Maíz volador
Mientras desde Naciones Unidas reclaman a
EE.UU. detener la producción de etanol en base a maíz, la sequía en el
país del norte genera un alza en el precio de los alimentos a escala
planetaria. Entrevista con Guadalupe Rodríguez (Salva la Selva).
Las declaraciones la pasada semana del
secretario general de la organización de Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO), el brasileño Graziano Da Silva
sorprendieron al mundo. El jerarca reclamó a los Estados Unidos (EE.UU.)
no destinar el 40 por ciento de su producción de maíz a la elaboración
de etanol carburante, bajo riesgo de encarecer tremendamente el precio
internacional de dicho grano, básico para la alimentación humana y
animal.
La sequía y ola de calor por la que atraviesa EE.UU. ha diezmado las cosechas de verano de soja y maíz. En este último caso la afectación se estima en un 50 por ciento. Ello se ha reflejado en el índice internacional de precios de los alimentos que releva la FAO y que se conoció en los últimos días. Ello se traduce en una presión directa sobre los países del Sur para expandir los cultivos para agrocombustibles, como la caña de azúcar, el maíz y la soja.
Algunos países como Colombia y otros han anunciado el crecimiento en la superficie dedicada a estos cultivos.
Bajo la legislación estadounidense, el 40% de la cosecha se debe utilizar para la producción de biocombustibles, que se mezclan en una proporción del diez por ciento con combustibles fósiles derivados del petróleo. Graziano da Silva, declaró que la suspensión de la cuota permitiría que el cultivo se dedicara a la producción de alimentos, lo cual fue rechazado por el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack quien sostuvo que la norma sobre biocombustibles tiene un impacto positivo en el país.
La integrante de la organización Salva la Selva, Guadalupe Rodríguez dijo a Radio Mundo Real desde España que una situación similar se vivió en el año 2007-2008 cuando una situación climática similar afectó a los agricultores de EE.UU..
El resultado fue el incremento del precio del maíz lo cual impactó directamente en la alimentación de México y otros países de Mesoamérica que basan su alimentación en el grano dorado.
“Ya conocemos las consecuencias de estos fenómenos. En muchos lugares del mundo ya hubo sequías y comenzaron una serie de revueltas en diversos países por el encarecimiento del alimento. Uno de ellos fue México”, explicó Guadalupe.
Asimismo Guadalupe Rodríguez se refiere a la convocatoria realizada por su organización a las autoridades norteamericanas para detener la producción de etanol.
“En un mundo donde existen mil millones de persona que pasan hambre, destinar cosechas y productos alimentarios para mover coches es una locura que definitivamente debemos detener. Le pedimos al presidente Obama que lo haga, pero también a las autoridades de la Unión Europea”, indicó finalmente Guadalupe.
La sequía y ola de calor por la que atraviesa EE.UU. ha diezmado las cosechas de verano de soja y maíz. En este último caso la afectación se estima en un 50 por ciento. Ello se ha reflejado en el índice internacional de precios de los alimentos que releva la FAO y que se conoció en los últimos días. Ello se traduce en una presión directa sobre los países del Sur para expandir los cultivos para agrocombustibles, como la caña de azúcar, el maíz y la soja.
Algunos países como Colombia y otros han anunciado el crecimiento en la superficie dedicada a estos cultivos.
Bajo la legislación estadounidense, el 40% de la cosecha se debe utilizar para la producción de biocombustibles, que se mezclan en una proporción del diez por ciento con combustibles fósiles derivados del petróleo. Graziano da Silva, declaró que la suspensión de la cuota permitiría que el cultivo se dedicara a la producción de alimentos, lo cual fue rechazado por el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack quien sostuvo que la norma sobre biocombustibles tiene un impacto positivo en el país.
La integrante de la organización Salva la Selva, Guadalupe Rodríguez dijo a Radio Mundo Real desde España que una situación similar se vivió en el año 2007-2008 cuando una situación climática similar afectó a los agricultores de EE.UU..
El resultado fue el incremento del precio del maíz lo cual impactó directamente en la alimentación de México y otros países de Mesoamérica que basan su alimentación en el grano dorado.
“Ya conocemos las consecuencias de estos fenómenos. En muchos lugares del mundo ya hubo sequías y comenzaron una serie de revueltas en diversos países por el encarecimiento del alimento. Uno de ellos fue México”, explicó Guadalupe.
Asimismo Guadalupe Rodríguez se refiere a la convocatoria realizada por su organización a las autoridades norteamericanas para detener la producción de etanol.
“En un mundo donde existen mil millones de persona que pasan hambre, destinar cosechas y productos alimentarios para mover coches es una locura que definitivamente debemos detener. Le pedimos al presidente Obama que lo haga, pero también a las autoridades de la Unión Europea”, indicó finalmente Guadalupe.
(CC) 2012 Radio Mundo Real
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