quedan
con el territorio y siguen acumulando gracias a la poca gente que queda y
que tiene capacidad económica para comprar y seguir acumulando.
Entendemos que todo lo anterior se logra
a través los tratados de libre comercio. Estos tratados convierten en
el fundamental sujeto de derecho a las grandes transnacionales, a los
bancos y las grandes corporaciones extractivistas. Estos tratados le dan
el poder y el derecho legal a todos estos poderes que quieren quedarse
con el territorio y despojarlo, eliminando pueblos indígenas, eliminando
comunidades y quedándose con enormes territorios.
Esto es lo que está ocurriendo en
Colombia. Ya los TLC están firmados, ya estamos en esa situación,
frente a esto y en este contexto debemos preguntarnos: ¿los procesos de
paz con las FARC y el ELN para qué sirven y qué resultados deben dar?
Las organizaciones populares e indígenas dentro de este contexto ¿cómo
no se confunden en esta lucha y cómo no caen en la trampa del despojo a
cambio de dinero y de cargos políticos? ¿De qué manera se resisten?
Se debe entender que hay dos proyectos
incompatibles en donde el primer proyecto tiene como propósito
transferir todo el territorio a pocas manos para que sigan acumulando
las corporaciones financieras o transnacionales. El otro proyecto es el
de la comunidad del Quimbo, de San José de Apartado, del páramo de
Santurbán, de lo dicho cuando la agenda de la minga de resistencia
social y comunitaria se defendió, de lo que hacen los campesinos del
Carare en el departamento Santander, es decir una agenda donde cuyo
punto fundamental es permanecer en los territorios, tomar decisiones
colectivas y mandar obedeciendo. No que manden unos sobre otros y no
permitir que se transfieran las riquezas a pocas manos sino que se
distribuyan las decisiones como las riquezas para garantizar la vida,
garantizar la soberanía alimentarias en los pueblos. Es decir, que por
un lado, mientras las corporaciones quieren transformar el planeta para
seguir acumulando, del otro lado están campesinos, indígenas,
comunidades urbanas, afros que todavía quieren vivir colectivamente en
los territorios para lograr soberanía alimentaria, para lograr la
defensa de las culturas y de los territorios e impedir que estos sean
transferidos a las trasnacionales.
Analizando las políticas públicas, el
proceso electoral, el proceso de paz y las decisiones que están tomando
los movimientos en este momento parece que lo que está pasando es que
los movimientos sociales estuvieran adaptándose e integrándose al
proyecto del gran capital trasnacional y las decisiones colectivas y
comunitarias se están debilitando a cambio de un poco de poder y de
dinero.
Al participar del congreso nacional
indígena en Chiapas México y al asistir a la Escuelita Zapatista de los
pueblos Zapatistas del sur de México, que están cumpliendo 20 años del
levantamiento y construcción de autonomía; note dos cosas. La primera es
que no hay un milímetro de territorio nacional de México que no esté
siendo afectado de la misma manera en la que está siendo afectado el
territorio colombiano, allá se ve como se articula el narcotráfico con
el paramilitarismo con las políticas de estado, con las trasnacionales
para sacar a las comunidades indígenas del territorio y meter grandes
megaproyectos extractivistas y han logrado asociar a las corporaciones
con determinados líderes de comunidades indígenas para que estos llenen
un pueblo de carteles que dicen “Sí a la minería. El cianuro no mata lo
que mata es la ignorancia” y que el pueblo termine apoyando la
privatización del agua y apoyando la minería.
La policía y el ejército le pagan a
gente de la comunidad y le entregan la pintura para que ellos mismos
hagan los carteles, es decir, que por la vía de la intimidación, el
terror o por la vía política, o de comprar líderes, la comunidad está
entregando el territorio las trasnacionales. Esto ha ocasionado la
división de la comunidad, de la familia, por peleas entre personas que
defienden la minería y los que defienden el territorio y la vida, es
decir, que La agresión de las trasnacionales llegó la comunidad y la
gente tiene miedo, ellos saben que lo que están haciendo los líderes, de
entregar el territorio a la minera va a ser pan para hoy y hambre de
ahora en adelante, y sin embargo lo están haciendo. El miedo a ser
amenazados, intimidados o hacer llamados traidor del progreso, son las
razones que tienen para no enfrentar a la minera. Esto está pasando en
México, gente que se ha dejado engañar, que se ha cansado de luchar o
que se vende por unos pesos.
Todo lo contario al pueblo Zapatista que
cuenta con más de 200 municipios autónomos que no están bajo el control
del estado mexicano, al que ellos llaman el mal gobierno. Comen lo que
producen, tienen escuelas propias, las que eran haciendas ahora son
territorios autónomos donde la gente en colectivo decide y mandan
obedeciendo. Son las mismas comunidades las que defienden el territorio,
defienden la soberanía alimentaria, donde lo colectivo, lo comunitario y
la defensa del territorio no cayeron en la trampa de las campañas
político -electorales en donde su posición es no defender candidatos,
sino, defender su agenda de autonomía y su territorio.
Con ser como somos y no vendernos ya le
ganamos al capital, que nosotros sobrevivamos o no, depende de que los
demás ni se vendan, ni los compren, ni se dejen engañar y ni se cansen
de luchar y creando territorios autónomos donde no se le entrega el
territorio a las trasnacionales y donde se garantice la vida y la
soberanía de los pueblos y se defiendan las decisiones colectivas, se
consigue que las comunidades crezcan y se vuelvan escuelas de la
libertad y la vida.
El norte del Cauca ha sido una escuela
de la libertad y la autonomía, hoy me pregunto si pueden seguirlo siendo
con las confrontaciones y la falta de claridad que hay. Esta es una
pregunta que se tienen que hacer los comuneros. Un zapatista hombre o
mujer se puede levantar y decir “Aquí decidimos en asamblea, aquí no le
entregamos nada a los malos gobiernos a cambio de un dinero, aquí no
entran los proyectos extractivistas, ni se privatiza el agua, aquí unos
pocos no deciden por todos y aquí ningún líder amenaza al colectivo”.
Hay que rescatar el proceso porque el
capitalismo no va a parar hasta no robarles el territorio. Uno no es
indio porque tenga cara de indio, o porque hable el idioma, o porque
siga diciendo el mismo discurso. Uno es indio porque vive con la tierra
colectivamente y tiene muy claro que el proyecto de muerte de ellos no
puede reemplazar el Plan de Vida y que el Plan de Vida no puede ser un
discurso para conseguir algo de dinero y poder en el proyecto de muerte.
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Fuente. Tejido de Comunicación y Relaciones para la Verdad y la Vida, ACIN.
http://www.nasaacin.org/informativo-nasaacin/3-newsflash/6646-desaf%C3%ADos-para-seguir-defendiendo-la-vida-y-la-madre-tierra
Fuente. Tejido de Comunicación y Relaciones para la Verdad y la Vida, ACIN.
http://www.nasaacin.org/informativo-nasaacin/3-newsflash/6646-desaf%C3%ADos-para-seguir-defendiendo-la-vida-y-la-madre-tierra
Otras noticias:
Vía:http://servindi.org/actualidad/100084
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