#YoSoy132 en Televisa/Foto: José Carlo González, La Jornada |
"No seremos más voces
silenciadas. Estamos aquí con nuestros cuerpos, con nuestras mentes, con
nuestras esperanzas, a decirles: ¡Basta de envenenar la verdad con el
dinero! ¡Basta de pervertir el conocimiento y la educación! […] ¡Basta
de no dejarnos participar en nuestro futuro! ¡Construyamos el camino que
florece en nuestras manos!” Así concluye el histórico manifiesto del
movimiento #YoSoy132 pronunciado a las puertas de Televisa al concluir
la toma pacífica de sus instalaciones el pasado viernes 27 de julio.
Los jóvenes han tenido el enorme
acierto de identificar la democratización de los medios de comunicación
como uno de los objetivos prioritarios en la lucha por lograr una
democracia auténtica. Es también correcto ubicar a la empresa Televisa
como una de las principales responsables tanto de la degradación del
debate público nacional como de la corrupción de la esfera de
competencia política. Al establecer acuerdos con actores políticos como
Enrique Peña Nieto y PVEM, la televisora de Chapultepec ha fomentado un
mercado negro en materia de entrevistas y coberturas informativasque no
tiene lugar en un contexto democrático.
La abultada telebancada, que
incluye más de 15 diputados y senadores cercanos a Televisa y Tv Azteca,
también demuestra que la relación entre las televisoras y el PRI y PVEM
ha rebasado el intercambio de favores para entrar en una etapa de
verdadera simbiosis, en que es cada vez más difícil distinguir dónde
terminan las empresas mediáticas y dónde inician los institutos
políticos. Mientras, el Instituto Federal Electoral (IFE) se vanagloria
con el supuesto éxito en la aplicación del nuevo modelo de comunicación
política. Leonardo Valdés afirma que "la industria de la radio y la
televisión cumplió con su responsabilidad legal y con la democracia".
Nada más lejano de la realidad. En
primer lugar, no hay razón para confiar ciegamente en la cifra de 97
por ciento de cumplimiento de la transmisión de los más de 43 millones
de promocionales durante las campañas, precampañas e intercampañas. Hace
falta elaborar una auditoría ciudadana para saber hasta qué punto se
cumplió cabalmente con la pauta del IFE. También existen indicios de que
las televisoras jugaron a conveniencia con los tiempos entre la
recepción de los órdenes o espots nuevos del IFE y su cumplimiento, por
ejemplo con el retiro tardío del promocional calumnioso en contra de
López Obrador y el remplazo particularmente veloz de los espots de Peña
Nieto...
TEXTO COMPLETO DISPONIBLE EN LA JORNADA
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