Piña irresponsable
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En los últimos diez años grandes extensiones
de tierra en Costa Rica se han destinado a la producción intensiva y
empresarial de la piña para exportación, llegando a ocupar más de la
cuarta parte de las tierras cultivables del país centroamericano,
generando fuertes consecuencias.
El uso intensivo de agrotóxicos, la
contaminación del agua para uso humano, la afectación en la salud de
poblaciones enteras y el desplazamiento de comunidades campesinas hacen
que la producción de este fruto tropical constituya uno de los
principales conflictos ambientales de los últimos años en el país tico.
En Costa Rica esta actividad está mayoritariamente en manos de transnacionales como Del Monte y Dole, siendo el país el primer exportador de piña a nivel internacional, por delante incluso que Brasil, alcanzando ventas de alrededor de 600 millones de dólares y un crecimiento anual del 10 por ciento. El cultivo también muestra el fenómeno de acaparamiento de tierras, siendo un total de 50 mil hectáreas las abarcadas con este agronegocio.
Las comunidades afectadas por el cultivo han resistido la expansión del monocultivo de diversas formas. Una de las herramientas más visibles han sido las moratorias de los gobiernos locales para poner límite a la expansión piñera.
Erlinda Quesada integrante del Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción Piñera y representante en el Consejo Municipal de Guácimo conversó con Radio Mundo Real al respecto de la implementación de la moratoria a la expansión piñera en Guácimo y Pococí.
Para Quesada dicha moratoria viene a responder a las presiones de las comunidades afectadas ya que lugares como la Francia, Luiciana y El Cairo tienen contaminadas sus fuentes de agua mediante una veintena de agroquímicos asociados al cultivo de piña.
Quesada acotó que pese a la puesta en marcha de la moratoria, las empresas productoras continúan amenazando comunidades, mediante una nueva estrategia: desde el sector empresarial, que impulsa junto con el Gobierno el Proyecto de Piña Responsable, se eluden las críticas y responsabilidades de los impactos que genera dicha actividad.
"Desde hace más de un año se viene impulsando el Proyecto de Piña Responsable", sostiene en la entrevista Erlinda Quesada, que comparó dicho proyecto con un “barniz” para intentar disimular los efectos de este agronegocio sobre el medio ambiente y las comunidades.
“Por más que se le llame ’responsable’ vemos que este cultivo es cada vez más irresponsable, llegando a hacer desaparecer comunidades, se trata de un barniz que miente a la población”, señaló Quesada.
Producción: Coecoceiba- AT Costa Rica
En Costa Rica esta actividad está mayoritariamente en manos de transnacionales como Del Monte y Dole, siendo el país el primer exportador de piña a nivel internacional, por delante incluso que Brasil, alcanzando ventas de alrededor de 600 millones de dólares y un crecimiento anual del 10 por ciento. El cultivo también muestra el fenómeno de acaparamiento de tierras, siendo un total de 50 mil hectáreas las abarcadas con este agronegocio.
Las comunidades afectadas por el cultivo han resistido la expansión del monocultivo de diversas formas. Una de las herramientas más visibles han sido las moratorias de los gobiernos locales para poner límite a la expansión piñera.
Erlinda Quesada integrante del Frente Nacional de Sectores Afectados por la Producción Piñera y representante en el Consejo Municipal de Guácimo conversó con Radio Mundo Real al respecto de la implementación de la moratoria a la expansión piñera en Guácimo y Pococí.
Para Quesada dicha moratoria viene a responder a las presiones de las comunidades afectadas ya que lugares como la Francia, Luiciana y El Cairo tienen contaminadas sus fuentes de agua mediante una veintena de agroquímicos asociados al cultivo de piña.
Quesada acotó que pese a la puesta en marcha de la moratoria, las empresas productoras continúan amenazando comunidades, mediante una nueva estrategia: desde el sector empresarial, que impulsa junto con el Gobierno el Proyecto de Piña Responsable, se eluden las críticas y responsabilidades de los impactos que genera dicha actividad.
"Desde hace más de un año se viene impulsando el Proyecto de Piña Responsable", sostiene en la entrevista Erlinda Quesada, que comparó dicho proyecto con un “barniz” para intentar disimular los efectos de este agronegocio sobre el medio ambiente y las comunidades.
“Por más que se le llame ’responsable’ vemos que este cultivo es cada vez más irresponsable, llegando a hacer desaparecer comunidades, se trata de un barniz que miente a la población”, señaló Quesada.
Producción: Coecoceiba- AT Costa Rica
(2012) Radio Mundo Real
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