1. Me han dicho tantas veces que soy “intolerante”, que ya me lo
creí; y cuando en otras ocasiones me han aconsejado ser “tolerante” me
ha parecido que me están diciendo que yo deje que cada quien haga lo que
le venga en gana. Pero esto, sin duda, es una simplificación porque el
problema parece más complicado y requiere análisis de inteligentes
sicólogos y filósofos. He pensado algunas veces que soy tolerante ante
el 99.9 por ciento de los problemas mundiales que no me interesan, que
no entiendo y en los que no puedo intervenir; por el contrario, pienso
que soy intolerante contra los que producen la explotación, la pobreza,
las guerras y las mentiras. Por ejemplo me importa un comino quien gane
en el fútbol, saber qué tipo de religión es la mejor, si un artista es
superior que el otro o si la Lewinski hacía sexo con Clinton: en todo
ello y mucho más soy “tolerante”. Pero, ¿cómo no protestar y pelear
contra las guerras y las armas?
2. Se dice que la única forma de probar la tolerancia es cuando hay
agresión, es decir, que sólo se puede ser tolerante frente aquello que
nos molesta (con lo que NO se está de acuerdo) pero que se acepta por
respeto al individuo o para la defensa de un ideal de libertad. La
indiferencia, la falta de interés, la indulgencia, no son tolerancia.
Que la tolerancia por respeto al individuo se podría formular como: "No
estoy de acuerdo contigo, pero te dejo que lo hagas por respeto a las
diferencias" La tolerancia para la defensa de un ideal de libertad, está
perfectamente ilustrada por una célebre citación atribuida a Voltaire.
"No estoy de acuerdo con lo que me dices, pero lucharé hasta el final
para que puedas decirlo". Pienso y pregunto: ¿La tolerancia también se
acomoda a los intereses de cada quien y cada momento? ¿O quizá todo se
reduzca a “tratar de ser tolerante hasta cierto límite”… cuando se
inicia la intolerancia?
3. Acabo de leer a alguno de esos articulistas del PRD, del PRI o del
PAN, calificando de intolerantes a los jóvenes que corrieron a un
político ex candidato presidencial del PRI, el señor Labastida Ochoa,
del auditorio de la facultad de economía de la UNAM. De la misma manera
han calificado a los profesores oaxaqueños, michoacanos, de la CNTE de
bloquear calles, o a estudiantes que son acordonados por la policía o el
ejército por lanzar piedras. Me parece que en los análisis políticos,
en las diferencias ideológicas, se suele ser más o menos tolerante, pero
si se lucha contra un gobierno corrupto, contra un empresario
explotador, contra yanquis invasores, contra las mentiras y
manipulaciones de los medios de información, contra curas pederastas o
contra quienes quieren bloquear las protestas, no se puede ser menos que
intolerante. ¿O piensan acaso que en vez de protestar sería mejor
quedarse en la casa a rascarse el ombligo?
4. La realidad es que yo he seguido, a partir de lecturas
biográficas, la intolerancia de Dostoievki, Beethoven y mil
intelectuales y artistas que mandan al carajo a la mediocridad con el
fin de fortalecer sus objetivos y convicciones. He sentido que hay que
ser muy bondadoso, solidario, abierto a escuchar y a ayudar en lo que se
pueda; pero cuando alguien está “clavado” en un asunto que conoce bien,
sobre el que tiene muchas experiencias y tiene profundas convicciones,
puede adoptar posiciones irreductibles e intolerantes frente a aquellos
que apenas balbucean el problema. Puedo ser un convencido de adoptar la
duda como método, el escepticismo en la búsqueda del conocimiento,
incluso el pesimismo crítico y reflexivo, pero hay asuntos en los que no
se puede ceder, aunque todo mundo califique de intolerante. ¿O puede
olvidarse que a todos los revolucionarios los han catalogado como tales?
5. Si alguien me preguntara como se hace un merengue o un pastel, si
se le puede poner huevos, aguacate y chile, sería muy tolerante y le
diría –porque no me interesa- que tiene la total libertad para ponerle
lo que quiera. Pero si alguien me dice que debo de viajar cientos de
kilómetros, gastar la poca lana que tenga, para ir a protestar contra el
gobierno yanqui, para apoyar la lucha de los trabajadores o para
repudiar la explotación empresarial, y por eso la calificarían de
intolerante, pues sí lo soy y lo seguiría siendo. Pero también pienso
que soy tolerante en los estudios y los análisis de los problemas porque
nunca he creído que alguna persona: Marx, Bakunin, Engels y los más
grandes científicos tengan razón absoluta alguna. Dado que no pienso en
la existencia de “la verdad” y que ésta solamente es aparente porque
siempre está transformándose, pues tampoco pienso en que yo y mis
enormes limitaciones pueda captar lo que realmente sucede.
6. Pienso que la tolerancia puede ser un buen deseo, una pretendida actitud o una pose.
Se dice que la tolerancia se prueba cuando hay una agresión o algo nos molesta. Yo pienso que nuestra respuesta dependerá de quien nos arremete y nos molesta, si la ofensa es grande o pequeña y si es trascendente o pasajera. En la agresión y la respuesta hay sin duda la presencia, un juego de la pasión y la razón. Como ser racional quizá pueda contar hasta 10 y hacer autollamados a la calma, pero no puede asegurarse lo que sucederá. ¿Qué hacer cuando el gigantesco y poderoso Goliat, armado hasta los dientes, se lanza contra David que en vez de armas nucleares apenas tiene una honda por arrojar piedras? ¿Seremos tolerantes y los dejaremos solos para que “de igual a igual” remedien sus problemas? En conclusión: Quizá la tolerancia traiga paz en la tierra para los hombres de buena voluntad… pero sería una paz de los sepulcros. Sigo preguntando.
Se dice que la tolerancia se prueba cuando hay una agresión o algo nos molesta. Yo pienso que nuestra respuesta dependerá de quien nos arremete y nos molesta, si la ofensa es grande o pequeña y si es trascendente o pasajera. En la agresión y la respuesta hay sin duda la presencia, un juego de la pasión y la razón. Como ser racional quizá pueda contar hasta 10 y hacer autollamados a la calma, pero no puede asegurarse lo que sucederá. ¿Qué hacer cuando el gigantesco y poderoso Goliat, armado hasta los dientes, se lanza contra David que en vez de armas nucleares apenas tiene una honda por arrojar piedras? ¿Seremos tolerantes y los dejaremos solos para que “de igual a igual” remedien sus problemas? En conclusión: Quizá la tolerancia traiga paz en la tierra para los hombres de buena voluntad… pero sería una paz de los sepulcros. Sigo preguntando.
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