(APe).- -Los niños empiezan a enfermarse por el miedo, el estrés, las ondas de choque de las bombas, el ruido cotidiano. Los padres hacen todo lo posible para distraerlos, para que esta cruda violencia no los abrume – dijo el sacerdote argentino Jorge Hernández, párroco de la iglesia Sagrada Familia en Gaza.
“Lo cierto es que los crímenes se multiplican. Desgraciadamente una familia cristiana se vio afectada al ser bombardeada la casa contigua a la suya. Ventanas rotas, humo, grito, confusión fue el trágico escenario de la noche para esta familia. Esto es lo que está sucediendo aquí. Nosotros estamos bien. Hay personas que han agradecido nuestra presencia aquí. Nos recuerdan cada tanto: “Ustedes no nos van a abandonar, ¿no es cierto?. Sin embargo, ¿qué difícil que es encontrar la palabra justa, la palabra de aliento, la palabra de esperanza, el consejo oportuno?...”, reflexiona el cura Hernández.
Y desde el corazón mismo del poder imperial, el ex secretario de trabajo de la era Clinton, Robert Reich, se sinceró sobre los miles de chicas y chicos que vienen desde El Salvador,Honduras, Nicaragua y México y que ahora resultan un peligro para la seguridad de Estados Unidos.
-He estado viendo en la cobertura en los medios a estadounidenses en la frontera que insisten con pancartas y gritos que los niños –la mayoría de ellos refugiados de la guerra contra las drogas que nosotros creamos- regresen a su casa. Yo no sugiero que se permita el paso a todos los que quieran venir, pero estos son niños desesperados…¿Qué pasó con la generosidad, la decencia y el gran corazón de este país? – se preguntaba Reich hace algunos días en su cuenta de Facebook.
Los pibes masacrados en Gaza, los chicos que serán deportados o encerrados en nuevos ghetos como los que piensa la administración Obama, son señales de las consecuencias políticas de los grandes negocios del sistema: armas y drogas.
Quizás por eso, desde un costado del mapa rosarino, un muchacho humilde junta los recuerdos de sus seres queridos asesinados en estos últimos años bajo el demencial pulso del negocio narco con las imágenes que vienen de Gaza.
-No sé si quiero que el Pocho festeje su cumpleaños en el cielo. No sé si quiero que Mercedes Delgado lo haga. No sé si quiero que el Gabi lo haga. No sé si quiero que Joroba. No sé si quiero que el Cache. No sé si quiero que Javir, el pibe de la Chaio lo festeje alla. No sé si quiero que el Gordo y Joselo lo hagan. No sé si quiero que el Vieja lo haga. No sé si quiero que el Garufa lo haga. No sé si quiero que el Tronqui festeje su cumpleaños con ellos. No sé si quiero que Fernando lo haga. No sé si quiero que Elvio López festeje su
Fuentes:
Diario “La Capital”, Rosario, sábado 19 de julio de 2014; informe de la
licenciada en Relaciones Internacionales, Griselda Algarañas, del
jueves 17 de julio de 2014 y escrito de Rodrigo “Bichito” Gauna del
viernes 18 de julio de 2014.
vía, fuente:
http://pelotadetrapo.org.ar/razones-de-la-guerra-contra-los-pibes.html
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