Un modelo de sociedad cohesionada, una España unida, una Europa fuerte. Entelequias de campaña.
Hay ideas tan viejas como los tiempos, que no caducan. Ideas que son fáciles de propagar y que no necesitan actualizaciones. Una de esas ideas es “España”, tan antigua como ese concepto de vieja Europa unida y poderosa.
Siempre que aparece en un discurso el argumentario patriótico y la palabra “España” se cuela en todas las frases apareciendo cada tres palabras, todo se me antoja infantil.
La exaltación de “España” como libro de estilo permite que, aquellos para los que la pluralidad son malas hierbas para un proyecto común, tengan consignas fáciles y vacías que no necesitan desarrollar. Cuando se machaca con el “todo por la patria” no hace falta respetar identidades que se salgan de cuadro.
Es el caramelo del tonto, la unificación de la ambigüedad, la simplificación de la nada, la llamada a la entrega y el sacrificio, la sumisión por el simple hecho casual del nacimiento en un lugar.
Si te va mal, trabaja más y calla, la crítica no construye. Si no tienes trabajo aquí, ahí tienes Europa.
Son tiempos en que la igualdad es joder a todos y que los más jodidos se conformen creyendo que más jodieron al que más tiene, o al que más se lo merecía. En casa somos muy españoles por encima de todo, pero en Europa animales de tiro.
Ayer encontré un librito de la campaña de comunicación del euro de finales de los 90, era la culminación de lo que prometieron iba a ser un proyecto político sólido y estable. Una Europa grande y libre que lo iba a petar con su fuerte moneda ante los mercados financieros.
Con Europa todo iba a ser más grande.
Y así votamos la constitución europea, para ponerle la guinda a la felicidad económica, era un texto bonito, que alegraba los corazones de la eurozona y hermanaba los bolsillos.
Vìa,fuente:
http://www.jrmora.com/blog/
http://www.jrmora.com/blog/
No hay comentarios:
Publicar un comentario