Nos preguntamos qué está pasando con la policía en el Estado español.
Si la semana pasada se denunció la represión y detención de un
discapacitado en sillas de ruedas por la policía catalana, ahora tenemos
que hablar de un desenlace fatal en el País Vasco.
La policía autonómica vasca, la Ertzaintza decidió actuar el pasado
jueves con violencia a unos aislados incidentes callejeros cuando a
gente celebraba el pase del equipo de fútbol local, el Athletic de
Bilbao, a las semifinales de la Europa League.
Iñigo Cabacas Liceranzu, joven de 28 años que resultó herido en
dichos incidentes fnalmente ha fallecido. Según han denunciado
familiares y allegados, Iñigo Cabacas recibió un pelotazo de goma tras
cargar la Brigada Móvil de la Ertzaintza en una atestada Avenida María
Díaz de Haro, donde numerosa gente celebraba la victoria del Athletic
ante el Schalke 04 alemán.
Las versiones que circulaban en Internet por parte de muchos testigos
apuntaban a que la carga policial fue no solo indiscriminada sino fuera
de lugar, provocando el pánico entre las numerosas personas allí
presentes.
Uno de los amigos de Iñigo, Javi López les contó a sus padres lo que
había ocurrido. Él fue con Iñigo al hospital y él clamó a la Ertzaintza
para que llamara una ambulancia porque su amigo, tumbado en el suelo,
con la consciencia perdida, chorreaba sangre por la cabeza. Javi, junto a
otros amigos: Iván Repes, José Antonio Aja y Koldobika Gutiérrez habían
quedado en la Avenida María Díaz de Haro. A eso de las once y media,
vieron cómo dos hombres discutían y se peleaban, pero nada del otro
mundo. No le dieron importancia. Un cuarto de hora después, llegaron
varios furgones de la Ertzaintza, en un despliegue importante. Los
jóvenes dijeron a la policía que no pasaba nada, pero les retiraron y
empezaron a disparar pelotazos. En ese momento, hubo gente que tiró
botellas. No estaban en su grupo, pero los cinco jóvenes les pidieron
que no lo hicieran para que no se liara más.
Pero se lió. La gente comenzó a dispersarse por donde podía. Con los
cinco amigos estaba una chica, muy nerviosa, lloraba, e Iñigo trataba de
calmarla. Cada uno corrió por donde pudo, añade Iván. Minutos después,
Koldo vio a una persona en el suelo y pidió una ambulancia sin saber
quién era el herido. José Antonio sí se apercibió de que se trataba de
su amigo. «Le vi sangrando por la zona de la oreja. Fui a un ertzaina,
le pedí una ambulancia y me puso hasta arriba de porrazos. Voy a poner
una denuncia», anuncia el joven al tiempo que muestra la fotografía de
sus piernas llenas de hematomas y el parte médico que acredita sus
palabras.
Mientras una chica utilizaba una bufanda rojiblanca para empapar la
herida de la cabeza, Javi sacó valor y se dirigió a otro agente
gritándoles que llamaran a una ambulancia. En el suelo, Iñigo estaba ya
inconsciente, y tenía convulsiones y espasmos.
Los cuatro jóvenes están convencidos de que una pelota de goma es la
causante de la muerte de su amigo. Y no dudan en calificar de
«injustificada y desproporcionada» la actuación policial. Señalan que la
policía fue directamente a hacer daño, disparando pelotazos a menos de
20 metros.
El Departamento vasco de Interior ha abierto una investigación para
esclarecer lo ocurrido. Según la versión oficial, la Ertzaintza recibió
el jueves «varias llamadas» en las que se comunicaba que había una
persona herida, «semiinconsciente y sangrando de la cabeza». Cuando
varias dotaciones acudieron al lugar, un grupo numeroso de personas
lanzó botellas y piedras contra los vehículos policiales, por lo que los
agentes utilizaron material antidisturbios para dispersarlos». El
portavoz de la Policía autónoma añade que después tuvieron conocimiento
del traslado de un herido al hospital. Es decir, según la policía vasca,
Iñigo estaba herido antes de la llegada de los antidisturbios, cosa que
niegan los amigos de la víctima y numerosos testigos de los hechos.
Lamentablemente, en el Estado español están proliferando las
denuncias que acusan a los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad del
Estado de cometer abusos de violencia. Una violencia ejercida, en
ocasiones, de manera indiscriminada, afectando a toda persona que se
encuentre en el lugar de la represión, y hasta ahora con total
impunidad. Ejemplos han sido la represión al pacífico movimiento 15-M de
Barcelona, los golpes y detenciones contra jóvenes estudiantes, muchos
de ellos menores de edad, en las manifestaciones en defensa de la
Educación Pública en Valencia, o las detenciones durante la jornada de
Huelga General.
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Audio publicado en Más Voces : www.masvoces.org
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