1.
Hijito, cuánta pena me da tu angustia y tus sufrimientos; verte dando
vueltas y vueltas queriendo solucionar algo que no tiene solución. Has
vivido ilusionado mucho tiempo por la Presidencia, pero estás tan
embarrado con gente del narcotráfico, con empresarios de cadenas
comerciales, con millones de tarjetas que te sirvieron para comprar
votos, con todo de lo más putrefacto del PRI, del PAN y los medios de
información, que por más que te sacudas, aunque te laves con detergentes
y perfumes, no te puedes separar de los ya muy inaguantables olores. Tu
abuelo, así como a todos los que te queremos de verdad, nos causa mucha
pena que te retires, pero sería más saludable renunciar públicamente a
la Presidencia para que ya no sigas salpicando con suciedad a quienes sí
han sido tus amigos verdaderos.
2.
Recuerda que siempre es mejor reconocer los errores, por más duros que
sean, a tener que soportar las denuncias que nos acusan de tercos,
sordos y autoritarios. Aún más, encontrado el hilo de la madeja a
desenredar, podrían salir muchas cosas más que tus enemigos están
buscando desentrañar. Quizá tu desesperación te llevó a realizar cosas
que luego se tornaron inocultables. Eso del dinero del narcotráfico en
la campaña -que tanto se ha extendido en EEUU, Colombia, Paraguay,
España- no se puede ocultar. ¡Imagínate! En el centro de Madrid, en la
avenida central La Vía, narcotraficantes del PRI y de El Chapo (que
gritan que son tus amigos) derrochando cientos o miles de rublos
pensando que la policía derechista del PP no les haría nada, pero se
olvidaron de los fotógrafos y periodistas insobornables.
3.
No mi querido nieto, de este asunto del narcotráfico no sales porque es
más fuerte que el caso Soriana, el caso Monex, la compra de casas
encuestadoras o la entrega de miles de millones de pesos a Televisa.
Aunque sigas sobornado con muchos millones al IFE, al TRIFE, la SEPADE y
otros, llegará el momento en que a ellos mismos ya no puedan, les dé
vergüenza salir en tu defensa. Tendrás que renunciar, pedir que se
nombre un presidente interino y dejar que Beltrones (aunque debe estar
en la guerra amiga que se desató contra ti) sea el candidato del PRI.
Así son las cosas de la política, en los asuntos donde intervienen los
seres humanos que son impredecibles: nadie sabe dónde va a aparecer el
problema ni el tamaño del mismo. Por cierto nieto, estás muy bien en las
fotografías con el narcotraficante Celaya Valenzuela.
4.
Mi nieto querido: no quiero abrumarte con mi carta. Puedes seguir
negando todo, pero más adelante todo saldrá a la luz, tal como ha pasado
con los otros presidentes. Puede incluso el IFE y el TRIFE –que has
logrado comprar- reconocerte como presidente de la República pero es
posible que ya no puedas gobernar tu mismo y decidas entregarte
totalmente al gobierno de los EEUU. Felipe Calderón pudo acudir a la
política de ordenar que el ejército esté en la calles, aunque 60 mil
muertos haya sido su identidad. ¿Cómo serás calificado como presidente
si por donde pongas la cara verás protestas y odios contra tu persona y
el PRI? Tu abuelo piensa que es mejor que se diga que mi nieto sin
querer quedó embarrado en la compra de votos, en los medios de
información y en el narcotráfico pero renunció a toda la basura a que se
diga que prefirió gobernar con toda ella.
5.
Sólo una cosa más mi adorable nieto: Eso de Beltrones y Gamboa Patrón
jefaturando a los diputados y senadores del “nuevo” PRI me parece una
broma de mal gusto. Parecen haber sido puestos allí por órdenes del
Chapo Guzmán (que ahora tiene un gigantesco poder en México y América
Latina) para completar el cuadro. ¡Piénsalo muy bien nietecito! Que no
vaya a ser que este sexenio sea el que ponga la última gota para
estallidos revolucionarios. No exagero, pero puede ser porque la gente
ya no aguanta más miseria y más engaños. ¿Cómo es posible que en México
vivan los hombres más ricos del mundo y al mismo tiempo el 70 por
ciento de nuestra población viva en la pobreza, la miseria y el
desempleo? Este mundo no podrá cambiar ni con el presidente más honesto e
inteligente, sino con la participación de todo el pueblo. (11/VIII/12)
Pedro Echeverría V.
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