1.
Manlio Fabio Beltrones, el real jefe nacional del PRI, es con mucho, el
más hábil y hasta inteligente de todos los políticos priístas en estos
momentos. Estuvo a punto de quedarse con la candidatura presidencial,
pero la campaña adelantada de más de un año y los compromisos firmados
por Enrique Peña Nieto con los empresarios y los dueños de los medios de
información, tuvieron el peso determinante. Aquel personaje, conocido
como ”Don Beltrone”, se le atribuye la jefatura de mafias al estilo
italiano por ser un antiguo gobernador, legislador y funcionario de los
gobiernos del PRI, pero ha sido tan hábil en su andar político, que
–aunque ha vivido mucho tiempo en el pantano- ha conservado, al parecer,
limpio su plumaje. Pues el día de ayer “Don Beltrone” nos regaló dos
ideas: relanzar el TLC y una segunda etapa de la Iniciativa Mérida.
2.
Señaló que “no es conveniente seguir basando la relación con nuestro
principal socio comercial, Estados Unidos, en un esquema que ya no
responde a la realidad de este siglo XXI ni a la integración económica y
cultural de la región fronteriza”. Dijo que hay que hay que aprovechar
la renovación de las presidencias en México y Estados Unidos en 2012
para “relanzar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
a una nueva fase de cooperación orientada a la competitividad, el
empleo, el desarrollo y la seguridad, así como a la solución regional de
los problemas bilaterales; que se debe complementar la colaboración que
tenemos en materia de seguridad y justicia en el marco de la Iniciativa
Mérida, con una segunda etapa de desarrollo del TLCAN”. Es inteligente
apuntar ambas ideas.
3.
EEUU ha sido “nuestro principal socio comercial” durante un siglo por
lo menos; sin embargo esa relación “comercial” sólo ha beneficiado
–tanto en lo agrícola, industrial, en recursos naturales y en todo tipo
de negocios, a los mismos EEUU. Hemos malvendido durante 100 años
productos agrícolas que ellos escogen y a cambio hemos comprado
productos industrializados a los precios que han querido. ¿Y saben los
mexicanos por qué? Porque nuestra vecindad de tres mil kilómetros de
frontera ha servido para acrecentar cada año nuestra relación vergonzosa
de esclavo que tiene al país más poderoso del mundo –los EEUU- como
amo. Año tras año las organizaciones civiles y de izquierda han
propuesto la apertura comercial de México hacia otros países con el fin
de diversificar nuestro comercio; pero la respuesta siempre ha sido:
nuestros compromisos con EEUU son tan grandes que sólo podemos comerciar
con él.
4.
Por eso tanto los candidatos presidenciales del PRI, Peña Nieto; del
PAN, Josefina V. Mota, y el senador priísta Beltrones, no ven otra
salida que entregar más los intereses de México a los EEUU renovando
acuerdos. La revisión del TLC y de la Iniciativa Mérida –en terribles
condiciones de debilidad- sólo beneficiará más a los EEUU quien impondrá
muchas más trabas y condiciones al comercio, a la migración, a
cualquier préstamo o ayuda que se solicite. Y mediante la iniciativa
Mérida sería el mejor momento para que los yanquis estabilicen más bases
militares en el país y establezcan definitivamente a la DEA, la CIA, el
FBI, bajo la coordinación de la embajada de EEUU. En estos tiempos en
que decenas de países buscan liberarse de los EEUU: el BRIC, Venezuela,
Bolivia, Nicaragua, Cuba, Ecuador, países del medio oriente y africanos,
el planteo del PRI y del PAN de “mejorar” las relaciones con los EEUU
es sin duda un tremendo entreguismo.
5.
El nacionalismo o la defensa cerrada de lo nacional –que fue de
avanzada en la lucha antiimperialista- parece hoy una ideología atrasada
frente al internacionalismo de países y pueblos cuyas fronteras han
sido hechas añicos demostrando que los seres humanos no tienen patria;
sin embargo el comportamiento de los EEUU y de una decena de los más
poderosos países están demostrando un nacionalismo a ultranza –agresivo-
porque siguen saqueando las economías de los pueblos con el fin de
beneficiar intereses propios. El TLC, firmado a fines de 1994 y puesto
en práctica a principios del año siguiente, ha demostrado que “el libre
comercio” es apertura comercial para México, pero es nacionalismo a
ultranza para EEUU. Se vale de todas las mañas descalificadotas para
seguir comprando barato recursos agrícolas, animales, energéticos y, al
mismo tiempo para vender sus productos manufacturados sin la menor
garantía.
6.
La izquierda mexicana tiene claridad acerca del enorme poder que
representan los EEUU, pero debe estar más atenta acerca de su cada vez
mayor presencia física en la República mexicana. Desde 1982, pero
particularmente desde hace 12 años –a raíz de que el PAN asumió la
Presidencia- los yanquis operan en México con más libertad que en los
mismos EEUU. Desde aquel famoso grito de Fox: “Bienvenido mi amigo Bush”
que lanzó desde su rancho en 2001 para recibir al presidente yanqui
escoltado por poderosos aviones bombarderos, no se había visto tal
relación de dependencia y sumisión de un presidente. Mucho más hoy
cuando el gobierno de Calderón lanzó –al iniciar su gobierno en 2006- al
ejército como fuerza de ocupación en más de la mitad del territorio
nacional con el apuntalamiento de parte de ejército de los EEUU. ¿Qué
busca entonces el senador del PRI Beltrones al pedir una revisión de
acuerdos en condiciones de debilidad?
7.
No puede exigirse ruptura total con la política yanqui, pero sí un
respeto mutuo que significa igualdad, palabra que los yanquis no
conocen. Respeto de los millones de trabajadores indocumentados
mexicanos y de América Latina que con su trabajo hacen más poderosa la
economía yanqui. Respeto a los productos mexicanos que se ofrecen en los
EEUU, así como nosotros damos entrada a los productos de EEUU. Evitar
el tráfico de armas y el intercambio con drogas con el fin de evitar más
violencia y muerte. Eliminar “iniciativas Mérida” y demás planes que
ponen en el centro a los fuerzas armadas, al ejército y todas las
muertes de seres humanos. Condenemos a todos aquellos apoyadores de las
políticas guerreristas e intervencionistas yanquis que siempre han
provocado cientos de miles de muertes en diversos países. Esperamos que
los Beltrones y los candidatos presidenciales dejen de ser sumisos a los
intereses de EEUU.
Pedro Echeverría V.
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