Esta tarde, el Ministerio Público ingresó los documentos que solicitan
una condena efectiva de quince años de cárcel para Luciano Pitronello,
joven anti-capitalista y anti-autoritario de 23 años, quien en junio
pasado sufrió la explosión de una bomba que estaba instalando en una
sucursal del Banco Santander, en el centro de Santiago, situación que lo
dejó con graves heridas.
El ente perseguidor presentó documentos, primero, para juzgar a Pitronello bajo Ley Antiterrorista, quien resultaría condenado a doce años de cárcel si es encontrado culpable del delito de colocación de artefacto explosivo.
Segundo,
la Fiscalía pide tres años más de condena, por uso de patente falsa,
dado que la motocicleta ocupada el día del accidente tenía su registro
adulterado.
Los antecedentes fueron entregados por la Fiscalía Metropolitana Sur en el Séptimo Juzgado de Garantía e incluyen numerosas pruebas documentales, declaraciones de testigos y entrevistas a peritos policiales.
Como
atenuante, el joven anti-autoritario tiene una “irreprochable conducta
anterior”, aunque no “colaboró” con la investigación –no declaró ni
identificó a la persona que lo acompañaba aquella noche- lo que podría
haber rebajado en algunos grados la condena.
La investigación terminó el 10 de febrero y fue encabezada por el fiscal jefe de la zona Metropolitana Sur, Raúl Guzmán, quien trabajó en conjunto con Héctor Barros y Cristián Toledo, ambos persecutores de la Unidad Especializada de Crimen Organizado.
En
los próximos días el Séptimo Juzgado de Garantía deberá fijar audiencia
para la preparación de juicio oral en el que se determinarán cuales son
las pruebas que se presentarán en la acción judicial de fondo.
LAS PALABRAS DEL TORTUGA
En
una carta de Pitronello –apodado “Tortuga”- publicada a inicios de
enero en diversos medios de comunicación anti-capitalistas, asumiendo su
presencia dicha noche de junio, señala que ha guardado silencio sobre
sus ideas para no aumentar las penas que se podrían pedir en su contra y
por la responsabilidad que siente como padre de una niña.
“El
poder ambiciona con mi juicio que la señora en la casa le diga a su
pequeño rebelde que así terminamos lxs idealistas, lxs que nos atrevemos
a soñar, que ni lo piense, que se empieza con la rebeldía propia de la
edad y que si no se frena puede terminar en terroríficas consecuencias
(…)”, señalaba en dicha carta.
El
joven estudiante de Inacap, hoy con arresto domiciliario, y con graves
secuelas tras la explosión, además de agradecer las muestras de
solidaridad desde todo el mundo, indicaba respecto a su situación: “La
cárcel planeo enfrentarla de la misma forma con la que enfrente a la
sociedad, con dignidad y alegría, jamás de una forma sumisa. Como se
habló en una ocasión: Hacer la cárcel combativa”.
Hacia
el final de la carta, tuvo algunas líneas para su acompañante esa
noche: “Sé que mi accidente te debe haber marcado, quizás cuantas noches
sin dormir (…) ¿sabrán que soy yo? ¿Se notará? ¿Me habrá delatado?
Recuerdo que una vez te dije que a pesar del profundo odio que siento
ante el miserable que apuñaló a su compañera (se refiere a Gustavo Fuentes Aliaga, “El Grillo”, colaborador de la policía en el “caso bombas”),
igual creía entenderlo, porque debía estar en algo similar para ver si
somos tan fuertes como decimos, porque siempre he creído que la delación
es un enemigo interno. ¡Ahora te puedo decir con certeza que ese tipejo
no tiene cojones!”, concluía.
El CiudadanoVìa:
http://www.elciudadano.cl/2012/02/20/48522/bajo-ley-antiterrorista-fiscalia-pide-quince-anos-de-carcel-para-luciano-pitronello/
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