Desde un inicio la condena a Troy Davis estuvo enmarcada por un rechazo público sin precedentes, dado lo irregular del proceso que lo condenó. Troy fue encontrado culpable, peses a que el arma asesina nunca apareció, no se estableció el motivo del crimen y siete de los nueve testigos presenciales que lo acusaron, se desdijeron durante el proceso.
Amnistía Internacional aseguró que el fallo que condenó a Troy "fue una catastrófe para el sistema de justicia". La entidad hizo una campaña pidiendo la anulación de la pena, a la que se sumaron, entre otros, el gobierno de Francia, el ex presidente Jimmy Carter, el Papa Benedicto XVI y entidades abolicionistas que juntaron más de 600 mil firmas respaldando el pedido de clemencia. © Noticiero Visión Siete/ TV Pública/ Argentina
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