En los ùltimos 20 años, siempre que empeoran los indicadores del
capitalismo mafioso y que la situaciòn economica y social del pueblo
colombiano se complica màs, las elites dominantes se inventan una
"negociaciòn de paz" para distraer a la gran mayoría de la sociedad
nacional.
En Colombia esta de moda la paz. El
señor Santos, actual Jefe de la Casa de Nariño, ha desplazado la
atención nacional hacia unos diálogos con las Farc, para realizar una
negociación que ponga fin al prolongado conflicto armado nacional.
La premisa de dicha estrategia es una
supuesta derrota de la guerrilla y el triunfo de las Fuerzas Armadas
sobre la insurgencia campesina. Ademàs, se hace una intensa propaganda
para demostrar que la lucha armada es inutil en la acción política para
lograr cambios reales en la sociedad que implican la destrucción del
poder de la oligarquía dominate desde hace 200 años. Como si no fuese la
lucha armada revolucionaria de los últimos 50 años la que obliga a las
clases dominantes ha realizar algunas reformas y adelantar algunos
procesos de paz para generar la idea de una democracia que atiende las
demandas ciudadanas. De no ser por la permanente lucha de las guerrillas
colombianas las cosas serían aun peores en esta nación.
El anuncio de los diálogos con las Farc
reconoce simple y llanamente que toda la guerra del señor Uribe Velez,
durante 10 años, en la que participó activamente el señor Juan Manuel
Santos con sus falsos positivos, masacres, asesores judios, tecnologia
aérea de terror e invasiones de otros paises, es un monumental fracaso.
Un fiasco absoluto. Las Farc sobrevivieron al exterminio, se
reorganizaron y con la guerra de guerrillas, incluidas nuevas formas de
organización con unidades de combates moviles, francotiradores y
minados, llevaron al desgaste de la maquinaria militar oficialista,
onerosa fiscalmente, ineficiente en el combate y en franco declive.
Esa es la realidad que omiten quienes
hoy hacen el elogio desmesurado del "pacificador" Santos, a quien
visitan en su Oficina, los señores del Partido Comunista (Caicedo,
Lozano y Ramirez), en un acto de oportunismo sin antecedentes, para
congraciarse con el verdugo de los campesinos que hoy posa de inofensiva
paloma. Lo que hace el "Partido Comunista" y otros supuestos
revolucionarios del Polo que estan en la Cámara, es entregar de manera
traidora las banderas de lucha del movimiento campesino colombiano.
Salir a respaldar el proceso de Santos, sin sentido critico y sin
demarcar fronteras, es una felonía que desenmascara estos falsos
revolucionarios mas interesados en la componenda con la oligarquía
dominante. Es la política perpetua de conciliación de los pcs
colombianos, que impulsa sin pudor el señor Carlos Lozano, un burocrata
corrupto que juega a muchas bandas.
Lo cierto es que este proceso de paz
orquestado por la gran oligarquia es un recurso para distraer al pueblo
frente a la crisis social que lo afecta derivada de las malas
condiciones que registra la economía a raiz de una de las mas graves
crisis del capitalismo financiero global. Así ocurrió hace 12 años, en
el proceso de paz de Pastrana. Ese montaje se organizó para sobrellevar
una de las peores crisis de la economia capitalista colombiana y una vez
se superaron los peores puntos del atasco se le dió término para
propiciar el ascenso del señor Uribe Velez y su paraestado criminal.
Igual ocurrió en el gobierno de Belisario Betancur que llevó al
exterminio de la Unión Patriotica y de la misma manera se dió en el
gobierno de Cesar Gaviria, quien montó simulacros de paz con grupos
degradados moralmente para de esa manera implantar el modelo neoliberal
en la sociedad y el Estado.
Son los errores del pasado que no debemos repetir. Que no debemos olvidar.
Santos quiere hacer una paz para salvar
el capitalismo colombiano, con la ayuda de falsos comunistas y
revolucionarios que posan de almas progresistas como el Representante
Cepeda.
Por eso la Agenda que se ha conocido es
un listado de generalidades, de temas abstractos que nada tienen que
ver con los problemas concretos de los colombianos de hoy como la
descomunal crisis de la salud, la privatizacion de la educación, la
especulación y explotacion del sistema financiero, el fuero militar para
la impunidad, los derechos de los indigenas, la reforma agraria que
elimine el poder latifundista, los derechos de las victimas, la
situación de los desplazados, la situación de las cárceles, la reforma
democrática de la justicia, la democratizacion de los medios de
comunicacion, la reforma electoral, el desempleo, el hambre, la pobreza,
la democracia real, la participación política efectiva, la eliminación
de la corrupción y del clientelismo, el rescate de la soberania
nacional, la depuración de las fuerzas armadas, la eliminación efectiva
del paramilitarismo y la suspension de la locomotora minera.
El pueblo colombiano no se puede dejar
distraer con este embeleco y con llamamientos para dar apoyos populares a
Santos. Todo eso es una farsa. Lo único que cabe es la movilzación de
las masas, (como lo vimos recientemente con la lucha de los campesinos
cafeteros y los indigenas), la lucha del pueblo, la realización de
paros, bloqueos de carreteras, las acciones contundentes como la de los
indigenas del Cáuca, la movlizacion de los educadores y los estudiantes
contra el neoliberalismo.
No sea que ahora nos pidan estos
oportunistas politiqueros de "izquierda" que desmomentemos el paro del
12 de octubre con el argumento de que no hay que hacerle el juego a
Uribe Velez y se debe rodear a Santos. Ese mismo señor Santos que ahora
ofrece otro rostro espera las condiciones propicias para seguir
golpeando al pueblo y a sus organizaciones con masacres, asesinatos,
desapariciones, carcel y falsos positivos. Eso no lo puede olvidar la
gran mayoría de la sociedad.
A la paz se llega con la lucha y la
perseverancia del pueblo y de la resistencia guerrillera, a pesar de los
enormes sacrificios que haya que hacer. Son los que se han hecho hasta
el momento. Por eso no se debe bajar la guardia.
No se puede pretender que una
resistencia guerrillera heroica termine repitiendo los episodios de
traicion y rendicion de los años 50 del siglo pasado, cuando todos los
lideres de la resistencia terminaron acribillados por los sicarios del
oficialismo liberal y conservador.
Addenda: Mientras se habla de paz,
Ejercito y policia tienen la tarea de reorganizar y fortalecer los
paramilitares. En Norte de Santande, en Cucuta, el Capitan Torres, Jefe
de "derechos humanos" del Comando Departamental de la Policia, trabaja
de la mano del Jefe paramilitar "Chang", sinistreo asesino de Juan Frio,
reclutando y adistrando cerca de 500 paramilitares para recuperar el
control del àrea metropolitana y de la frontera con Venezuela.
Vía:
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/29543-colombia-%C2%BFes-la-paz-de-santos-otra-cortina-de-humo?.html
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/29543-colombia-%C2%BFes-la-paz-de-santos-otra-cortina-de-humo?.html
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