Cualquiera que sintonice la televisión abierta o restringida puede
comprobar que la pantalla está inundada de productos para disminuir el
acné (Asepxia); el anticelulitis Goicoechea, que hace milagros; la crema
Ciatricure para desvanecer cicatrices y arrugas; el antiestresante
Dalai; los analgésicos X Ray; el Ultra Bengué antirreumáticos;
medicamentos para bajar de peso y hasta estimulantes sexuales.
Más de 120 de estos productos conocidos como “milagro” pertenecen a
la poderosa trasnacional Genomma Lab, y una línea de 167 medicamentos
genéricos se ubican dentro de la marca llamada “Primer Nivel”, también
pertenecientes a esta compañía, ubicada como una de las diez de mayores
ventas en productos farmacéuticos en México.
Tan sólo en 2008, según un estudio citado por Jorge Bravo, Genomma
Lab obtuvo ingresos por 2 mil 629 millones de pesos, casi 30 por ciento
más que en 2007. El 91 por ciento de estas ventas se realizaron en
México. La inversión en publicidad, mercadotecnia y fuerza de ventas
ascendió a mil 294 millones 526 mil pesos.
Más del 60 por ciento de esta inversión se ha destinado a las
campañas en medios electrónicos, especialmente, en Televisa. Desde el 30
de agosto de 2009, la compañía dirigida por Emilio Azcárraga Jean
anunció una sociedad con Genomma Lab para crear la empresa Televisa
Consumer Products USA (TCP), con una mayoría de 51 por ciento de la
empresa mediática y un 49 por ciento de Genomma “para vender y
distribuir productos de cuidado personal y medicamentos de libre venta
en Estados Unidos y Puerto Rico”.
El comunicado oficial afirmó que “como parte de esta alianza, TCP
firmará, entre otros, un contrato de suministro de productos con Genomma
Lab. Televisa pondrá a la disposición de TCP sus diferentes plataformas
de medios en los Estados Unidos y Puerto Rico, lo que proveerá a las
marcas de Genomma Lab con una cantidad significativa de publicidad en el
mercado objetivo de acuerdo al modelo de negocio de Genomma Lab”.
Esta alianza, con una clara intención de expandirse e incorporar en
México sus productos, especialmente la de los medicamentos conocidos
como Primer Nivel, han tenido como principal obstáculo, la actuación de
la Comisión Federal de Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris),
dirigida por Miguel Angel Toscano.
La Cofepris ha afectado directamente los intereses de Televisa y de
Genomma Lab no sólo en la comercialización de “productos milagro” sino
también en muchas otras estrategias más agresivas, lo cual explica, en
buena medida, uno de los sesgos que adquirió el famoso “audioescándalo”
que se transmitieron en todos los canales de televisión y frecuencias
radiofónicas de Televisa durante la semana pasada, como si se tratara de
un infomercial más.
El golpe más directo fue el 18 de septiembre de 2009, cuando la
Cofepris ordenó el retiro de uno de los mensajes de Genomma Lab que se
transmitían en radio y televisión.
Cofepris respondió así a una denuncia presentada por otros
laboratorios nacionales, respecto a los medicamentos llamados “Primer
Nivel por tu Salud” en los cuales “se omite aclarar que menos de la
mitad de esos productos no han comprobado su calidad y eficacia y que
sus precios son más caros que los genéricos intercambiables”, según
afirmó Dagoberto Cortés, en ese momento presidente de la Asociación
Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam).
“La mejor evidencia de que no tenemos ningún pleito es que hemos
podido cohabitar con ya varios competidores: Farmacias Similares, el
Doctor Descuento, los productos de Wal Mart, Soriana y Comercial
Mexicana, entre otros”, afirmó el dirigente de Anafam.
Sin embargo, las diferencias entre Televisa y Cofepris van más allá
de los intereses involucrados en Genomma Lab. Desde marzo de 2008,
Cofepris se ha metido con mayor fuerza a la regulación de los “alimentos
chatarra” o de altos niveles calóricos, cuya publicidad constituye una
de las fuentes más altas de ingresos publicitarios para la televisora
que controla el 70 por ciento de las audiencias masivas.
Según un estudio de la organización El Poder del Consumidor (EPC), un
infante se encuentra expuesto a 12 mil anuncios de “comida chatarra” al
año. El 46 por ciento de estos comerciales utilizan un regalo para
provocar la demanda del producto y el 67.5 por ciento utilizó actores o
conductores mediáticos para promoverlos.
En otras palabras, detrás del audioescándalo de la supuesta red de
corrupción entre farmacéuticas y el Seguro Social está una demostración
de fuerza de Televisa para, una vez más, demostrar que quien se meta con
sus intereses recibirá toda la furia de la pantalla.
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