El centro
de Atenas ardió por la furia de los que se oponían a la aprobación del
paquete de ajuste. A la medianoche local, el Parlamento griego de 300
escaños dio luz verde por una mayoría de 199 votos a la aplicación del
programa de austeridad que le exigen los organismos internacionales de
crédito para otorgarle ayudas millonarias. Al menos 80 personas
resultaron heridas en enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas
policiales. Las imágenes de televisión mostraron numerosos focos de
incendio en la calle: unos 20 edificios fueron prendidos fuego.
Los votos a favor procedieron de los socialistas del Pasok y el
conservador Nea Dimokratia (ND), los dos principales socios del gobierno
que preside el tecnócrata Lucas Papademos, así como algunos
legisladores independientes. Hubo 74 votos en contra de legisladores
comunistas y de izquierda, así como algunos disidentes de las filas
conservadoras y socialistas. Cinco representantes se abstuvieron y un
total de 278 estuvieron presentes.El presidente del Parlamento griego, Filippos Petsalnikos, tuvo que intervenir varias veces en el debate parlamentario debido a los gritos e insultos que emitieron algunos legisladores durante la votación. Atenas había acordado la semana pasada junto a los controladores financieros de la “troika” integrada por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional un nuevo y duro programa de ahorro. La aprobación del paquete es la condición para que los ministros de Finanzas de la UE pongan en marcha el próximo miércoles otro paquete de ayudas por el valor de 130.000 millones de euros.
Demasiado fuerte es el sentimiento de rechazo al plan de ajuste que prevé una vez más el sacrificio de quienes menos tienen, como los asalariados y los jubilados. “Estamos cansados de pagar por lo que hicieron gobernantes y banqueros”, es la frase que más se escuchó en el medio de la muchedumbre que se dirigía hacia el Congreso, en las primeras horas de la tarde. Gente de todas las edades, de toda extracción social y de toda orientación política. Personas mayores, jóvenes y familias, muchos llevando en los hombros la bandera nacional blanca y azul. Cuando luego se desataron los incidentes, frente al Congreso, en la famosa Plaza Syntagma, esa misma gente decidió permanecer en los alrededores, tratando de protegerse de los gases que hacían arder ojos y gargantas.
En tanto, al menos 80 personas, entre ellas 30 policías, resultaron heridas ayer en enfrentamientos registrados en el centro de la capital entre la policía y quienes se oponen a los recortes de sueldos y despidos masivos previstos en el aparato estatal. Las batallas callejeras se prolongaron hasta entrada la noche. Varios edificios fueron incendiados, entre ellos dos cines y varios bancos.
El portavoz de los bomberos, Nikos Tsongas, dijo en la televisión: “Tenemos muchos incendios e intentamos controlarlos”. Los jóvenes anarquistas, que fueron aplaudidos por el resto de los manifestantes,lanzaron piedras a la policía antidisturbios, que respondió con bastones y gases lacrimógenos.
Los disturbios comenzaron al margen de protestas masivas pacíficas previas, que, según los sindicatos, reunieron a unas 200.000 personas. Un portavoz de la policía, por su parte, dijo que fueron 55.000 los manifestantes.
Previamente, el primer ministro griego Lucas Papademos había pedido a los legisladores del Parlamento que votaran a favor del controvertido plan de ahorro. Es “una decisión de importancia histórica”, dijo el tecnócrata Papademos en Atenas. El jefe de gobierno mostró a la vez comprensión por la resistencia que los recortes dictados por los dadores internacionales generan en la sociedad. “La falta de reconocimiento de los esfuerzos de los griegos y la constante crítica de algunos socios genera indignación entre los griegos”, comentó.
Papademos, que no pertenece a ningún partido, anunció además un nuevo sistema impositivo. “Todo el Estado será refundado”, explicó. El país, amenazado por la quiebra, se encontraba bajo una fuerte presión de los países dadores de fondos, en particular Alemania (ver aparte).
El tiempo apremiaba: los ministros de Finanzas de la Eurozona se reunirán este miércoles para confirmar el segundo tramo de ayudas por 130.000 millones de euros para Grecia, conformado por nuevas ayudas públicas por 100.000 millones de euros y 30.000 millones de euros en garantías adicionales para asegurar el recorte de deuda previsto. Este paquete de rescate debe reducir la deuda griega en alrededor de 100.000 millones de euros.
Los nuevos recortes prevén entre otras cosas fuertes reducciones de sueldos en el sector privado así como el despido de 15 mil empleados públicos de inmediato y 150.000 hasta 2015. El viernes y el sábado los sindicatos habían convocado huelgas en protesta. Se abrirá una época durísima para la gente común. Todo indica que el enojo está destinado a crecer. Ayer se vio una muestra.
Vìa,fuente :
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-187481-2012-02-13.html
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