Advertencia:
Esta nota, informe o artículo, lo escribí el miércoles 16 en la ciudad
de México. No informa sobre el levantamiento de la huelga de hambre de
42 días del compañero universitario de la UAM, Edur Velasco, en medio de
un combativo mitin en el paseo de Reforma (glorieta La Palma), con
música y canciones, el pasado lunes 21. Sin embargo los indignados
frente a la Bolsa de Valores y el kiosco de Coyoacán continúan
plantados. Reenvío el artículo porque sólo pudo llegar a tiempo a muy
pocos desde mi correo improvisado.
1.
En la ciudad de México desde hace unos 40 días, unas 80 personas
“indignadas”, mayoritariamente estudiantes, acampan frente a la Bolsa de
Valores de la glorieta “La Palma” del paseo de la Reforma; un segundo
campamento está situado en la plaza de Coyoacan, alrededor del kiosco.
Al primero acuden unos 30 indignados y al campamento sur, en Coyoacan,
unos 50. De noche duermen en sus pequeñas casas de campaña y en el día
realizan algunas actividades culturales, limpian su espacio y con las
mercancías que les han donado, cocinan de manera colectiva su comida
diaria. La realidad es que los compañeros saben que deben esperar mucho
tiempo plantados, así como una buena coyuntura para que la gente decida
manifestarse, tal como ha sucedido en otros países donde las
concentraciones son muy grandes. “Lo importante
es
estar aquí como ejemplo de lo que debe hacerse para que la gente se
concientice”, me han dicho.
2.
Los que acampan saben que los hoy grandes movimientos de indignados en
España, Chile, Grecia, Francia, Italia, sobre todo de los “ocupa la
bolsa de valores de Nueva York”, comenzaron siendo pequeños y su
crecimiento fue coyuntural. En México existe desde hace más de 30 años
el empeoramiento de la situación de pobreza y miseria de la población;
desde hace once años esa situación desfavorable para los mexicanos se ha
agudizado; en los últimos cinco años han sido muertos más de 50 mil
seres humanos, eso es indiscutible. Sin embargo nada pasa en México. La
fuerza de los indignados y de los ocupa debería venir del sector de los
jóvenes, estudiantes en particular, pero no abren los ojos y la mente.
¿Es que el golpe que recibieron los estudiantes en la huelga de 1999 fue
tan contundente como para aniquilarlos
por
mucho tiempo? La realidad es que no hay una explicación coherente que
diga lo que sucede, todos los análisis para explicar el problema
resultan pobres.
3.
Durante 30 años, explica la líder chilena Camila Vallejo, la
justificación a las privatizaciones, a la pobreza y a la desigualdad,
fue la esperanza del ascenso individual sustentado en el acceso a la
educación superior. “Esforzarse para llegar a la universidad, o juntar
plata para pagar la U”, fueron temáticas recurrentes en cada una de las
familias chilenas que veían en sus hijos y en las infinitas
posibilidades que les daba el mercado educacional, una oportunidad de
dejar de ser lo que eran. El mito se comienza a derrumbar cuando ya no
estamos todos seguros de que la educación permita movilidad social,
cuando el colegio particular ya no permitía ingresar tanto a la
educación superior como aparentaba, cuando las deudas educacionales
empezaron a absorber el ingreso familiar, cuando el cartón universitario
se
fue
desvalorizando a propósito de un mercado desregulado y cuando ser un
profesional dejó en parte ser sinónimo de ganar plata.
4.
¿Es una forma válida e importante de lucha acampar? Sin duda todos las
formas de lucha son válidas: la electoral, la guerrillera, las
movilizaciones de masas, los bloqueos, las huelgas, las caravanas, las
caminatas, hasta la parlamentaria cuando es respaldada por las luchas en
las calles. Siempre dependerá de los objetivos que se persigan y de la
coherencia con los medios usados. Un acampamiento, por más justo que
sea, no hace ningún mal al poder ni tampoco un bien al pueblo si es sólo
estar acampado en un parque, una explanada o en un Zócalo. Yo he visto
huelgas y plantones que han durado muchos meses y años porque no se
hacen más fuertes para luego realizar marchas y bloqueos de calles e
instituciones. El gobierno –sabiendo que no es dañina- la usa la decir
que en México hay justicia y libertad. Pero cuan
do ya
son fuertes y empiezan a calar en la conciencia del pueblo, las reprime
encarcelando o asesinando a los más distinguidos.
5.
Cuando un gobierno –que se sabes que por naturaleza es represor- no
resuelve los demandas ni le hace caso a las protestas, es que no le
importan, no les duele; que lo que hacen lo puede soportar por mucho
tiempo. Pero si los electricistas, los petroleros, los bancos, los
transportes de mercancía, los bloqueos de carreteras realmente paralizan
la marcha del capitalismo, las enormes ganancias de los empresarios,
inmediatamente, o en menos de tres días, resuelven los problemas
planteados o se lleva a cientos de participantes a la cárcel. Una huelga
pacífica de campesinos, una huelga inmovilizada de profesores o
estudiantes, un simple plantón en un parque o en el Zócalo de casi nada
sirven si no se convierten en centro de movilización y tensión social.
Por ello cualquier forma de lucha es importante, pero si no hace
n daño
al poder, si no crecen en fuerza sirven de muy poco. Es gobierno siempre
cuenta con todos los elementos para medir.
6.
En el campamento pude hablar con Edur Velasco, el profesor
universitario que lleva 38 días de huelga de hambre en el plantón frente
a la bolsa de valores. Está muy animado y no le han faltado visitas.
Tiene la convicción de continuar con su huelga de hambre –atenido a
tomar solamente líquidos- buscando que con ello se estimulen o
sensibilicen más jóvenes. Parece que hasta el día de hoy al gobierno le
importa un bledo. Mientras tanto las campañas políticas hacen el papel
de distractores porque los partidos que se dicen de centro y de
izquierda –como las derechas- no han manifestado su apoyo a los
plantados. Pienso que los jóvenes trabajadores no pueden plantarse, pero
los estudiantes y desempleados sí. ¿Qué pasará en México, Argentina y
otros países con historial de luchas? De todas maneras, aunque en
varios
países destacados no hayan habido movilizaciones importantes,
internacionalmente el movimiento crece y no sabemos cuando pare.
Pedro Echeverría V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario