El Laboratorio de Análisis de la Biosfera de la Universidad de Chile calculó en más de 30 toneladas la basura domiciliaria y productiva depositada en las playas de la Isla Grande Chiloé.
El estudio se desarrolló a través de la localización geoespacial de los residuos generados por la actividad humana y que son perjudiciales para la biósfera marina.
Son miles de residuos que se encuentran flotando o en el fondo marino y que van desde distintos tipos de plumavit hasta zapatos, plásticos, cuerdas, entre otros elementos arrojados tanto por personas como por empresas. Los expertos denominan la situación anterior como la “huella de la antropogenia”.
El equipo del Laboratorio de Análisis de la Universidad de Chile identificó las playas que se ubican lejos de los centros de cultivos acuícolas pero que, por efecto de las mareas y precipitaciones, presentan acumulación de residuos contaminantes.
El director del Laboratorio, el ingeniero en Recursos Naturales Cristian Mattar, explicó que un concepto relevante es el de las “playas sumideros” que se encuentran fuera del área que por norma deben limpiar las concesionarias acuícolas. Pero, según apuntó el investigador, la ambigüedad que rige esas zonas sería uno de los factores que sigue perpetuando el problema.
Sin embargo, a su juicio, más que un cambio legal se requiere de una modificación a nivel productivo donde estos residuos sean integrados a la cadena industrial y se conviertan en subproductos reutilizables para que no vayan a parar a ningún otro sector.
Para Cristian Mattar preocupa que las acciones de limpieza se realicen de manera voluntaria y que los municipios no dispongan de las herramientas suficientes para regular la situación.
El encargado de la oficina de Medioambiente y de Pesca de la municipalidad de Quinchao, Patricio Fuentes, dijo que dentro de los planes de la comuna está la prevención del borde costero y, en ese entendido, han realizado convenios con las empresas para cambiar la mirada sobre la producción de residuos reutilizables.
Aunque, Fuentes reconoció que todavía son compromisos débiles y, en ese contexto, detalló las acciones pendientes que en su opinión deberían implementar los actores involucrados.
Mientras, el director ejecutivo en Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático de la Corfo- organismo que encargó el estudio- Juan Ladrón de Guevara, reconoció que no se ha resuelto institucionalmente de quien es la competencia de limpiar estas playas porque muchas veces están fuera de la jurisdicción de los municipios y la Armada tampoco tendría competencia.
Precisó que a las empresas acuícolas se les ha podido aplicar normas al respecto, pero es necesario hacerse cargo del sector informal. El enfoque desde esta área, indicó, no iría por regular más a las empresas sino que entregar mayores incentivos económicos para que todos los actores inicien un tratamiento adecuado de su basura. Según afirmó, una materia de la que se estarían haciendo cargo desde esta unidad del Ministerio de Economía.
“En el mar la basura no es de nadie”
Desde el Laboratorio de la Universidad de Chile explicaron que las concesiones marinas son otorgadas para ciertos productos y cuentan con coordenadas definidas. Sin embargo, la desregulación es tal que se habla que “en al mar la basura no es de nadie”, dijo su director.
Incluso, se ha propuesto incorporar GPS en las boyas para identificar a que navegaciones pertenecen estos elementos que se acopian en el fondo marino, sin embargo sería una opción poco viable para la gran cantidad de estos elementos.
En esto coincidió, Juan Ladrón de Guevara quien concluyó que actualmente “no se sabe cuánto plástico está dando vuelta por las costas y aunque limpiáramos todo hoy, lo más probable es que sigan llegando residuos”. Por eso, dijo que “se apuesta por una ayuda financiera para que las empresas instalen otro tipo material que no genere el mismo impacto y, por el lado de la ciudadanía, es un tema de educación”.
Y este panorama se repite en distintos puntos del país. Los llamados “científicos de la basura” de la Universidad Católica del Norte han liderado diversos muestreos a nivel nacional durante 2008, 2012 y 2016. Martin Thiel, Director del grupo y académico de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte, ha advertido que los estudios revelan que Antofagasta “ha tenido, dramáticamente, la mayor cantidad de basura en comparación con el resto del país”.
A principios de año, el Capitán Charles Moore, conocido investigador estadounidense, recorrió las costas chilenas registrando la presencia de plásticos en el Océano Pacífico Sur. Visitó Coquimbo, Antofagasta y Arica. El descubridor de las llamadas “islas de plástico” del Pacífico Norte tomó muestras también en Valparaíso y Viña del Mar. “Estamos encontrando niveles altos” comentó en febrero pasado y advirtió que “en el Puerto observó una gran mancha de basura”.
vía:http://radio.uchile.cl/2017/08/03/en-el-mar-la-basura-no-es-de-nadie-la-critica-contra-el-tratamiento-de-residuos/
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