“La conferencia en Cochabamba (Bolivia) sobre clima es una señal de esperanza a pesar del fracaso de las negociaciones en Copenhague (Dinamarca)”, expresa este jueves mediante un comunicado de prensa la federación ambientalista Amigos de la Tierra Internacional.
Del 19 al 22 de abril se realizará en Cochabamba la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. Amigos de la Tierra manifiesta su beneplácito por la organización del encuentro y numerosos representantes de la federación de diversas regiones viajarán a Bolivia para trabajar junto a movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales, representantes de gobiernos, académicos y pueblos indígenas de decenas de países.El propósito de la cumbre (promovida por el presidente boliviano Evo Morales) es abrir un espacio en el que la sociedad civil y representantes de algunos gobiernos se unan para formular demandas comunes justas y plantear soluciones. También es un intento de otorgarle un nuevo impulso y dirección a las negociaciones de Naciones Unidas (ONU) sobre cambio climático.
La última conferencia de ONU realizada en diciembre de 2009 en Copenhague fue un gran fracaso por la falta de compromisos de los países industrializados y su operativa inescrupulosa para lograr un acuerdo sesgado al margen de las negociaciones oficiales.
Más de 240 movimientos y organizaciones sociales de alrededor del mundo han adherido a la realización de la Conferencia de los Pueblos sobre cambio climático, en la que habrán 17 grupos de trabajo que redactarán propuestas sobre, por ejemplo, el Protocolo de Kioto, peligros del mercado de carbono, deuda climática, agricultura y soberanía alimentaria.
Durante la conferencia de ONU en Copenhague el presidente boliviano propuso que se realice un referéndum mundial sobre el cambio climático, ante las señales de que no habría acuerdo allí por las diferencias en la forma de vivir de los países industrializados y los que no lo son. “Dado que tenemos profundas divergencias de presidente a presidente, consultemos al pueblo y hagamos lo que nos diga”, señaló. La consulta se podría realizar el 12 de octubre.
Morales propuso preguntar a la población mundial si está de acuerdo con 1) restablecer la armonía con la naturaleza, 2) cambiar este modelo de sobreconsumo y derroche, 3) que los países desarrollados reduzcan sus emisiones para limitar el aumento de la temperatura global a un grado Celsius, 4) destinar al cambio climático un presupuesto superior al que se destina a Defensa, 5) la creación de un tribunal de justicia climática que juzgue a quienes cometen crímenes contra la Madre Tierra.
En el comunicado difundido este jueves por Amigos de la Tierra, el presidente de la federación, Nnimmo Bassey, considera que “la posición de Bolivia en temas ambientales constituye una antorcha de esperanza que esperamos guíe el rumbo de otros gobiernos y autoridades locales”. “A pesar de sus problemas económicos, Bolivia se ha enfrentado valientemente, y con derecho, a las tácticas de ’divide y reinarás’ utilizadas por los países ricos industrializados”, agrega.
Bassey destaca que “la Convención de la ONU sobre el Clima establece principios básicos respecto a la responsabilidad de los países desarrollados por sus emisiones actuales e históricas, pero esos principios se ven permanentemente socavados”. “Es más, la Convención se ha debilitado profundamente y ha sido manipulada por los gobiernos que promueven los intereses de las empresas en lugar de soluciones ambiental y socialmente justas”, fustiga el ambientalista.
fuente:
http://www.radiomundoreal.fm/Justicia-climatica
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Hay demagogias de proporciones tan descomunales que pasan al ámbito del surrealismo, son imposturas al límite de lo diabólico, cinismos que necesitan algún superlativo.. Este es el caso de la la cruzada internacional a favor del medio ambiente y de la “madre tierra” que intenta presentar como su nueva identidad ideológica el señor Evo Morales, inciativa que tiene una consistencia ética parecida a una convocatoria de Osama Bin Laden a la Paz mundial.
ResponderEliminarLa producción de hoja de coca, sustento político, económico, y principal fuente de legitimidad presidencial, ha experimentado un crecimiento geométrico desde 2006, incluyendo el cultivo en áreas protegidas, y es responsable de la mayor devastación de las tierras fértiles en Bolivia desde que los conquistadores españoles decidieron acabar a plan de incendios el manto vegetal altiplánico. A la esterilización producida por el arbusto, que imposibilita cultivos posteriores y que ocupa según estimaciones 50 000 hectáreas, se deben agregar la la inmisericorde vertida de miles de litros de residuos altamente tóxicos de acido sulfúrico, cal viva y otros químicos, derivados de la masiva producción de cocaína que a migrado de sus lugares de producción en el oriente a zonas peri urbanas y rurales del occidente.
Esta devastación es gravísima e ilustra la hipocresía de un gobierno que vocifera sobre el agua como un derecho humano, por ejemplo, pero que permite que la minería transnacional contamine como nunca los acuíferos del altiplano y como en el caso de San Cristóbal en pocos años habrá consumido por si sola tales cantidades que habrá convertido el sur de Bolivia en un desierto hasta debajo de la superficie.
El “sagrado” lago Titicaca se ha convertido en una cloaca producto del derrame de aguas servidas que ha crecido sin que se haya definido una política pública sobre esta problemática que ha confinado la presencia piscícola a las áreas de granja y a las especies que aun toleran esta contaminación. En el carnaval de Oruro, bajo la etiqueta de respeto a las “culturas ancestrales” miles bailaron haciendo sonar instrumentos musicales y exhibiendo vestuarios hechos con especies en extinción sacrificadas expresamente ignorando no solo las leyes sino los ruegos de organizaciones medioambientalistas y ciudadanos.
Ufano de su apoyo electoral, que a disminuido mucho aunque se mantiene apunto de presiones y chantajes, el gobierno seguirá sembrando las canchas de futbol de todo el país de césped sintético para que armonice con alfombra de basura plástica que acompaña al viajero a lo largo de todas las carreteras y que es la cotidianeidad de la mayoría de los pueblos, e incluso de ciudades como Oruro y Cochabamba. En esas condiciones presentarse como el gran medioambientalista es una desfachatez alevosa e inaudita.