1.
El PRI (fundado en 1929) festejó su 83 aniversario gobernando –según
dice- 20 estados de los 32 de la República y 1,510 de los 2,400
municipios del país. Mantiene un liderazgo en el congreso de la unión y
tiene un presupuesto asignado de 1,646 millones de pesos. Es decir, se
vanagloria de gobernar más del 60 por ciento de la nación mientras el
PAN, PRD y demás partidos se dividen el 40 por ciento del país. Estos
datos demuestran el dominio del PRI que ahora, con un candidato
presidencial de 46 años, busca recuperar la Presidencia. Pero lo más
grave es que en el PRI no se ha registrado ninguna renovación porque sus
altos dirigentes siguen siendo el grupo que en los años 80 y 90 se
formó en los sexenios de De la Madrid, Salinas y Zedillo, es decir,
durante el neoliberalismo priísta. Hoy ha introducido un buen número de
jóvenes junior para renovar su cara, pero la dirección sigue estando en
los viejos.
2.
Señalan los priístas: “Cuando el PRI perdió la Presidencia de México
tenía 71 años de haberse fundado. A los 83 de vida —que hoy 4 de marzo
cumple—, y después de 12 fuera de Los Pinos, nuestro añoso partido
político intenta recuperar la conducción del país, como ha regresado al
gobierno en diez estados. Para intentar su regreso a la Presidencia, el
PRI, fundado por Plutarco Elías Calles en 1929 con el nombre de Partido
Nacional Revolucionario (PNR), luego Partido de la Revolución Mexicana
(PRM), tiene como candidato a Enrique Peña Nieto, que años antes del
inicio formal de la contienda del próximo 1 de julio ya era señalado en
todas las encuestas como el mejor posicionado, así lo decían los medios
de información. Aunque se contempló la pre candidatura de Manlio Fabio
Beltrones, el coordinador de los senadores del PRI, fue Peña Nieto el
que fue escogido por la militancia priísta.
3.
El poder económico en México está en manos de unos 100 poderosos
empresarios mexicanos y extranjeros; el poder político bajo el dominio
de 30 altos dirigentes del PRI y del PAN, ligados a la embajada de los
EEUU. Son ellos los que determinan –de acuerdo a sus particulares
intereses- el programa económico y político que se aplica en este país
de 115 millones de habitantes. El PRI, solitario o con muy débil
competencia electoral, ejerció el gobierno durante 70 años. El PAN –el
partido de la derecha extrema- sólo tuvo presencia política a partir de
mediados de los ochenta, cuando el neoliberalismo y el salinismo lo
impulsaron hasta ganar la Presidencia en el 2000. Ese PRI se encamina a
recuperar la presidencia de la República, con muchas probabilidades,
después de 12 años de haberla perdido. No sabemos si el derechista PAN o
el progresista de López Obrador se lo permitan.
4.
El flamante candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, carece de la
experiencia política necesaria para ocupar la Presidencia de la
República porque –con excepción de la gubernatura en la que aprendió- no
había salido a ocupar más que algunos cargos administrativos de
carácter local, es decir, del Estado de México. Quizá por ello en las
preguntas improvisadas de periodistas sobre libros no pudo responder y
tuvo que asumir una experiencia desastrosa. Pero por otro lado
respondería que tampoco el panista presidente Fox entendía algo de
política y que basta con contratar un centenar de asesores para que
resuelva cada uno de los problemas que se presenten. Como bien se ha
demostrado, Peña Nieto es creación de Televisa y demás medios de
información que lo han impulsado. Frente al candidato del PRI y la
candidata del PAN, López Obrador representa 20 veces la experiencia de
ambos.
5.
Peña Nieto aún no deja clara alguna de sus ideas porque, además, el PRI
desde que nació se autodefinió “con mucha habilidad e inteligencia” un
partido de “centro”, es decir, “ni de izquierda ni de derecha”; sin
embargo desde 1982 el mismo PRI de Salinas poniendo en práctica: a) la
contrarreforma agraria, b) vendiendo los empresas paraestatales, c)
estableciendo relaciones con el Vaticano y d) impulsando el
fortalecimiento del PAN, se puso abiertamente en la posición derechista.
Hoy ningún priísta –ni siquiera algún honrado si es que existe- ha
condenado esos cuatro pasos del salinisno que tanto desprestigian al
PRI. El PRI no puede hablar de apoyar los ejidos; no puede reivindicar
las empresas de Estado; no puede condenar la mayor intervención del
clero en política, ni tampoco puede oponerse a la ideología derechista
del PAN. ¿Quién fue sino su jefe Salinas y otros jefes los que aprobaron
esa política?
6.
¿Con qué cara, con qué argumentos van a hablar Peña Nieto o la
candidata del PAN Josefina Vázquez de la intervención desastrosa de EEUU
en la economía de México, si el PRI y el PAN la han aplaudido en los
último 30 años? ¿Cómo podrán condenar a EEUU por el trato que reciben
los migrantes en ese país si consideran que EEUU nos está haciendo un
gran favor por recibirlos? ¿Cómo podrán condenar la indiscriminada venta
de armas y la compra de drogas al narcotráfico mexicano? o ¿Qué podrán
decir de las decenas de miles de miembros de la CIA, FBI, DEA,
protegidos por la embajada de EEUU que infiltra todas las secretarías de
Estado, si EEUU mantiene al PRI y al PAN con un tapón en la boca? Aquí
parece que López Obrador es el único candidato libre para analizar con
razón los problemas porque posee fuertes grados de independencia. Con
base en ello parece que no elegiremos a un presidente sino a un
mandadero.
7.
El regreso del PRI ha causado mucho miedo, mucho temor, en aquellos que
mantienen una actividad política independiente; pero también el que se
prolongue el gobierno panista que ha significado corrupción, incapacidad
e inseguridad. Se busca que López Obrador demuestre que puede gobernar y
sabe hacerlo en beneficio del sector mayoritario de la población. No se
le tiene la confianza absoluta, pero se piensa que muy bien puede ser
un gobierno de transición, que saque algunos problemas profundos por los
que pasa el país: inseguridad, desempleo, bajos salarios, problemas de
migración, desigualdad, etcétera, para que otros gobiernos pudieran
profundizar en reformas a favor de los más pobres y oprimidos. Ni Peña
Nieto no Josefina Vázquez tienen la capacidad para gobernar, pero lo
peor es que están vendidos a los intereses d los empresarios, del clero,
de la derecha y de los medios de información.
Pedro Echeverría V.
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