Acá presentamos una carta que se entregó
el miércoles 4 de abril, recién pasado, a la Directora del Instituto de
Derechos Humanos, ante la Detención Ilegal y Tortura en contra del
abogado Julio Cortés, y de otros abogados, así como el abuso que comete
Carabineros en contra de menores de edad, en el mismo orden.
Santiago, 04 de Abril de 2012
SEÑORA
LORENA FRÍES
Instituto Nacional de Derechos Humanos
En
el contexto de violencia social al que asistimos desde hace un tiempo,
los abogados abajo firmantes queremos manifestarle a usted y a los
miembros que integran la institución que usted dirige, lo siguiente:
1.-
Nos preocupa el distanciamiento entre los principios y normas de un
Estado de derecho democrático y la actuación policial, manifestada en
altos niveles de represión. Rechazamos en consecuencia, la irracional
violencia policial empleada contra los miles de hombres y mujeres que a
lo largo y ancho de nuestro país se manifiestan, particularmente en el
estamento estudiantil y la localidad de Aysén, así como la aplicación de
la ley de Seguridad del Estado, respecto de estos últimos.
2.
En este contexto, denunciamos las numerosas detenciones ilegales que a
diario se verifican en distintas unidades policiales, muchas de las
cuales, incluso, han sido declaradas así por los juzgados de garantía.
Asimismo, las violaciones al derecho a defensa que se han producido en
el paso previo al control de detención (unidades policiales
generalmente). Nos preocupa el vacío de la legislación procesal penal en
orden a hacer cumplir los principios limitadores del ius puniendi en el
lapso comprendido entre la detención de las personas y la circunstancia
de ser puestas a disposición de la justicia. Creemos que existe una
“tierra de nadie” en materia de respeto a las garantías individuales,
que se ha convertido en un factor criminógeno favorable a la comisión de
múltiples atropellos, como los que en esta misiva se señalan.
3.
Nos preocupa el hecho que la citada conducta, particularmente de parte
de Carabineros, desconoce absolutamente los derechos y garantías no solo
de los imputados, especialmente tratándose de menores infractores de
ley penal, sino también de abogados defensores. En tal sentido
denunciamos las detenciones ocurridas durante el último período de
varios abogados defensores, tales como la colega MARGARITA PEÑA HUMAÑA,
hecho ocurrido el día 01 de marzo de 2012 en circunstancias que
acompañaba a un sindicato a las dependencias de la Dirección del
Trabajo, dada su especialidad de laboralista; la detención del colega
PABLO VILLAR MAUREIRA en dos ocasiones, en lo propio, durante el año
2011, quien además fue golpeado por carabineros, como asimismo, la
detención y tortura a la que fuera sometido recientemente también el
colega JULIO CORTÉS MORALES el día 15 de marzo de 2012.
Respecto
de esta última, es dable señalar que Julio Cortés Morales es profesor
de derecho de la infancia en la Universidad Central de Chile; de
criminología en la Universidad Arcis, y colaborador de la Defensoría
Popular. En su labor docente le ha tocado capacitar en estándares de
protección de derechos humanos de niños y niñas a los distintos sectores
del sistema penal: jueces, defensores, fiscales y también a las
policías y particularmente a Carabineros de Chile. Además, presta
funciones en la Universidad Central como abogado de estudiantes. Al
momento de su detención, el colega Cortés se dirigía a verificar la
detención de unos estudiantes de la universidad Central en la Tercera
Comisaría de carabineros. Al llegar a las inmediaciones de La Moneda,
cerca de mediodía, intervino profesional y verbalmente ante Carabineros
de Fuerzas Especiales que repelían violentamente a unos jóvenes
universitarios, por considerar que se trataba de un procedimiento
ilegal. En este contexto solicitó identificación al carabinero que
dirigía el procedimiento, la que no sólo le fue negada, pese a que el
funcionario estaba obligado legalmente a proporcionarla, sino que además
este mismo funcionario ordenó al piquete que comandaba que procedieran a
detenerlo en el acto. Se le condujo al interior de un carro policial
pequeño, vehículo en el cual lo mantuvieron por un espacio de tres
horas, junto a un grupo aproximado de 16 jóvenes, menores de edad. Uno
de ellos ostentaba una visible herida en el rostro producto de los
golpes policiales y varios sufrieron desmayos y otras afecciones
derivadas de la deshidratación e hipertermia, habida consideración de
las altas temperaturas a las cuales fueron expuestos, las que a lo menos
se situaron en los 40º C. Durante estas tres horas, y a pesar de que su
detención se verificó a dos cuadras de la comisaría donde finalmente
fue conducido, los trasladaron por varios puntos de la capital.
Ya
en la unidad policial, cerca de las tres de la tarde, varios abogados
de los aquí firmantes pudimos apreciar como el colega Cortés se
desvanecía y caía desmayado producto de la tortura que sufrió durante el
encierro en un lugar extremadamente reducido, prácticamente sin aire, a
unos 40°, con 16 personas más, cuestión que motivó a una abogada del
Instituto Nacional de Derechos Humanos a interponer un amparo de
garantía, el cual por disposición de la jueza de turno ni siquiera se
acogió a tramitación. La libertad del colega Cortés se obtuvo por vía
administrativa al ser ordenada por el fiscal del Ministerio Público,
cerca de las seis de la tarde. En tal sentido, nos preocupa enormemente
el distanciamiento que puede advertirse en este caso entre el rol de un
juez de ”garantía” y la decisión adoptada por la jueza de turno, pues no
parece condecirse con las recomendaciones del Relator Especial sobre
derechos civiles, en su Informe sobre Tortura de 2006: “Los jueces
deben aprovechar plenamente las posibilidades que brinda la ley en
cuanto al procedimiento de hábeas corpus (procedimiento de amparo). En
particular, deben tratar de entrevistarse con los detenidos y verificar
su condición física. La negligencia de los jueces con respecto a esta
cuestión debería ser objeto de sanciones disciplinarias” (párr.139.
Torture and other cruel, inhuman or degrading treatment or punishment.
Report of the Special Rapporteur. Addendum. Follow-up to the
recommendations made by the Special Rapporteur, Manfred Nowak, 21 de
Marzo 2006).
La detención del colega
Julio Cortés ha sido para nosotros un hecho paradigmático que marca un
antes y un después en la lucha por el respeto a las garantías
constitucionales, a muchos de los aquí firmantes a veces se les han
puesto trabas en las comisarías al llegar a preguntar por detenidos
porque “no estamos en la lista de abogados” que poseen en las
comisarías, en un acto claramente ilegal; en otras ocasiones se nos ha
exigido presentar el carnet del colegio de abogados, cuestión además
ilegal pues colegiarse es un acto voluntario; en otras ocasiones debemos
esperar largas horas desde que llegan los buses policiales con
detenidos a las comisarías y el ingreso de los mismos a la comisaría. El
detenido prácticamente “no existe” desde su detención y hasta su
ingreso, nada podemos saber de él mientras permanece a disposición del
jefe de fuerzas especiales, lo que se torna particularmente gravoso
cuando se trata de menores de edad, habida consideración de los hechos
que aquí se relatan y lo que el colega defensor Cortés observó
personalmente.
Sin perjuicio de que
se ejercerán las acciones legales pertinentes por los hechos que aquí se
denuncian, solicitamos a Usted disponga y administre todas las medidas
necesarias, dentro de la esfera de vuestra competencia, conducentes a
velar por el respeto a los derechos y garantías constitucionales de los
detenidos, especialmente de menores infractores de ley penal y de los
abogados defensores, solicitando o recomendando, entre otros, la
apertura de la investigación administrativa que corresponda al interior
de Carabineros por los hechos del día 15 de marzo, una revisión urgente
de los procedimientos de detención, de la formación que reciben las
fuerzas especiales de Carabineros, así como las instrucciones sobre los
límites de su actuación que éstos reciben por parte de los poderes del
Estado, especialmente del Ministerio del Interior y las Intendencias
respectivas. Algunos excesos policiales son hechos aislados, pero muchos
excesos policiales como los que venimos asistiendo en el último tiempo,
denotan ya un patrón de conducta en el cuerpo de policía que no se
condice con el debido respeto que institucionalmente debe darse a los
derechos humanos, pilar fundamental dentro del Estado de derecho
democrático.
Saludan muy atentamente a la Sra. Presidenta del Instituto Nacional de Derechos Humanos:
1 Araya Flores, María Mónica
2 Arenas Rodríguez, Juan Andrés
3 Arriaza Donoso, María Alejandra
4 Arteaga Sepúlveda, Luis
5 Barbería Miranda, Margarita
6 Bereaud Barraza, Joseph
7 Betancourt Gallegos, Viviana
8 Collado González, Rafael
9 Correa Barraza, José Luis
10 Cortés Morales, Julio
11 Cortés Muñoz, Mario
12 Cruz Rivera, Cristian
13 Daza Carrasco, Mauricio
14 Díaz Rebolledo, Carlos
15 Escalona Orellana, Raúl
16 Espinoza Gaete, Fabiola
17 Espinoza Pino, Alberto
18 Galarce Wensel, Sebastián
19 García, Rodrigo
20 Gutiérrez Gálvez, Hugo
21 Horvath, Valentina
22 Labra Videla, Consuelo
23 Lavín López, Eduardo
24 Letelier del Solar, Fabiola
25 Lizana Ormazábal, Washington
26 Lizana Sierra, María Constanza
27 Loyola Madrid, Rodrigo
28 Macías Espinoza, José Antonio
29 Mancilla Domínguez, Juan
30 Mena Castañeda, Leonardo
31 Meza-Lopehandia, Matías
32 Miranda Urrutia, Nelson
33 Montenegro Montenegro, Santiago
34 Morales Cortés, Lorenzo
35 Nehgme Cristi, Fahra
48 Villegas Díaz, Mirna
Vìa,fuente:
http://www.elciudadano.cl/2012/04/07/50679/carta-denuncia-en-contra-de-carabineros-firmada-por-mas-de-40-legistas/
http://www.elciudadano.cl/2012/04/07/50679/carta-denuncia-en-contra-de-carabineros-firmada-por-mas-de-40-legistas/
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