En el gobierno de Michelle Bachelet, las empresas trasnacionales mineras se han echado al bolsillo U$70.000.000.000 mediante toda clase de engaños para no pagar impuestos y recién hace unos pocos años empezaron a pagar una forma de royalty completamente risible.
Chile enfrenta hoy una gran tarea post-terremoto: la reconstrucción del país. La cual se estima que costará unos U$30.000.000.000 –enorme cifra por lo que se ha planteado la necesidad de pedir una línea de crédito al Banco Mundial. Esta situación, sin embargo, amerita un cuestionamiento debido a asumir un ciclo infernal de endeudamiento con estas organizaciones financieras internacionales, con las cuales muy probablemente terminaremos pagando diez veces más que los montos originales requeridos, gracias a sus altas tasas de interés. En este contexto, es imprescindible plantearnos si existen capacidades nacionales para cubrir estos costos y evitar así la esclavitud financiera a la que podemos volver a caer.
Creemos que es importante, en estos momentos de conmoción, prestar atención al rol que pueda jugar el Cobre en la reconstrucción de Chile. El mineral ya ha aportado un fondo de reserva de U$18.000.000.000 que podrá ser utilizado en las tareas de emergencia y reconstrucción.
Por eso nos parece exagerada la campaña del saqueo que fue agitada todos los días por los medios de comunicación, (de fomento de la histeria colectiva de las masas) y por los más encopetados miembros del “establishment” criollo: pero en vez de tanta gritadera por el saqueo de los supermercados y almacenes, creo que es realmente importante poner atención al saqueo sistemático, silencioso y multi-millonario que las grandes empresas de la minería realizan sobre el llamado “Sueldo de Chile” , como bien lo describió Salvador Allende, de la economía chilena, la minería cuprífera.
La participación en la producción nacional de cobre por parte de CODELCO es de apenas el 28% para el año 2007. Sin embargo, esta empresa ha aportado más de U$21.000.000.000 al fisco desde el 2005; el aporte de todas las transnacionales que controlan el grueso de la producción, sin embargo, no ha pasado de un magro U$5.000.000.000… ¿no es acaso este un grosero saqueo a vista y paciencia de todo el pueblo, con la complicidad del empresariado y la clase política?
Pero no son los únicos que roban lo que pertenece a todo el pueblo. El ejército, que en estas horas posan de guardianes del bienestar común, llevan décadas robando a todo el país a través del impuesto del 10% de las ventas de Cobre que va a parar directamente a sus arcas. Este trato privilegiado debe terminarse a la brevedad y estos fondos deben entregarse a áreas que beneficien al pueblo, al país, a la comunidad.
fuente, vìa:
http://www.revistasindical.cl/editorial/3060.html
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