Ese filme dejó al desnudo la perversidad y despotismo con los que opera la mayoría de los empresarios de los grandes medios de comunicación, a quienes se puede aplicar la convicción del genial cuentista francés Charles Perrault, quien afirmaba que de todos los lobos, los melosos son los más peligrosos, porque de “sesenta y cuatro mil repeticiones hacen la verdad”, según Aldous Huxley.
La prédica mentirosa de Hearts y su habilidad inescrupulosa para manipular la opinión de políticos, juristas y del público, fue decisiva para que en 1898 Estados Unidos le declarara la guerra a España en Cuba y, de un tirón, se apoderara de esa colonia y de Puerto Rico, Filipinas y la Isla Guan, en la Micronesia, que convirtió en importante base militar hasta hoy, unas de las 900 mil apostadas en todos los continentes.
Con la misma técnica de tergiversación y de violación del derecho natural del público a consumir una prensa con credibilidad moral y honestidad, utilizando en los tiempos actuales métodos fotográficos muy sofisticados, con logros profesionales inobjetables, se ha desatado una nueva cruzada internacional de la infamia contra Cuba y su pueblo.
El diario ABC, de Aldo Zucolillo, el de mayor circulación en Paraguay, apareció en primera plana con la fotografía de Guillermo Fariña, presentado como periodista que, enfocado desde arriba, exhibe un rostro muy delgado, con mirada de persona enferma, imagen de un ser muy disminuido físicamente, reclamando casi una perentoria hospitalización.
La cruzada mediática había comenzado dos meses atrás, explotando la figura de Orlando Zapata, cuyo expediente policial lo sitúa al margen de la ley desde 1993, cuando cayó preso por hurto, delito que continuó cometiendo cada vez que salió de prisión, algunos con graves agresiones físicas.
Condenado últimamente a varios años de encierro, sorpresivamente se convirtió en militante político opositor, inaugurando una conducta agresiva que provocó constantes conatos internos, dando lugar a sanciones que revirtió en una huelga de hambre en reclamo de la liberación de 26 presos. Semanas después falleció.
El gobierno cubano habría respondido que esa demanda podía ser atendida a cambio que Estados Unidos, que finalmente es el que dirige y financia a toda la contrarrevolución interna y externa a la isla, liberara a los cinco cubanos que desde hace diez años purgan una larga condena por el sólo delito de combatir enemigos en el propio territorio norteamericano.
Ingrid Betancourt, remember?. Varias fotos en su calvario, sin duda que lo es para cualquier persona perder la libertad, mostraban un rostro de mujer exangüe, muriéndose encadenada en plena selva colombiana.
Sin que aún puedan explicar sus publicistas cómo hicieron esas tomas, pocos días después salió libre y, como modelo de pasarela, entró a ocupar todas las primeras planas de los más grandes diarios y de la televisión del mundo, mostrando un rostro de lo más saludable, como si hubiera estado cautiva en una deliciosa playa.
De inmediato, Ingrid, la pobre ricachona secuestrada, se puso a recorrer el mundo al servicio de la contrarrevolución y de la condena a las FARC y al terrorismo. Había sido precandidata presidencial en un país que, después del asesinado Eliécer Gaitán, en 1948, nunca ha conocido un mandatario sin vínculos con el narcotráfico.
Recibida como una heroína por muchos mandatarios que la utilizaron en su lucha anticomunista, un día se hizo fotografiar vestida con camuflaje militar, abrazada por agradecimiento a “uribito”, como llamaba el menos mafioso Pablo Escobar al actual Presidente Uribe, cuando éste era su colaborador y, en su calidad de Gobernador le expedía los permisos de aterrizaje para los aviones cargados de drogas.
“Chorra, vos tu vieja y tu papá, que ni murió ni fue guerrero, como me engrupistes vos”, canta Carlos Gardel, el mago, el morocho del Abasto, el inmortal franco-yoruga-porteño, universal sin discusión, en un anticipo de la vida de muchos de los personajes que están utilizando los Citizen’s Kane’s paraguayos de la rosca mediática mentirosa.
Todo ese tropel que compone la mafia periodística de este país, al igual que en otros sitios de Latinoamérica, son meros peones de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), creada en 1943 por los servicios de espionaje norteamericano, que algunos generosos llaman de inteligencia, por el Coronel Dubois, en La Habana ocupada.
Otro Kane paraguayo es el dueño de Radio Ñandutí, Humberto Rubín, de origen muy humilde, que comenzó a tener cuentas bancarias gracias al General Alfredo Strossner, a quien abandonó no bien el anillo del viejo tirano decidió desplazarlo, por indicación de Estados Unidos. Entonces sumó sus micrófonos a la falsa transición que le permitió cumplir su sueño de llegar al enriquecimiento personal bajo un maquillaje democrático.
En la infame cruzada fundamentalista anticubana, antibolivariana y antiboliviana, que realiza con obsesionada pasión, Ñandutí se destacó estos días difundiendo una entrevista al prisionero Fariñas, un hombre en huelga de hambre de varias semanas, que transmite vigorosidad, nada que ver con el desnutrido que muestra ABC, con una potente voz de político de barricada, que pide que le lleven flores a su tumba.
Hermosas palabras, conmovedoras, con giros casi poéticos, que posiblemente pertenezcan a uno de los tantos contrarrevolucionarios agrupados en la gusanería de cubanos uesedeis de Miami. Difícilmente puede creerse en un hombre exhausto.
En honor a la decencia, a la defensa de la deontología periodística, al respeto del público y de la profesión misma, hay tres elementos a considerar seriamente: 1) o la voz no es la del huelguista, 2) o éste finge y se hace fotografiar para la publicidad, aparentando estar en malas condiciones o, 3) la huelga de hambre la está haciendo con deshonestidad, porque se está alimentando.
Artilugios parecidos han sido utilizados en infinidad de ocasiones contra gobiernos enemigos del imperialismo norteamericano.
Durante décadas, el blanco fueron los países del este europeo, fáciles de desacreditar por su deficiente, obediente y obsequiosa prensa, por su sectarismo y altanería política y por su secretismo diplomático aprendido y forzosamente aplicado en las múltiples guerras a que fueron sometidos los bolcheviques durante casi medio siglo.
La escalada mentirosa llegó también a Medio Oriente, impactando letalmente contra los pueblos armenio, kurdo, palestino e irakí, proyectándose los misiles de la falsedad y de la tergiversación hasta Afganistán y algunos países balcánicos.
En el último medio siglo, Cuba y su pueblo han sido el objetivo mayor de la prensa venal, que mucho ha aprovechado falencias del propio proceso revolucionario, en especial por su probada impericia y burocracia comunicacional, agravada hondamente por el largo bloqueo imperialista y por la penetración de programas de radio y televisión que emiten desde el enclave de Guantánamo, ocupado militarmente, y desde el territorio estadounidense de La Florida.
Años atrás, recorrió el mundo una gran campaña solidaria con Armando Valladares, también presentado como preso político, enriquecida su figura con la calificación de gran poeta, un simple y ruin soplón policial durante la dictadura de Batista, quien continuó su amoral papel en los primeros años de la revolución y fue encarcelado.
Dada la liviandad de algunos Nobel, y en base al formidable apoyo internacional, hasta pudo ser condecorado con el de literatura, aunque en toda su vida sólo haya escrito cartas a sus familiares y firmado los textos contrarrevolucionarios y de ingerencia en los asuntos internos del país, escritos en el cuartel de la Oficina de Negocios USA en La Habana. No olvidemos que Obama recibió el Nobel de la Paz haciendo la guerra.
Engañados por ingenuos o/y por ignorancia de la verdadera naturaleza de los recursos que es capaz de emplear la propaganda capitalista, muchas personas bien intencionadas y amigas de Cuba, se sumaron entonces a la cruzada, reclamando la libertad de Valladares.
Entre ellos el pródigo intelectual francés Regis Debray, célebre tras caer preso en 1967 en Bolivia, después de entrevistarse con el CHE Guevara en pleno Ñancahuasú.
Liberado Valladares, Francia ofició de intermediario en su radicación definitiva en Estados Unidos, en una de las operaciones mediáticas contrarrevolucionarias más caras que, como todas las destinadas a defender a los explotadores y anexionistas, requirió una fuerte inversión de dinero para pagar a algunos de los muchos, no todos los traidores consiguen cobrar, que en Cuba y en el extranjero se prestaron a la patraña.
La víctima, que aparecía todos los días en la gran prensa como paralítico por efecto de las torturas y la desnutrición que padecía en la cárcel, llegó en sillas de rueda a la pista del aeropuerto, pero cuando le señalaron el avión, salió corriendo y subió la escalerilla como un atleta. Poco después, Ronald Reagan lo nombró Embajador de EE.UU. para los derechos humanos, al frente de la suntuosa sede en Ginebra.
fuente, vìa:
http://www.argenpress.info/2010/03/paraguay-los-citizens-kanes.html
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