Desde Trípoli
Luego de cuatro días en los que los cuerpos de Muammar Khadafi y su hijo Mutassim fueron exhibidos en un frigorífico, la nueva administración de Libia dio por terminado el espectáculo morboso y enterró literalmente el pasado. Sin embargo, hubo lugar para otra filmación que mostraba cómo torturaban a Khadafi momentos antes de morir. Luego de las 5 de la mañana de ayer, los cuerpos de padre e hijo, junto con el del ex ministro de Defensa Abu Bakr Younis, fueron entregados a sus familias para los ritos finales. Los guardias apostados en el frigorífico de Misrata dijeron haber visto un convoy de cuatro o cinco vehículos que se llevaron los cadáveres durante la noche hacia un lugar desconocido.
Tres dignatarios religiosos partidarios de Khadafi oraron y realizaron una ceremonia antes de la inhumación, según un miembro del Consejo Militar. Dos sobrinos de Khadafi junto con los hijos de Younis estaban presentes al momento en que su ex clérigo Khaled Tantoush –quien fue capturado con Khadafi durante su intento de escapar del asedio de Sirte–, leyó las plegarias.
Los funerales no se llevaron a cabo en cementerios por una creencia religiosa de Khadafi. El ministro interino de Información, Mahmud Shammam, dijo que el tipo de entierro fue decidido por expertos. “La orden fue que el cuerpo no debía estar en una tumba musulmana. Tampoco podía enterrarse en un lugar conocido, para evitar convertirlo en un santuario”, dijo Shammam. Este dato era el punto de mayor interés para los revolucionarios, quienes señalaron que no debería crearse ningún sitio de peregrinaje. El plan original de entregarle los restos al clan Khadafi fracasó porque los parientes más ancianos no dieron garantías de enterrarlo en un lugar a la intemperie. El entierro en el mar también fue descartado porque se habría parecido demasiado al final que tuvo Osama bin Laden y el CNT no hubiera querido emular a Estados Unidos.
Miles de libios, incluyendo familias con niños, pasaron a ver los cuerpos en Misrata. Funcionarios de la ciudad portuaria desoyeron la orden del CNT de terminar con el espectáculo. El gobierno interino comenzó a preocuparse por el rechazo que la sórdida exhibición generaba en la opinión internacional. Uno de los guardias del complejo comercial donde se depositaban los cadáveres dijo que, al comienzo, pensó que era algo bueno que la gente pasara a ver los cuerpos para asegurarse de que habían muerto. “Al tratarse de un frigorífico, no estuvo mal los primeros días, luego con toda la gente que empezó a venir la cosa empeoró”, dijo Abdul Mohammed Eishami. El CNT cedió ante la presión internacional y el jefe interino, Mustafá Abdul Jalil, ordenó una investigación el día después de que Khadafi fue capturado con vida. El interinato confirmó la creación de una comisión para investigar la forma en que murió el coronel, una tarea que podría tener supervisión internacional. Las nuevas autoridades libias afirman que el ex dirigente murió por un disparo en la cabeza durante un tiroteo. Sin embargo, testimonios y videos grabados en el momento de su arresto sugieren que pudo haber sido víctima de una ejecución sumaria. El general Charles Bouchard, responsable de las operaciones de la OTAN, dijo en rueda de prensa en Bruselas que desconocía que Khadafi se encontrara en el convoy que fue atacado por aviones de la Alianza Atlántica. “La OTAN no está implicada en ninguna actividad más allá de aquellas previstas en nuestro mandato legal”, dijo Bouchard. “La OTAN consultaría con la INU y el CNT antes de tomar una decisión final.”
Nadie cree que los responsables de la muerte de Khadafi sean juzgados. Una investigación sobre el asesinato de Abdul Fatah Younis, el comandante de las fuerzas rebeldes en el Este quedó en la nada. “Y eso que era un jefe revolucionario”, dijo un rebelde. “¿Se imaginan a alguien yendo a la cárcel por matar a Khadafi, cuando todos lo odiábamos? Esta investigación se desvanecerá en la arena, como su cuerpo”, dijo.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, dijo que Khadafi fue muerto para que no pudiera revelar información incómoda para Estados Unidos y Europa. “Ambos países sostuvieron la dictadura en Libia en los últimos 25 años”, sostuvo el mandatario. Por su parte, el portavoz de la Cancillería italiana Maurizio Massani dijo que hay que investigar las denuncias de ejecuciones perpetradas por el CNT. El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, había anunciado que el 31 de octubre cesarían las operaciones. Por su parte, el ministro interino de Petróleo y Finanzas del CNT, Ali Tarhouni, dijo que el interinato quería que la OTAN permanezca en Libia un mes más. El mismo funcionario confirmó que el ex vocero del régimen, Seif al Islam, no constituye una amenaza para ellos. Según dijo, el segundo hijo de Khadafi, y ex jefe de los servicios de inteligencia, Abdalá al Senusi, se acercaban a la frontera con Níger. Sobre ambos pesa una orden de captura de la Corte Penal Internacional (CPI). “Seif al Islam no constituye una amenaza. Su padre, su ejército, sus mercenarios han sido derrotados”, dijo Tarhouni.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Juan Nicenboim.
Vìa :
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-179758-2011-10-26.html
Imagen Afp
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