Homenajes en distintos puntos de la capital se rindieron la noche del
viernes al joven de 16 años muerto de un impacto de bala. Mientras
Carabineros insiste en negar su responsabilidad en los hechos, la
Fiscalía inició una serie de diligencias que buscan esclarecer el
homicidio.
Con velatones en distintos puntos de Santiago decenas de personas lamentaron la muerte de Manuel Gutiérrez, de 16 años, ocurrida la noche del jueves en Macul, como consecuencia de un impacto de bala en su pecho.
Numerosos vecinos la Villa Jaime Eyzaguirre, donde vivía el joven, se congregaron para pedir justicia en el esclarecimiento de su muerte. Lo mismo ocurrió en otros puntos de la capital, como en Alameda con Ahumada, donde la reunión de más de cien personas fue disuelta por carabineros.
A través de un comunicado, los habitantes del sector ratificaron la versión de la familia del menor, que sostiene que el proyectil que le quitó la vida a Manuel fue disparado por carabineros.
“Ante los sucesos ocurridos la noche del 25 de agosto en la población Jaime Eyzaguirre, denunciamos que fue la violencia explícita de Carabineros la que costó la vida de Manuel Gutiérrez Reinoso de 16 años de edad, quien transitaba por el sector junto a su hermano cuando le impactó una bala de grueso calibre en el pecho. Dejando además a otro vecino herido en su hombro”, señala el documento.
Manuel transitaba por el pasaje Amanda Labarca junto a su hermano Gerson, quien se desplazaba en una silla de ruedas, y un amigo, Guissepe Ramírez. A unos treinta metros había manifestaciones y barricadas, mientras que en Américo Vespucio carabineros se empinaba sobre las rejas para lanzar bombas lacrimógenas a los protestantes. De pronto, el joven sintió un impacto en el pecho y cayó desvanecido. Fue trasladado a la Posta Cuatro de Macul donde finalmente perdió la vida.
Las versiones sobre el origen del proyectil que mató a Manuel aún son disímiles. Tanto el hermano como el amigo de la víctima aseguran que una patrulla de Carabineros pasó por el lado y el copiloto disparó. Otras versiones, en tanto, hablan de disparos de carabineros efectuados a distancia o de enfrentamientos entre bandas rivales de Macul y Peñalolén.
Desde la Carabineros se apresuraron a negar la participación de efectivos en los hechos, además de descartar una investigación para esclarecerlo. El general Sergio Gajardo, segundo jefe de la Zona Metropolitana de Carabineros, dijo que se entrevistó con el comisario y prefecto de la zona Cordillera, quienes descartaron tener relación con el crimen.
Sin embargo, la Fiscalía Oriente investiga el homicidio y ya ha decretado una serie de diligencias.
El fiscal Claudio Suizo, a cargo del caso, ordenó la incautación de las armas de 35 funcionarios de Carabineros de distintas comisarías que prestaron servicios en la Prefectura Cordillera la noche del jueves.
Estas armas serán comparadas con la bala nueve milímetros extraída del cuerpo del joven en el Servicio Médico Legal. Peritaje que realizarían especialistas de la PDI, y que es fundamental para aclarar el origen del proyectil, al igual que las investigaciones sobre la trayectoria de la bala.
El Ministerio Público también solicitó a Carabineros la nómina de todo el personal que trabajó entre las 22.00 horas del jueves y las 06:00 horas del viernes en la zona donde fue asesinado el joven, además de las bitácoras de los vehículos policiales.
Desde La Moneda, el vocero Andrés Chadwick dijo que se harán parte de la investigación y afirmó que “el Gobierno espera que se esclarezca de manera rápida la muerte de este joven”.
Fuente, vìa :
http://radio.uchile.cl/noticias/120357/
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