La hepatitis C
es una infección más activa en el cuerpo y más frecuente en la
población que el VIH/sida, y también es potencialmente fatal. La gran
diferencia es que el virus de la hepatitis C (VHC) sí puede ser
eliminado del organismo. Para lograrlo, el mayor obstáculo es el costo
del tratamiento.
Acerca de los avances, retos y
limitaciones con los que se cuenta para responder a la epidemia de VHC,
estuvieron discutiendo un grupo de expertos reunidos en el congreso
regional HIV/HEP Americas, celebrado en la Ciudad de México, en abril
pasado. Ahí, los especialistas coincidieron en que la solución para
acabar con la infección por VHC está disponible, pero para erradicar la
epidemia hace falta una serie de acciones que involucran a varios
sectores.
Infección silenciosa
Se calcula que el 2 por ciento de la
población en el mundo tiene el VHC. En México, la prevalencia se estima
entre 0.9 y 1.5 por ciento, grupo del cual apenas 25 por ciento está al
tanto de su infección, de acuerdo con lo señalado por el doctor David
Kershenobich, director general del Instituto Nacional de Ciencias
Médicas y Nutrición.
Las consecuencias del VHC pueden ser
severas. De todos los casos de infección en nuestro país, apuntó el
especialista, 28 por ciento avanzará a cirrosis y 26 por ciento
desarrollará cáncer de hígado, lo cual traerá unas 500 mil muertes al
año.
Dado que la presencia de este virus no
genera síntomas, la detección suele ser tardía. Por ejemplo, en México
sucede, en promedio, a los 60.7 años de edad, informó Kershenobich. De
las personas diagnosticadas, 74 por ciento reportó haber recibido una
transfusión sanguínea y 3.7 por ciento fue sometido a alguna cirugía sin
transfusión sanguínea. De hecho, los Centros para el Control y
Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos recomiendan realizar
pruebas de detección de HCV a toda persona que haya recibido una
transfusión o un trasplante de órganos antes de 1992.
El tratamiento, tan lejos y tan cerca
Actualmente está disponible un
tratamiento de segunda generación que erradica el VHC. El fármaco
llamado sofosbuvir es el protagonista de un esquema que se suministra
durante 12 semanas, con una tasa de éxito superior al 95 por ciento.
Además, en comparación con los medicamentos de primera generación, ha
demostrado ser más seguro de usar.
Empero, el tratamiento con
sofosbuvir tiene también algunos bemoles. No es eficaz contra todos los
tipos de VHC, por lo se debe saber el genotipo y subtipo del virus, la
carga viral (cantidad de virus por mililitro cúbico de sangre), si se
han recibido tratamientos previos contra el VHC, entre otros datos.
No obstante, ha demostrado eliminar el
VHC, y médicos como Michael Saag, de la Escuela de Medicina de la
Universidad de Alabama en Birmingham, Estados Unidos, consideran que
sería posible acabar con la epidemia, de no ser por el alto costo del
tratamiento.
En el mundo, el esquema de medicamentos
para 12 semanas cuesta entre 65 mil y 80 mil dólares. En México, el
precio va de los 9 mil 900 dólares en el sector público –donde está
disponible en ciertos casos– hasta los 50 mil dólares en los servicios
privados.
Otro elemento que complica el panorama
de la epidemia es la posibilidad de reinfección. En el Reino Unido, por
ejemplo, se observó que la tasa de reinfección en hombres que tienen
sexo con hombres (HSH) fue de 20 por ciento en dos años y llegó al 50
por ciento cinco años después de haber sido tratados. En ese país, la
guía de tratamiento indica que sólo se puede tratar una vez a una
persona, excepto si presenta cirrosis, caso en el que se puede repetir
el tratamiento.
En este punto cabe decir que los
medicamentos contra el VHC son tan recientes que sólo hay resultados
preliminares acerca de que la resistencia a alguno de ellos permanece
entre uno y cuatro años después del tratamiento, pero no hay certeza
sobre si tales resistencias se “archivan” y pudieran afectar
negativamente el resultado de un retratamiento.
De acuerdo con el doctor Jorge Santana,
de la Universidad de Puerto Rico, la principal dificultad para
emprender campañas masivas de detección radica en que el tratamiento no
está disponible de manera universal, pues implica un gran gasto para los
gobiernos.
Coinfección con el VIH
La población con VIH es especialmente
vulnerable a la infección por VHC. Según explicó el doctor Mario
González, de Brasil, la tasa de coinfección alcanza hasta 90 por ciento
en personas que usan drogas inyectables, mientras que en HSH ha
aumentado en los años recientes. Se ha visto que personas coinfectadas
evolucionan más rápido a cirrosis que aquellas que sólo tienen VHC, y
que en Estados Unidos, este virus es la segunda causa de muerte en
personas con VIH, después del sida.
La buena noticia es que el sofosbuvir
no tiene interacciones con ningún fármaco antirretorviral, por lo que
puede suministrarse de forma segura a personas coinfectadas.
vía:
http://letraese.jornada.com.mx/2016/08/31/hepatitis-c-el-dinero-habla-5968.html
http://letraese.jornada.com.mx/2016/08/31/hepatitis-c-el-dinero-habla-5968.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario